Usted está aquí: miércoles 30 de enero de 2008 Política Empresa canadiense rechaza negociar renta con ejidatarios

La firma Excellon ganó 9 millones de dólares en 2006

Empresa canadiense rechaza negociar renta con ejidatarios

Patricia Muñoz Ríos

Luego de haber rentado durante tres décadas 27 hectáreas para explotación mineral en Durango, por un pago único de un millón 200 mil pesos, la trasnacional minera canadiense Excellon se niega a renegociar un contrato de arrendamiento “justo” con los campesinos del ejido La Sierrita, propietarios de dichos predios.

La empresa, subsidiaria de la firma internacional Excellon Resources Inc, obtuvo tan sólo en el año fiscal 2006 una ganancia de 9 millones de dólares de ingreso neto y en 2007 invirtió 11 millones de dólares en exploración del mismo proyecto minero, en La Sierrita, denominado La Platosa.

Sin embargo, sus directivos se niegan a negociar con los ejidatarios, los cuales piden una renta anual de 20 mil pesos por hectárea, lo que significaría poco más de 540 mil pesos en total, en tanto que la empresa les ha ofrecido 3 mil pesos por hectárea.

El caso fue difundido por la organización Proyecto de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, la cual señaló que los ejidatarios presentaron su pliego petitorio, que incluye una renegociación justa, ya que en 2004 la empresa pactó un contrato de explotación de la mina, el cual contiene irregularidades, y los ejidatarios lo firmaron bajo amenazas y engaños.

La organización indicó que en diciembre pasado, representantes del ejido y la compañía iniciaron una negociación, que atestiguaron el subsecretario de Gobierno la región de La Laguna, en Durango, y funcionarios municipales, sin embargo, no se produjeron avances, debido a que la empresa les ofrece una sexta parte de lo que los campesinos demandan.

El 14 de enero pasado los ejidatarios bloqueraon la entrada de la mina, tras el retiro en esta mesa de diálogo de la compañía Excellon y varios incumplimientos a los llamados a la negociación que se hicieron desde octubre de 2007.

Es decir, los directivos de la trasnacional canadiense ya habían aceptado renegociar el arrendamiento que se había pactado en 2004, pero luego se negaron a sentarse a negociar y simplemente dijeron que no se iban a presentar.

Los campesinos incluso demandan el cumplimiento de la cláusula de contratación de los miembros de la comunidad, lo cual no se ha satisfecho, a pesar de estar asentado en el contrato, y exigen que se incluyan cláusulas sociales y ambientales, como la contratación de un sistema de agua potable y de drenaje, ya que la comunidad carece de estos servicios, así como un proyecto de reforestación de la zona.

 
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