Directora General: CARMEN LIRA SAADE
Director Fundador: CARLOS PAYAN VELVER  
Domingo 13 de enero de 2008 Num: 671

Portada

Presentación

Bazar de asombros
HUGO GUTIÉRREZ VEGA

La ciudad y las bicicletas
RICARDO GUZMÁN WOLFFER

La desaparición
YORGOS YERALÍS

Diplomacia cultural: elementos para la reflexión
ANDRÉS ORDÓÑEZ

Santa María, California
AGUSTÍN ESCOBAR LEDESMA

Un paso adelante hacia
El Paso

FRANCISCO CALVO SERRALLER

Cincuenta años del grupo El Paso
MIGUEL ANGEL MUÑOZ

La otra Frida
NORMA ÁVILA JIMÉNEZ

Leer

Columnas:
La Casa Sosegada
JAVIER SICILIA

Las Rayas de la Cebra
VERÓNICA MURGUíA

Bemol Sostenido
ALONSO ARREOLA

Cinexcusas
LUIS TOVAR

Corporal
MANUEL STEPHENS

El Mono de Alambre
NOÉ MORALES MUÑOZ

Cabezalcubo
JORGE MOCH

Mentiras Transparentes
FELIPE GARRIDO

Al Vuelo
ROGELIO GUEDEA


Directorio
Núm. anteriores
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Manuel Stephens

Colegio de Coreógrafos de México (II Y ÚLTIMA)

Las IV Jornadas de Reflexión y Análisis organizadas por el Colegio de Coreógrafos de México en diciembre en Morelia, Michoacán, contaron con mesas redondas encaminadas a dilucidar cuál es el panorama actual de la danza mexicana. Las temáticas de dos de ellas se agruparon bajo los títulos Educación y Políticas culturales. Ambas materias pudieron ser vistas, al término de los debates, como interdependientes, ya que la educación artística, encaminada a la práctica profesional o a la sensibilización artística de niños y adolescentes, es indispensable y determinante para que, a futuro, se generen públicos mayores para la danza.

En la mesa de Políticas culturales, Isabel Beteta envió una ponencia en la que analiza la globalización frente a identidades estéticas múltiples en la escena mexicana y apuntala el imperativo de defender altermundistamente estas voces; Cecilia Appleton hizo un análisis histórico sobre la administración institucional de la danza en el siglo xx y subrayó la responsabilidad que tiene el Estado, aún hoy en día, de fungir como un “facilitador” para la producción y difusión de la danza; Rodolfo Maya habló claramente sobre la discrecionalidad imperante en el manejo de fondos, la inconveniencia de recurrir a patrones de producción que intentan imitar lo que se hace en el extranjero sin tomar en cuenta las condiciones del país, y el malinchismo e inferioridad que aún detentan funcionarios federales y estatales; Rolando Beattie también envió una ponencia que exigía nuevas legislaciones para la educación y el ejercicio profesional de la danza, y propuso hacer un llamado directo al Ejecutivo Federal para que se tomen cartas en el asunto; Saúl Maya externó la inexistencia de medios eficientes en la promoción y difusión de la danza; Evoé Sotelo abogó por la diversidad cultural, el diálogo con la globalización y la necesidad de que desde la educación elemental se formen “individuos integrales”; Miguel Ángel Díaz se refirió a los derechos culturales legislados a nivel internacional; y Jorge Domínguez hizo un recuento de cómo el gremio dancístico ha transformado las políticas culturales públicas relacionadas con la danza en las últimas décadas.


Jorge Domínguez

Con una amplia experiencia en la administración, Domínguez, coreógrafo y ex coordinador nacional de danza del Instituto Nacional de Bellas Artes, rememoró el Simposio Nacional de Coreógrafos llevado a cabo en 1992, la consecuente elaboración de un plan de apoyo a la danza y sus efectos, entre los que se cuentan la Red Nacional de Festivales y el Programa Nacional de Educación Continua, que parece haber desaparecido. Domínguez señaló: “Las líneas establecidas en el Programa Nacional de Apoyo a la Danza, puesto en marcha hace quince años, se muestran agotadas e indican la necesidad de una actualización.”


Cecilia Appleton

Domínguez hizo un puntual análisis de las principales, y ya rebasadas, instancias de programación, difusión y profesionalización, y subrayó el hecho de que la comunidad dancística debe anticipar sus necesidades y marcar el rumbo a las instituciones. Respecto a los nuevos programas, en un apartado de su ponencia titulado “Una visita rápida a la sala de emergencias del imss en la ambulancia del fonca ”, dijo: “Entre los programas más importantes, impulsados por las instituciones y que han crecido en los últimos tiempos, está el de Teatros para la Comunidad Teatral y México en Escena. Ambos parecían la tierra prometida, para convertirse no mucho después en una temporada en el infierno. Las nuevas disposiciones fiscales parecen diseñadas a contrapelo de estos dos programas y de muchos otros, para acabar con ellos y sus beneficiarios. Pero debemos preguntarnos si las cosas deben ser así o podrían ser de otra manera, para llegar al punto final que he mencionado: anticipar las necesidades.”


Evoé Sotelo

La sesión concluyó con que habrá que insistir en mantener las identidades propias de la danza mexicana en un mercado global, así como con la exigencia de que haya una práctica ética transparente en la función pública y que se impulsen legislaciones para la protección del quehacer dancístico. Pero sin duda el punto medular fue la generación de públicos. Se insistió en que, además de la implementación de mecanismos eficientes que logren llevar público a los teatros, es imperioso que las artes se incluyan obligatoriamente en la educación básica y media básica, para que las nuevas generaciones encuentren en el arte, en la danza, una vía de gozo y conocimiento personales.