Usted está aquí: martes 15 de enero de 2008 Estados Sitios históricos y calles de Hidalgo, a la venta

Planean convertir el Museo del Ferrocarril en tienda departamental

Sitios históricos y calles de Hidalgo, a la venta

El gobierno estatal busca anular la venta, que se realizó a sus espaldas

Alertan sobre violaciones al decreto para liquidar bienes de Ferronales

Carlos Camacho (Corresponsal)

Ampliar la imagen Ferrocarriles Nacionales de México puso a la venta edificios considerados  históricos, como la vieja estación del tren de Pachuca, convertida en museo  y vendida en mayo pasado al grupo Joma, transacción que el gobierno estatal busca anular Ferrocarriles Nacionales de México puso a la venta edificios considerados históricos, como la vieja estación del tren de Pachuca, convertida en museo y vendida en mayo pasado al grupo Joma, transacción que el gobierno estatal busca anular Foto: Carlos Camacho

Ampliar la imagen En casi un tercio de los municipios de Hidalgo hay propiedades de Ferronales que podrían ser vendidas a particulares, como la calle Vicente Segura, en Pachuca, por donde atraviesan vías de ferrocarril En casi un tercio de los municipios de Hidalgo hay propiedades de Ferronales que podrían ser vendidas a particulares, como la calle Vicente Segura, en Pachuca, por donde atraviesan vías de ferrocarril Foto: Carlos Camacho

Pachuca, Hgo. 14 de enero. Como parte de su proceso de extinción, Ferrocarriles Nacionales de México (Ferronales) ha puesto a la venta bienes muebles e inmuebles. En Hidalgo se están ofertando 241 espacios, algunos considerados sitios históricos, como la vieja estación del tren de Pachuca, que se vendió en mayo al grupo Joma; sin embargo, el gobierno estatal fue notificado apenas en agosto, aseguró Lourdes Parga Mateos, directora del Consejo Estatal para la Cultura y las Artes (Ceca).

Explicó que la estación del tren, de más de 8 mil metros cuadrados y que alberga un museo, es considerada un sitio histórico y el gobierno ya inició un procedimiento jurídico para anular la venta, amparado en el decreto de extinción de Ferronales emitido por el ex presidente Vicente Fox Quesada y publicado el 4 de junio del 2001 en el Diario Oficial de la Federación, donde se indica que, en caso de revisión, los gobiernos de los estados, el Distrito Federal y los municipios tendrán preferencia, en igualdad de condiciones, para adquirir los bienes remanentes.

La estación de Pachuca se construyó a finales del siglo XVIII; Porfirio Díaz la puso en operación y en 1999 el gobierno del estado la obtuvo en comodato. En septiembre de 2007 la empresa Joma notificó, mediante oficio firmado por Pablo José Barroso, que la estación se había vendido.

Entre las propiedades en venta destacan las estaciones del ferrocarril en Tulancingo, Tula y Tepeapulco, además de edificios, casas, vialidades, lotes baldíos, caminos y calles de 27 municipios de la entidad. La mayor parte de los espacios se ubican en Tula de Allende, con 25; le siguen Tulancingo, con 24; Emiliano Zapata, 22; Zempoala, 20; Cuautepec, 18 y Metepec, 14.

La estación de Tulancingo fue remodelada y se convirtió en sitio para la promoción de exposiciones y actividades culturales, semejante a la de Pachuca.

Lourdes Parga Mateos argumentó que al vender la estación de Pachuca no se tomó en cuenta el artículo segundo del decreto mencionado, cuya fracción cuarta precisa que esa empresa “administrará los activos remanentes hasta su enajenación, donación o revisión; llevará a cabo la regularización y tramitará la desincorporación de los activos remanentes, inclusive las casas habitación que han estado en posesión legítima de jubilados y pensionados de la empresa o sus sucesores para que, en su caso, se realice la donación correspondiente a entidades federativas, municipios, pensionados y jubilados, instituciones públicas o privadas y asociaciones que no persigan fines de lucro, a fin de que sean utilizados para beneficio social, incluida la de asentamientos humanos con la intervención de las autoridades competentes, o bien se proceda a su revisión al gobierno federal, a su enajenación, sujetándose a lo previsto por la Ley General de Bienes Nacionales y la Ley General de Asentamientos Humanos”.

Sin embargo, en el caso del Museo del Ferrocarril no se aplicó esa parte del decreto, pues la empresa en liquidación vendió el museo y un enorme patio a la empresa Joma sin notificar oportunamente al gobierno del estado. Fue en agosto cuando las autoridades se enteraron de la compraventa y de que se pretende construir una tienda departamental.

Casi en un tercio del territorio hidalguense, que consta de 84 municipios, hay propiedades y vialidades que Ferronales ha puesto a la venta.

Uno de los sitios en venta en capital del estado es la céntrica calle de Vicente Segura, que abarca un costado del palacio de gobierno. “Es increíble que hasta calles venda Ferronales”, dijo la encargada de cultura del gobierno hidalguense.

En Internet aparecen los espacios en oferta, con fotografía y localización en un croquis.

Además de las históricas estaciones de ferrocarril, se ofrecen inmuebles en los municipios de Tepeji, Tula, Huichapan, Pachuca, Santiago Tulantepec, Tizayuca, Tulancingo, Nopala de Villagrán, Acaxochitlán, Almoloya, San Agustín Tlaxiaca, Tepetitlán, Tlanalapa, Villa de Tezontepec, Apan, Atitalaquia, Chapantongo, Zempoala, Tetepango, Tecozautla, Emiliano Zapata, Cuautepec de Hinojosa, Metepec, Mineral de la Reforma, Singuilican, Tlaxcoapan y Tepeapulco.

Hasta la fecha sólo se conoce la compraventa de la estación del ferrocarril de Pachuca, donde se asienta el museo que coordina el Ceca. El gobierno estatal busca que el inmueble se le done, en cumplimiento del decreto de extinción.

 
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