Premios Nacionales de Ciencias y Artes 2007

Silvia Torres fue galardonada en el rubro de Ciencias Físico-Matemáticas

Falta una política de Estado “decidida y clara” que apueste por la ciencia

Ni remotamente imaginé ser astrónoma, pues ingresé a la preparatoria para estudiar química, expresa

Arte y frivolidad, también son parte de mi interés, dice

Emir Olivares Alonso

La ganadora del Premio Nacional de Ciencias y Artes 2007 en la categoría de Ciencias Físico-Matemáticas, Silvia Torres Castillejas (DF, 1940), considera que falta una política de Estado “mayor, decidida y clara” que apueste por la ciencia y la tecnología.

La investigadora del Instituto de Astronomía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) está feliz de haber sido distinguida con el máximo reconocimiento que otorga México a sus investigadores y artistas. No obstante, admite con modestia:

“Es el premio más importante que da el país, me siento muy orgullosa, satisfecha, pero a la vez un poco preocupada, porque podría no merecerlo, posiblemente hay otros colegas con más méritos.

“Pero qué bueno que me lo dieron a mí, son sentimientos encontrados donde predomina la alegría.”

Orgullo por la UNAM

Universitaria de cepa desde hace varios años, Silvia Torres Castillejas bromea acerca de esa condición: “Estoy inventariada en la UNAM”.

Y es que desde su ingreso a la Escuela Nacional Preparatoria, en 1956, en San Ildelfonso, la astrónoma ha estado ligada a la máxima casa de estudios, salvo cuando estudió el doctorado en la Universidad de California, Estados Unidos, por lo que asegura que el premio es en parte un reconocimiento a la UNAM.

Integrante de la Academia Mexicana de Ciencias y de una familia de científicos –su esposo es uno de los astrónomos más reconocidos en el país, Manuel Peimbert, profesión que también comparten con su hijo, mientras que su hija se dedica a la bioquímica–, la investigadora narra que su interés al ingresar a la UNAM era dedicarse a la química, para laborar en el sector industrial, debido a que desconocía que existiera la ciencia y la investigación.

“Ni remotamente lo imaginaba (ser astrónoma). Ingresé a la preparatoria pensando que llegaría a química, ahí me di cuenta que existía la Facultad de Ciencias y que había la posibilidad de estudiar física, entonces ingresé a esa escuela y cambié de giro, supe que había la posibilidad de estudiar astronomía, entonces viré y ahí me estacioné, aunque tuve también algunas veleidades con el cómputo.

“El cambio no se debió a un momento de iluminación, fue a través del conocimiento, no sabía que existían esas oportunidades y esas carreras, la facultad era una escuela muy pequeña, de unas cuantas personas.”

Pionera en México

Torres Castilleja es una de las primeras mujeres que incursionó en el terreno de la astronomía en el país, sus investigaciones se basan en el estudio de estrellas muy peculiares que concentran una mayor cantidad de oxígeno en lugar de carbono, como la mayoría de los cuerpos celestes.

Se le han otorgado diversos reconocimientos, como el Premio de Ciencias Exactas de la UNAM, además, el Instituto de Ciencia y Tecnología del Distrito Federal la condecoró con la Medalla Heberto Castillo, y se hizo acreedora, hace algunos años, a la medalla académica que otorga la Sociedad Mexicana de Física. “La astronomía es una ciencia tan importante como las demás, y aunque en principio no tiene una aplicación directa, este conocimiento interviene en actividades cotidianas, no sólo en las científicas. A partir de la astronomía se pueden desarrollar otras disciplinas, como la tomografía que estudia el cuerpo humano para temas de salud.

“Muchas técnicas se han desarrollado por razones astronómicas: el láser, por ejemplo, nació entre la física y la astronomía, primero fue un conocimiento abstracto, ahora vemos su uso cotidiano en mil instrumentitos, como el reproductor de discos compactos.”

Entre los grandes maestros que ayudaron a Silvia Torres a “enamorarse” de esta disciplina, figuran personalidades como Guillermo Haro, “quien me dejó un ejemplo de trabajo, compromiso y acercamiento a los jóvenes”; también Arcadio Poveda, Paris Pismish y Luis Rivera Terrazas, “quienes, además de la astronomía, me enseñaron a ser profesional, muy comprometida en lo que una desarrolla”.

Silvia Torres relata que una de las labores que más le apasiona es la docencia: “Me encanta dar clases y estar junto a los jóvenes, aprendo mucho de ellos. Entre otras cosas son muy críticos, por lo que uno no puede ponerse a descansar y dormirse en sus laureles, porque están criticando constantemente, esto es muy bueno”.

La investigadora asegura que pese a su “magia”, la astronomía no es su único interés.

“Me interesan los problemas políticos del país y del mundo, el arte y también la frivolidad. Tengo todos los intereses, pasiones y vicios humanos.”

Superar la tradición

Aunque su situación de género pudo ser un obstáculo para el desarrollo de su profesión, Torres Castillejas relata que dio prioridad a su carrera, pese a las enseñanzas familiares.

“Los compromisos familiares, la crianza de los hijos y el cuidado de la casa por razones sociales han descansado tradicionalmente en las mujeres; no es forzoso que así sea, pero es la tradición, la costumbre.

“Es una dualidad que no se resuelve fácilmente, para mí en algún momento resultó una carga de trabajo muy pesada, por lo que tuve que hacer una reflexión y restructurar mis prioridades. Dejé de lado varios de los temas que me hubiera gustado resolver bien, como tener la casa siempre limpia, arreglada y simpática.”

La científica Silvia Torres ha sido nombrada por la Organización de las Naciones Unidas como enlace de México con otros países para las actividades que se realizarán a propósito del Año Internacional de la Astronomía, que se celebrará en 2009.