Usted está aquí: viernes 8 de febrero de 2008 Política Ackerman: PRI y PAN mantuvieron su predominio en el instituto electoral

Difícil, que el IFE recupere la credibilidad con los nuevos consejeros, advierte

Ackerman: PRI y PAN mantuvieron su predominio en el instituto electoral

Leonardo Valdés bloqueó candidatura de López Obrador en 2000, recuerda el académico

Nacif, “muy cercano” a Calderón; define a Baños como “la mano izquierda” de Beltrones

Alonso Urrutia

La opacidad en la fase definitiva de selección de consejeros electorales en la Cámara de Diputados y la preservación pura de las cuotas de PAN y PRI, tanto de los nuevos integrantes como de los que se mantendrán hasta 2010 serán factores que difícilmente permitirán la recuperación de la credibilidad del Instituto Federal Electoral (IFE) rumbo a los comicios del 2009, sostuvo John Ackerman, especialista del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México.

Manifestó que, en los hechos, el proceso de selección reprodujo el esquema del 2003, cuando PRI y PAN lograron incorporar consejeros afines a sus posturas, situación que se reproduce ahora y el PRD se queda sin nadie que tenga una cercanía ideológica. Lo paradójico, cuestionó, es que entonces el partido del sol azteca protestó por su exclusión y ahora celebra esa marginación.

A su juicio, los tres nuevos consejeros –Leonardo Valdés, Marco Antonio Baños y Benito Nacif– apuntan a mantener el estatus quo en el IFE, a dar por finiquitado –sin profundizar más en las investigaciones– el tema de los espots, o bien a proceder a la destrucción de las boletas electorales dando así por cancelado el proceso para acceder a ellas que se ha promovido entre ciudadanos.

Aseveró que todo apunta a que el nuevo discurso institucional será dejar pasar ya lo sucedido en 2006 y construir hacia el futuro sin mirar atrás. Sin embargo, alertó que sobre la mesa están, en la agenda inmediata, las indagatorias relacionadas con el mercado negro de promocionales que hicieron los partidos, tema que el anterior Consejo General parece haber optado por minimizar.

Ackerman recordó que el nuevo presidente, Leonardo Valdés, tuvo en su desempeño como consejero del Instituto Electoral del Distrito Federal dos posiciones clave: votar en contra de aceptar la candidatura de Andrés Manuel López Obrador como candidato a jefe de Gobierno del Distrito Federal en 2000, y avalar que el entonces candidato panista al mismo cargo, Santiago Creel Miranda, haya rebasado los topes de campaña.

Con esos antecedentes, dijo en entrevista con este diario, cuesta trabajo pensar que Valdés pueda ser considerado como una cuota perredista, cuando su actuación fue favorable al PAN.

Sin embargo, acotó, habrá que esperar su desempeño como consejero presidente para determinar si puede iniciarse la recuperación de la credibilidad del organismo, pero de entrada “parece difícil pensar en un principio de recuperación de la legitimidad del IFE con la designación de estos nuevos consejeros”.

Subrayó que en la reciente reunión de diputados perredistas efectuada en Los Cabos, éstos le plantearon a Javier González Garza cinco nombres para darle mayor flexibilidad en las negociaciones. Sin embargo, entre los nominados no estaba Leonardo Valdés, e incluso, enfatizó, ni en una lista de diez personajes que circuló días después.

El especialista definió a Benito Nacif, postulado por el PAN, como un hombre “extremadamente conservador, muy cercano a Felipe Calderón, que en su momento promovió un desplegado, junto con Héctor Aguilar Camín y otros intelectuales, en contra de la remoción de los consejeros”. Es un “amigo íntimo de Luis Carlos Ugalde” y su llegada sólo puede entenderse como una asignación “pura y fiel” del panismo en el Consejo General.

Para el investigador, Marco Antonio Baños es un personaje de la vieja guardia priísta que dominaba el IFE en los primeros años de su creación: “Es el brazo derecho de Felipe Solís Acero y la mano izquierda de Manlio Fabio Beltrones”.

Se trata, resumió, de un cuadro absolutamente priísta que en su momento fue muy cercano a la entonces secretaria general ejecutiva y actual presidenta del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, María del Carmen Alanís, pues ambos “fundaron la empresa de asesoría a partidos Demos, y de hecho, cuando Alanís la dejó, Baños quedó al frente”.

Ackerman reprochó la opacidad final que tuvo la Cámara de Diputados para decidir. “Tendría que hacer públicas las razones por las cuales Genaro Góngora o Mauricio Merino no pudieron quedar en el nuevo Consejo General del IFE”, concluyó.

 
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