Usted está aquí: lunes 4 de febrero de 2008 Cultura Homenaje en Bellas Artes al poeta y editor Raúl Renán

Un enamorado de la grafía de las letras: De la Borbolla

Homenaje en Bellas Artes al poeta y editor Raúl Renán

Destacan su “fascinación fetichista” por las palabras

Carlos Paul

Con motivo de sus 80 años de vida, por su pasión a la palabra y experimentación poética, este domingo se le rindió un homenaje al poeta, narrador, editor y tallerista literario Raúl Renán (Mérida, Yucatán, 1928) en la sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes.

Ante una sala abarrotada por amigos, alumnos y colegas, entre los que se distinguía a Ali Chumacero, la también poeta Dolores Castro definió a Renán como uno de los poetas “que detienen las palabras en su fluir, que las emplean como recién nacidas para obligarlas luego a saltar brillantes, flotar inteligentes e imaginativas en el río del lenguaje”.

Renán –abundó Castro–, “al fomentar el río de las culturas mayas, grecorromana clásica, Siglo de Oro español, otorga así al lenguaje de hoy y su habla nuevo brillo y esplendor cuando escribe en cualquiera de los géneros que ha practicado: poesía, narrativa y ensayo”.

Es un poeta “en el que siempre se aprecia originalidad. Todos estos años se ha dedicado a desentrañar lo más humano del hombre”, expresó Castro.

En el acto estuvieron también presentes Óscar de la Borbolla, Leopoldo Ayala, Humberto Musacchio e Iván Leroy, como moderador, quienes coincidieron en resaltar el ingenio, virtuosismo, nobleza, invención y libertad poética del escritor yucateco, así como sus recurrentes juegos e inquisiciones sobre las palabras y la escritura.

Renán, además de ser un amante de la poesía en su sentido clásico, “nos ha obligado a reparar en el dibujo que trazan las grafías. En esa mezcla de literatura y dibujo”, explicó De la Borbolla, quien ubicó al autor entre un tercer grupo de escritores que “más allá del amor por el lenguaje, presentan lo que podría llamarse una fascinación fetichista por el aspecto cósico de las palabras, es decir, están enamorados de la grafía de las letras, del ideograma que dibujan las palabras, del sonido de las vocales y hasta de esa lógica estructurante que son los signos de puntuación”.

Tallerista destacado

Una de las facetas igual de importantes de Renán, es la de tallerista, apuntó Enzia Verduchi, nueva titular de la Coordinación Nacional de Literatura del INBA.

Actividad que comenzó en 1978, cuando el escritor Gustavo Sáinz lo llamó para iniciar en México los talleres de poesía auspiciados por dicha institución. Creó en la década de los 70 las publicaciones La máquina eléctrica y Voces verdes, las cuales sirvieron de escaparate para los jóvenes escritores.

Sus esfuerzos editoriales abarcan también soportes no convencionales, tales como la editorial De Papeles y la colección Fósforos; con esta última la idea fue difundir la poesía mediante cajas de cerillos.

Raúl Renán es autor, entre otros volúmenes, de Los niños de San Sebastián, Los urbanos, Comparsa, Viajero en sí mismo, Henos aquí, la antología El libro de las queridas cosas y el más reciente, Rostros de ese reino.

 
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