Usted está aquí: sábado 26 de enero de 2008 Opinión Memorial de agravios

Miguel Concha

Memorial de agravios

En el contexto de las numerosas, importantes, bien planeadas, organizadas, conducidas, desarrolladas, concurridas y muy participadas actividades del Foro Social Mundial-México 2008, que sin lugar a dudas marca un momento oportuno en la amplia convergencia de los movimientos sociales y populares en el país y en su intercomunicación e interrelación con las luchas de resistencia contra la globalización neoliberal y sus graves consecuencias en el resto del orbe, se presentó el pasado jueves un informe preliminar del Memorial de Agravios suscrito por la Alianza Democrática de Organizaciones Civiles (ADOC), que lleva también como subtítulo el de “Democracia y derechos humanos en México”.

La ADOC es una articulación formada por más 80 organizaciones y redes de organizaciones civiles del norte, centro y sur del país, que en un proceso de encuentros regionales convergieron finalmente en octubre de 2006 en un encuentro nacional, en el que decidieron asumir esa denominación. Son organizaciones y redes que vienen de una larga tradición mexicana que desde los años 60 del siglo pasado impulsa los derechos humanos y la democracia en todos los ámbitos de la convivencia social.

Como millones de ciudadanos y ciudadanas, están convencidas de que es posible otro proyecto de país más incluyente, y luchan por propuestas que frenen el retroceso económico, cultural y político, así como por generar un consenso sobre la necesidad de reformas sociales que permitan realmente transitar hacia la democracia, ofreciendo avances concretos y viables, basados en la capacidad ciudadana para orientar hacia un desarrollo sustentable e incluyente. Por ello coinciden en la necesidad de definir reformas cuyo centro no sean las políticas compensatorias, sino una reforma social del Estado, basada en políticas de redistribución de la riqueza y en los derechos humanos, con amplia participación ciudadana.

En una reunión sobre la coyuntura y las perspectivas de la sociedad civil, realizada en la ciudad de México el 13 de julio de 2007, se tomó el acuerdo de impulsar la elaboración de un libro sobre la constante violación de los derechos humanos en nuestro país, desde la visión civil. Se coincidió en que tanto en el ámbito nacional como en el internacional, el común denominador es el serio deterioro que han sufrido los derechos humanos en su concepción más amplia, no sólo los civiles y políticos, sino también los económicos, sociales, culturales y ambientales.

Aunque se hizo énfasis en la coyuntura actual, es evidente que en México dicho deterioro proviene de las políticas instrumentadas por los gobiernos anteriores, sobre todo por el del sexenio pasado. A pesar de las estrategias de organización, resistencia y movilización impulsadas por diversos sectores-actores de la sociedad: comunidades y organizaciones indígenas, organizaciones gremiales, organismos civiles, organizaciones sociales e incluso población abierta, no se ha podido detener el avance incontrolable de una derecha que se caracteriza por el autoritarismo, la represión como forma de solución, y la exclusión en el diseño y en las decisiones sobre las políticas públicas que afectan a todo el conjunto y comprometen los recursos y bienes patrimoniales de la nación entera. Más aún, las formas de concebir la vida y la sociedad sufren un retroceso significativo. Muchos años de esfuerzos y luchas sociales para conseguir el reconocimiento y el respeto a la diversidad y pluralidad cultural, étnica, sexual, política, religiosa y de capacidades diferentes, son ahora puestas en tela de juicio, imponiendo desde las acciones de gobierno concepciones y estrategias atrasadas, conservadoras y excluyentes.

Por ello la ADOC decidió no sólo documentar y sistematizar algunas de las graves violaciones a los derechos humanos cometidas en los últimos años en el país, sino evidenciarlas y denunciarlas ante la opinión pública y en diferentes ámbitos sociales e instancias nacionales e internacionales, para terminar con la impunidad y con el autoritarismo y la acción represora del gobierno, que le da origen. Para la ADOC, la “seguridad” no puede seguir siendo el pretexto para criminalizar las expresiones de resistencia y protesta de la sociedad.

Conviene aclarar que el Memorial de Agravios no tiene el carácter y alcance del que realizan los organismos nacionales e internacionales de derechos humanos, que se plantean sobre todo el litigio para la defensa de determinados casos. Se trata de un ejercicio de documentación, valoración y difusión sobre la violación de los derechos humanos, particularmente contra las expresiones y movilizaciones de resistencia, protesta y lucha social en distintas entidades del país, y hacia diversos sectores o actores representativos de los últimos años. No se trata de duplicar o suplir el trabajo que realizan las organizaciones y redes especializadas. Forma parte, además, de la campaña No más agravios, que se lleva a cabo durante todo este año, para sensibilizar a líderes de opinión, a la ciudadanía y a los representantes de las delegaciones diplomáticas internacionales sobre la dimensión de estos problemas.

 
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