12 de febrero de 2008     Número 5

Directora General: CARMEN LIRA SAADE
Director Fundador: CARLOS PAYAN VELVER

Suplemento Informativo de La Jornada


Éxodo rural

Fomento económico y rural en Latinoamérica,
piden migrantes desde EU

  • Las leyes migratorias deshumanizan a las personas: Óscar Chacón

Lourdes Edith Rudiño

Los envíos de dinero que realizan los migrantes –25 mil millones de dólares para el caso de México en 2007— son “como semillas que caen en un terreno muy adverso”, pues su efecto económico para las familias y localidades receptoras es limitado y de corto plazo. Esas remesas sólo podrán convertirse en factor de desarrollo duradero cuando haya voluntad para generar “un nuevo rubro de políticas públicas en campos como la educación, la vivienda, la salud y el desarrollo de mini, pequeñas y medianas empresas e industrias”.

Óscar Chacón, director ejecutivo de la Alianza Nacional de Comunidades Latino Americanas y Caribeñas (NALACC, por sus siglas en inglés) señala que por eso su agrupación –con membresía de más de 70 organizaciones de migrantes en Estados Unidos (EU)— está enfatizando la capacitación de liderazgos.

“Éstos deben jugar un rol de agentes de cambio, para nuevas políticas de desarrollo económico y comunitario local, regional y nacional, a las cuales ellos contribuyan desde su posición de nacionales en el extranjero.”

Hay que considerar que hay 30 millones de migrantes latinoamericanos y del Caribe fuera de su país, particularmente en territorio estadunidense, y que las organizaciones que los asocian están impulsando los liderazgos de jóvenes. Quieren capitalizar dentro y fuera de EU la fuerza que les da hechos tales como su poder económico, que en 2008 será de un trillón de dólares (por cada dólar de remesas, nueve son gastados dentro de EU).

Generar desarrollo en el origen. El director de NALACC, con sede en Chicago, Illinois, comenta que ante la falta de políticas que protejan la capacidad industrial y productiva nacional en los países de origen, los migrantes de la región, incluidos los mexicanos, ven y seguirán viendo en el éxodo “una manera concreta de alcanzar la superación personal y familiar que su propia nación no les ofrece”.

Y más allá de la coyuntura actual de recesión en Estados Unidos, caracterizada por decrecimiento en la generación de empleos, en el mediano y largo plazos –próximos 18 meses y cinco años, respectivamente—“es altamente probable que los mexicanos continuará emigrando” a ese país si no encuentran en su propia tierra vida digna con empleos remunerados, buenas escuelas, mejor cuidado médico, vivienda adecuada y sentido creciente del valor cultural nacional.

Sobre todo, considerando la posibilidad realista de que dentro de un año EU recupere su ritmo de crecimiento económico, la generación conocida como los baby-boomers entrará más de lleno en un patrón de jubilación laboral, y este país tendrá una constante necesidad de fuerza laboral extranjera.

Odios y simulaciones. Óscar Chacón, nacido en El Salvador y conocido por sus méritos de generar alianzas y fomentar el activismo unido de los migrantes, expresa preocupación por el odio racial y xenofóbico que sufren los latinoamericanos en EU. “De forma eficaz, las fuerzas políticas anti-inmigrantes han logrado dominar el debate público nacional y el legislativo. Un prisma que han venido imponiendo es el de ver a los extranjeros, especialmente a los ‘no autorizados' como una amenaza a la seguridad nacional: consideran a los 12 millones o más de personas que viven en EU sin autorización migratoria como potenciales terroristas”.

Y en particular se habla de la frontera sur de EU como punto vulnerable para el terrorismo. Con mensajes mediáticos, se esconde exitosamente los verdaderos fracasos de la política nacional de este país. Los terroristas del 11 de septiembre de 2001 ingresaron todos a EU con visas legítimas y ninguno por la frontera sur.

Políticas inhumanas. En general, afirma el entrevistado, en todo el mundo las políticas y leyes que regulan el transito y la inmigración de seres humanos “son obsoletas; están divorciadas de la realidad de interdependencia social, política, cultural y económica que el modelo de globalización actual genera. Deshumanizan a los migrantes, al grado de caracterizarlos como si fueran algún tipo de mercancía. El valor de la unidad familiar y el amor a la familia, que tanto predican los políticos en un pais como EU, no aplican para los migrantes, y mucho menos si son ‘ilegales'. El criterio rector de las políticas de inmigración es que los migrantes son una ‘amenaza' para la ‘nación'.”

“Y en los países de origen de los migrantes, se da un problema similar. Hay una carencia de políticas publicas que aseguren el bienestar de la familia, desde los niños hasta los abuelitos. Eso expresa un alto grado de deshumanización, que conlleva a ver como ‘algo natural' la desintegración de millones de grupos familiares en América Latina, especialmente en un país como México. Los costos humanos y sociales de la migración se ignoran sistemáticamente.”

Coincidencias fatales. Óscar Chacón augura una situación difícil para el flujo migratorio mexicano a EU este año. La eliminación en enero de 2008 de los últimos aranceles del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) –en maíz, leche, frijol y azúcar—aumentará las presiones económicas que empujan a amplios sectores a ver en la emigración una manera práctica de aliviar sus dificultades. Sin embargo, al mismo tiempo la economía estadunidense entró en recesión, y “es muy probable que no veamos un incremento notables de la migración mexicana a EU” este año.