Usted está aquí: jueves 17 de enero de 2008 Estados El reclusorio, una bomba de tiempo

El reclusorio, una bomba de tiempo

Israel Dávila, corresponsal

Toluca, Méx., 16 de enero. No pasaron ni tres días de la designación de Eric Sevilla Montes de Oca como director de Prevención y Readaptación Social antes de que estallara otro motín en el penal Neza-Bordo.

El año pasado hubo en este centro penitenciario más de 12 motines y protestas, no sólo de los internos, sino también del personal de custodia, por las pocas garantías que tienen para trabajar. En ese mismo lapso, en Neza-Bordo murieron 35 personas, 25 por riñas entre internos o asesinatos, cuatro por suicidio y el resto por enfermedad.

La prisión, considerada por las autoridades estatales la más problemática, tiene una población de casi 4 mil internos, a pesar de que fue diseñada para albergar a mil 500.

Los 3 mil 958 reos son vigilados por 60 custodios por turno. En promedio, cada uno de los agentes tiene la encomienda de observar a 59 presos, cuando el estándar internacional indica que debe existir un custodio por cada 10 internos. El sistema penitenciario estatal tiene 600 reos considerados de alto riesgo y en Neza-Bordo se ubican unos 150 de ellos, cantidad superior al número de custodios por turno.

 
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