Usted está aquí: domingo 20 de enero de 2008 Política Amenazan de muerte a un dirigente zapatista de poblado de San Patricio

“Dicen que ya tienen pagados a los que lo van a ejecutar”, afirma un habitante

Amenazan de muerte a un dirigente zapatista de poblado de San Patricio

Denuncian pobladores el constante hostigamiento de paramilitares de Paz y Justicia

Los agresores de Ostilucum alegan que van a ocupar los terrenos de esa comunidad

Hermann Bellinghausen (Enviado)

Ampliar la imagen Familias chiapanecas se refugiaron en el monte por inundaciones de octubre Familias chiapanecas se refugiaron en el monte por inundaciones de octubre Foto: Víctor Camacho

San Patricio, Chis. 19 de enero. Las amenazas y los disparos al aire comenzaron en noviembre pasado. Los pistoleros priístas de Ostilucum, al otro lado del río Sabanilla, hostigan a las bases de apoyo de San Patricio, y han hecho explícita la versión de que pretenden asesinar al representante de la comunidad. “Andan diciendo que ya está preparada la muerte del compañero Romero”, comenta un joven que recibe a los periodistas. “Que ya tienen pagados a los que lo van a ejecutar”.

Anteriormente, desde mayo de 2007, San Patricio era patrullado varias veces en el día y la noche por policías municipales de Sabanilla y Tila, hasta llegar precisamente a Ostilucum, y de ahí de vuelta. El jefe policiaco de dicha comunidad, Fermín Vázquez Cruz, es a la vez “jefe” local de Paz y Justicia. Los patrullajes debieron suspenderse el 28 de octubre cuando el río arrastró, entre otras muchas cosas, el puente que comunicaba los dos poblados.

Siendo además una región de paramilitares, la hostilidad antizapatista tiene historia. “Nos ofenden, nos inventan delitos y nos intimidan. Los paramilitares nos envidian y odian”, expresa un hombre de San Patricio. A nombre de sus compañeros que lo rodean, afirma a la prensa: “Nuestra lucha es la única posibilidad de liberar a nuestros pueblos”.

En noviembre, los priístas de la comunidad, que son minoría, robaron y sacrificaron pollos y pavos de los zapatistas, pero les ‘voltearon’ la acusación ante las autoridades municipales de Sabanilla, también emanadas de Paz y Justicia. Los disparos contra la comunidad comenzaron el 12 de diciembre, y se repitieron cada noche hasta el día 23. Los tiroteos se reanudaron este año, y los episodios más recientes fueron los días 8 y el 11 de enero.

Cabe agregar que el poblado sufrió las inundaciones del 28 de octubre de 2007, que afectaron a Tabasco y el norte chiapaneco. El cruel e inconstante río Sabanilla destruyó 18 hectáreas de potrero y cultivos de la comunidad, quedando cubiertas por las piedras que arrojó el torrente. El agua cubrió más de un metro las viviendas, y las familias debieron refugiarse en el monte. En general todas las tierras bajas de Sabanilla experimentaron el siniestro; hubo comunidades evacuadas, carreteras, caminos y puentes destruidos. Los daños alcanzaron a la cabecera municipal.

En lo que fue una de las regiones en donde las acciones de Paz y Justicia fueron más atroces entre 1995 y 1998, esta comunidad zapatista del municipio autónomo La Dignidad sigue en pie, en tierras recuperadas después del levantamiento de 1994. La rodean comunidades choles dominadas por la organización paramilitar de la zona norte de Chiapas que se llamó Desarrollo, Paz y Justicia; sus estructuras persisten bajo otros nombres aún ahora que algunos dirigentes pagan cárcel, si bien no precisamente por sus tropelías de contrainsurgencia.

Los priístas armados de comunidades como Moyos, Ostilucum, Lázaro Cárdenas y Unión Hidalgo (municipios oficiales de Sabanilla y Tila) despojaron de sus tierras y expulsaron a numerosas familias zapatistas y de sociedad civil durante el periodo en que la violencia de Paz y Justicia causó decenas de muertes, violaciones, ermitas y pueblos enteros quemados, entre otras agresiones que una década después siguen impunes.

Buscan llegar a la represión

El 12 de noviembre pasado descendió aquí un helicóptero del gobierno para repartir despensas, pero sólo la minoría priísta aceptó las “migajas”, como las caracterizan los autónomos. “Luego nos acusaron de robarnos las despensas de ellos, pero otra vez era mentira. Les da coraje que no fuimos a recibir las basuras que les trajo el gobierno”. Los oficialistas acusan a los autónomos de “puros falsos”, en busca de pretextos para que la seguridad pública intervenga contra ellos.

El 9 de enero, el señor Alejandro Guzmán Gómez amenazó de “desaparición y muerte” a un representante zapatista. Otro priísta que amaga con asesinar a zapatistas es Mateo Guzmán Gómez. “También a compañeros de la comunidad Porvenir los tienen amenazados”. Éstos no son bases de apoyo al EZLN pero sí adherentes de la otra campaña, y los quieren asustar para que no se sumen a la resistencia de los rebeldes.

Los agresores de Ostilucum, a quienes se considera meros delincuentes, son Alejandro y Antonio Martínez López; alegan “que van a tomar la tierra” de San Patricio, recuperada por campesinos rebeldes desde 1995 cuando esto eran los ranchos La Lámpara y Los Ángeles del finquero Javier Utrilla García, quien ha apoyado a los de Paz y Justicia para echar a los zapatistas, a pesar de que fue indemnizado por el gobierno después del alzamiento de 1994.

Al estilo del nuevo alcalde priísta de San Cristóbal de las Casas, Mariano Ochoa Díaz, su homólogo en Sabanilla Claudio Vera Torres “prometió” a sus seguidores de Paz y Justicia que, de llegar al cargo (como ocurrió), desalojaría a los zapatistas de San Patricio.

 
Compartir la nota:

Puede compartir la nota con otros lectores usando los servicios de del.icio.us, Fresqui y menéame, o puede conocer si existe algún blog que esté haciendo referencia a la misma a través de Technorati.