Usted está aquí: viernes 25 de enero de 2008 Ciencias El Instituto Venter, a un paso de la creación de organismo artificial

Investigadores en Estados Unidos producen el primer genoma sintético de una bacteria

El Instituto Venter, a un paso de la creación de organismo artificial

Es una proeza técnica, pero falta mucho, objeta Helen Wallace de GeneWatch

Esperanzas y temores de científicos ante la falta de un marco jurídico

En la mira, el calentamiento global

Afp

Washington, 24 de enero. Investigadores estadunidenses del Instituto Venter produjeron el primer genoma sintético de una bacteria, etapa crucial para la creación del primer organismo vivo artificial, cuyas aplicaciones potenciales son desde la producción de biocombustibles hasta el tratamiento biológico de desechos tóxicos.

Se trata de la mayor estructura de ADN –elemento base de la vida– jamás fabricada por el hombre, subrayaron los autores de esta investigación publicada en la revista Science del 24 de enero.

“Este es un avance alentador para nuestros investigadores y esta disciplina”, celebró Dan Gibson, principal autor del estudio, en el cual también participó Craig Venter, fundador del instituto y controvertido pionero de la biotecnología.

“No obstante, seguimos trabajando hacia la meta final de insertar un cromosoma sintético en una célula y lograr así la creación del primer organismo artificial”, añadió.

Se trata, de hecho, de crear una bacteria nueva por completo injertándole un genoma fabricado a medida para que pueda cumplir una función específica.

“Hemos mostrado que es posible crear artificialmente grandes genomas y ajustar su tamaño, lo que abre el camino a potenciales aplicaciones importantes como la producción de biocombustibles”, explicó el doctor Hamilton Smith, del Instituto Venter y uno de los coautores del trabajo.

Esta investigación “representa la segunda de tres etapas hacia la creación de un organismo vivo enteramente artificial”, precisó Dan Gibson.

La primera etapa fue franqueada en 2007 con la exitosa transferencia del genoma de una bacteria a otra bacteria, convertida en una especie diferente en el proceso.

Para la etapa final, sobre la cual ya trabajan los investigadores del Instituto Venter, intentarán crear una célula artificial de bacteria basada enteramente en el genoma sintético de la bacteria Mycoplasma genitalium que acaban de fabricar.

La bacteria Mycoplasma genitalium posee uno de los genomas celulares más pequeños conocidos, con poco más de 580 genes, de ahí su interés para los investigadores. En comparación, el genoma humano cuenta con casi 30 mil.

“Cuando comenzamos esta investigación sabíamos lo difícil que sería llegar a un resultado, ya que nos aventurábamos en territorio desconocido”, subrayó Hamilton Smith.

Pero otros científicos son más cautos, estimando que Venter y su equipo todavía están lejos de poder crear vida artificial.

Eckard Wimmer, profesor de biología molecular en el Departamento de genética molecular de la Universidad de Nueva York, se pregunta por qué el Instituto Venter no pudo ya, con este genoma, recrear un organismo artificial.

Subrayó un comentario de los autores al final del estudio indicando que “el vector tal vez no era viable para transplantes experimentales”. Una opinión compartida por Helen Wallace, bióloga y portavoz de GeneWatch Gran Bretaña, quien estimó que aunque el equipo de Venter ha logrado una proeza técnica, no es vida artificial.

“Venter no es Dios (...) Está a un largo camino de crear vida”, dijo a la Afp

Vacío legal

El anuncio de la elaboración del genoma de una nueva bacteria por manipulación genética, primer paso para la creación de organismos artificiales al servicio del hombre, suscita tantas esperanzas como temores por falta de un marco legal y jurídico que le ponga límites.

Lo cierto es que existe un gran desfase entre las hazañas en laboratorio y el debate en la calle sobre la conveniencia de crear o recrear vida.

“Si usted preguntara a alguien sobre la biología sintética, resultaría difícil encontrar incluso a una persona entre mil que hubiera oído hablar de ello”, declaró a la Afp Nigel Cameron, presidente del Instituto de Biotecnología y del Futuro del Hombre en el Instituto Tecnológico de Illinois.

En una entrevista concedida en 2007 al Financial Times, Venter predijo que su bacteria modificada acarrearía cambios en la industria bioquímica, un mercado que vale miles de millones de dólares.

La compañía Synthetic Genomics de Venter, que firmó un acuerdo con la petrolera British Petroleum (BP), también se ha comprometido a crear un microorganismo que absorba dióxido de carbono (C02) para poner al mundo al abrigo del calentamiento climático incontrolado.

Pese a que la creación de vida artificial parece próxima, ningún gobierno u organismo internacional se ha preocupado en regular o acotar este campo.

 
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