Usted está aquí: martes 15 de enero de 2008 Economist Intelligence Unit

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Migrantes mexicanos recién detenidos en Santa Ana, California

Los inmigrantes benefician a países ricos

Durante las dos décadas pasadas o algo así, los altos índices de inmigración en los países de la Organización para la Coopración y el Desarrollo Económicos (OCDE) han coincidido con un continuo crecimiento económico en la mayor parte del mundo occidental. Un ejemplo es Cobh, bulliciosa ciudad turística de Irlanda del Sur que fue famosa por exportar personas. Dos millones y medio de hombres y mujeres irlandeses se embarcaron hacia Estados Unidos (EU) en su muelle, y su grande y sombría catedral neogótica fue pagada con remesas.

 
Un aspirante a llegar a Europa vía España, tras ser detenido el 2 de enero pasado en la isla de Tenerife

Las remesas no son la panacea

En los primeros siete años del siglo XX se produjo una cifra relevante. Los extranjeros en Estados Unidos (EU) enviaron a su patria en un solo año 275 mil millones de dólares (mdd), un total no muy lejano al valor de todo el oro extraído en EU. Emplearon los servicios de 2 mil 625 agentes para mandar los fondos, sobre todo almaceneros, panaderos y otras pequeñas tiendas para inmigrantes. Poco más tarde, en 1919, el New York Times se asombró de los números y resaltó que los inmigrantes evitaban los bancos más grandes porque “los italianos, magiares, croatas y eslovacos...