Conclusiones del Atlas de Riesgo de la demarcación
Vulnerable a inundaciones, 80% del territorio de Álvaro Obregón
Ocho de cada 10 colonias en Alvaro Obregón cuentan con puntos en riesgo de inundación o encharcamientos, lo que significa que el 80 por ciento del territorio delegacional es vulnerable durante la época de lluvias, según el recién concluido Atlas de Riesgo de la demarcación.
De acuerdo con los resultados que arrojan la interpretación de los mapas una superficie similar (82 por ciento) es también susceptible de deslaves, al contabilizarse, por lo menos, 11 mil puntos de riesgo, con diferentes dimensiones y niveles de estabilidad.
Respecto al total del territorio vulnerable a inundaciones, se identificaron 80 áreas en alto riesgo, en una superficie de poco más de cinco kilómetros, en donde se ubican alrededor de nueve mil 677 viviendas, con 70 mil habitantes.
En este instrumento, que será presentado en breve ante la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), también se advierte que poco más de 100 mil viviendas ubicadas en el perímetro delegacional se encuentran desprotegidas de ocurrir algún incendio por la falta de centrales de Bomberos.
Este cálculo se obtuvo a partir de analizar el tiempo en que puede ser atendido un siniestro de esta naturaleza. De acuerdo con la regla de los llamados tragahumo el incendio en una vivienda puede controlarse si se combate en un período que no rebase los cinco minutos de haberse iniciado, pues de lo contrario es probable que se pierda el inmueble.
Otro de los mapas temáticos refleja la situación que se vive en torno a las minas subterráneas y a cielo abierto en la demarcación. En el sistema cartográfico se detectaron 84 puntos de riesgo, en el que se involucran a 52 mil 383 viviendas con poco más de 176 mil habitantes.
En cuanto a las barrancas, se ubican siete en todo el territorio delegacional, se identificaron 46 mil 179 viviendas vulnerables, en diferentes niveles, en las que habitan poco más de medio millón de personas.
En las presas, consideradas también como un factor de riesgo durante la temporada de lluvias, se realizaron estudios en los que se identificó que la mayoría del sedimento obtenido está compuesto de arenas y gravas finas con un alto contenido de materia orgánica.
Ello tiene repercusiones debido en las presas se forman canales que sirven de trampas de sedimentos, lo que genera un fuerte problema de azolve, que se suma a la notoria acumulación de basura, sobre todo de todo tipo de envases de plástico.