Usted está aquí: jueves 27 de diciembre de 2007 Política Gastarán $200 millones en estudios para construir un nuevo aeropuerto

La obra se realizaría en terrenos federales ubicados en Texcoco, estado de México

Gastarán $200 millones en estudios para construir un nuevo aeropuerto

Roberto Garduño

El gobierno federal dispondrá el año próximo de 200 millones de pesos para elaborar estudios y proyectos que contemplan la construcción de un nuevo aeropuerto internacional en la zona de Texcoco, en el estado de México, informó Gustavo Cárdenas Monroy, presidente de la Comisión de Comunicaciones de la Cámara de Diputados.

El legislador priísta refirió que la citada terminal aérea se erigiría en terrenos federales con el propósito de evitar conflictos sociales y políticos con los habitantes de la región.

Según Cárdenas Monroy, el área de Texcoco cuenta con las condiciones más favorables para la actividad aeronáutica en el Valle de México: “vamos a seguir impulsando este proyecto con mucho cuidado, para que no entremos en polémicas y conflictos innecesarios que solamente desgastan la posibilidad de que contemos con un puerto aéreo que venga a resolver las dificultados que enfrenta el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, porque la nueva terminal número 2 no es suficiente y no resuelve el problema aeroportuario del centro del país”.

Los 200 millones de pesos referidos por el presidente de la Comisión de Comunicaciones son recursos etiquetados que fueron incluidos en el Presupuesto de Egresos de la Federación 2008.

Según cálculos de la Cámara de Diputados, el Valle de México requiere una terminal aérea que tenga capacidad para atender 50 millones de personas y en el que se se lleven a cabo un millón de operaciones por año, “ya que necesariamente deben existir pistas paralelas que garanticen operaciones simultáneas, a fin de brindar mayor seguridad, comodidad y agilidad en el manejo de los usuarios, pasajeros y empleados”.

A la par del anuncio de los 200 millones de pesos que serán utilizados para elaborar el proyecto del nuevo aeropuerto, Cárdenas Monroy explicó que los legisladores federales han etiquetado la cifra de mil millones de pesos para proseguir con la modernización del Aeropuerto Internacional de Toluca, que a raíz del incremento de sus operaciones, el número de pasajeros a los que da servicio requiere la construcción de una nueva pista.

El conflicto por el aeropuerto

A principios de 2000, Ernesto Zedillo, como presidente de la República, anunció que antes del 30 de noviembre del mismo año se daría a conocer la ubicación del nuevo aeropuerto; no obstante, cuando abandonó Los Pinos no reveló el sitio prometido.

Pero fue el 21 de octubre de 2001 que el gobierno de Vicente Fox Quesada anunció que la terminal aérea se ubicaría en la zona de Texcoco. Ese mismo día Fox Quesada emitió el decreto expropiatorio de las tierras comunales ubicadas en los municipios de Texcoco y San Salvador Atenco, principalmente, decisión que afectaría el patrimonio de 3 mil 375 familias.

A partir de entonces el gobierno foxista emprendió una campaña mediática para convencer a la sociedad de que el nuevo aeropuerto de Texcoco generaría una derrama económica original de 77 mil millones de pesos, que con su efecto multiplicador se incrementaría a 300 mil millones de pesos.

Por el contrario, y una vez que los habitantes de la región se organizaron, inició un movimiento social que rechazaba en ese entonces las absurdas indemnizaciones que se pretendían pagar a los propietarios originales, y posteriormente confrontó a la fuerza del Estado a pesar de su notoria desventaja.

También el movimiento campesino de San Salvador Atenco fue objeto desde entonces de una feroz ofensiva de algunos medios de comunicación que se colocaron del lado del gobierno foxista. Se pretendía justificar la expropiación de 5 mil 300 hectáreas de tierra a razón de 7 pesos con 20 centavos por metro cuadrado, como lo anunció entonces el secretario de Comunicaciones –amigo y socio- de Vicente Fox, Pedro Cerisola y Weber.

Diez meses después, el primero de agosto de 2002, y dada la interminable lucha de los campesinos por defender sus tierras, el gobierno federal determinó cancelar el proyecto expropiatorio, y en consecuencia la construcción de un nuevo aeropuerto.

 
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