Directora General: CARMEN LIRA SAADE
Director Fundador: CARLOS PAYAN VELVER  
Domingo 20 de enero de 2008 Num: 672

Portada

Presentación

Bazar de asombros
HUGO GUTIÉRREZ VEGA

Los textos de los infelices
GUSTAVO OGARRIO

Emociones peligrosas
SUSANA CORCUERA

Escritores en el exterior
LUIS FAYAD

Cibernazis en México
Cabezasrapadas.com

ROBERTO GARZA ITURBIDE

Fuera de lugar
JUAN TOVAR

Leer

Columnas:
Mujeres Insumisas
ANGÉLICA ABELLEYRA

Paso a Retirarme
ANA GARCÍA BERGUA

Bemol Sostenido
ALONSO ARREOLA

Cinexcusas
LUIS TOVAR

La Jornada Virtual
NAIEF YEHYA

A Lápiz
ENRIQUE LÓPEZ AGUILAR

Artes Visuales
GERMAINE GÓMEZ HARO

Cabezalcubo
JORGE MOCH


Directorio
Núm. anteriores
[email protected]

 

Luis Tovar
[email protected]

Deudas (I DE II)

Es de cajón que, al elaborar los materiales de promoción para el lanzamiento comercial de una película, se incluya en carteles, carteleras e inserciones pagadas toda suerte de comentarios favorables a dicha película. Sin embargo dichos afanes, perfectamente comprensibles desde el punto de vista mercadotécnico, pueden convertirse --y a más de una cinta le ha sucedido-- en verdaderos tiros por la culata. Esto último suele suceder cuando los tales comentarios no pasan de ser una mera retahíla de adjetivos elogiosos y, sobre todo, cuando quienes pergeñan esos ditirambos no son sino locutores televisivos y radiofónicos, redactores de notas en revistas del corazón y otras igual de serias, así como uno que otro autonombrado “líder de opinión”, todos ellos entrados en el sabroso y democrático deporte de decir públicamente qué les pareció tal película; eso sí, convenencieramente pepenados al vuelo por los publicitarios cazadores de opiniones positivas para el producto en venta.

LA OPINIÓN Y SU PESO

Esa utilización espuria del muy saludable boca a boca no significa, desde luego, que cualquier comentario a favor de una cinta —susceptible de ser posteriormente utilizado como blasón-- deba ser descalificado a priori , sobre todo si se trata de un acto espontáneo y, mejor aún, bien informado y, sobre todo, que no sólo tenga el propósito de recomendar, sino también el de reflexionar en torno a .

Con Cobrador: in god we trust (2007) sucede algo interesante al respecto. Al buzón electrónico de este juntapalabras llegó un mensaje con tal cantidad de comentarios alusivos a la cinta --con la que Paul Leduc regresó a la realización cinematográfica luego de una pausa quinceañera--, que además de suscitar la minirreflexión inicial en torno al uso de comentarios ajenos, le hizo ver que buena parte de lo que podría decir ya está dicho y consignado en diversos medios. Así pues, lo repite aquí quien lo dijo primero, mientras este servidor se limita a suscribir.


Isela Vega

Para Marco Müller, director del Festival de Venecia, Cobrador es nada menos que “una de las películas políticamente más poderosas de los últimos años [...], que habla por más de un Continente.”

Juan Sardá Frouchtmann, del español El Mundo , dice de ella que es “una obra magistral, una de las películas más rotundas y polémicas del año [...] un film extremo en todo.”

Mi querido colega Rafael Aviña, en Reforma , no se anda con medias tintas, pues para él Cobrador ha sido “realizada con maestría y solvencia técnica deslumbrante [...] una obra mayúscula y universal [...] está llamada a ser un impactante clásico de culto del presente siglo.”

En France Press dicen: “De lo más innovador [...] con mirada casi documentalista, retrata un mundo indignado por las injusticias sociales, en el que la agresividad resulta la única arma.”

Pablo O. Scholz, que escribe en el argentino Clarín, afirma: “vaya que tiene escenas polémicas [...] Las películas no son culpables de la violencia. Algunas sí, ésta no.”

El actor Federico Luppi opina que se trata de “un film de una potencia arrolladora y de duras reflexiones. Es el cine que la inteligencia merece.”

Luis Zanin, del brasileño Estadao , sugiere lo siguiente: “no piense que la película tenga un mensaje político simplista, aunque transmite su recado de forma límpida.”

Para Rolando Pérez Betancourt, del cubano Granma, se trata de “un thriller armado con inteligencia [...] sobre presupuestos estéticos a los que no se les puede aplicar las viejas lógicas de la dramaturgia, que la película no necesita, pues se trata de un filme de ideas encaminadas a encontrar su redondeo teórico (que no estético) en la mente del espectador.

En la española Fotogramas, Manuel Yáñez Murillo sostiene que Cobrador es “una inquietante radiografía del perfil más oscuro de la globalización.”

David Brooks, corresponsal de este diario, lo resume así: “Incidentes de violencia extrema que al inicio parecen arbitrarios, pero que poco a poco revelan una clave de lo que nos empapa en este mundo.”

Finalmente, dos de internet. En un blog --http://bioteca.blogspot.com-- alguien dio perfecto en el blanco: “Uno va a verla con ciertos prejuicios sobre su violencia, pero nada que ver con la crueldad explícita y gratuita de los filmes norteamericanos.”

En cineymedios.com.ar afirman lo siguiente: “[ Cobrador ] No mira para otro lado: es un coctel claramente explosivo cargado de ideología y presentado sin medias tintas. “¡Ideales adolescentes!”, dirán algunos. ¿Pero qué mejores ideales que los que se tienen antes de ser domesticados “socialmente”?

(Continuará)