Usted está aquí: jueves 14 de febrero de 2008 Sociedad y Justicia La IP mexicana, de tercer mundo; no le interesa la ciencia: Yacamán

Compra tecnología cara y desfasada, dice el investigador

La IP mexicana, de tercer mundo; no le interesa la ciencia: Yacamán

Emir Olivares Alonso

En materia de ciencia y tecnología, es hora de que en México se evalúen menos números para acceder a mayores niveles en los escaños de la investigación (particularmente en el Sistema Nacional de Investigadores) y a más calidad; además, es necesaria una ley que impulse que las universidades se hagan de propiedad intelectual en la generación de su conocimiento, consideró Miguel José Yacamán, investigador mexicano que actualmente colabora en la Universidad de Austin, Texas.

Al participar en una mesa de discusión del Foro Consultivo Científico y Tecnológico, el ex presidente del Instituto Nacional de Investigaciones Nucleares señaló que la ciencia mexicana debe enfocarse en la innovación para generar tecnología, área en la que el país se encuentra estancada. Dijo que si Pemex hubiera invertido en exploración de aguas profundas, ahora no estaría en el dilema de permitir capital extranjero para tal efecto.

El científico advirtió que a la iniciativa privada mexicana no le interesa invertir en ciencia y tecnología. “Los industriales en México son de tercer mundo, porque han vivido comprando tecnología que no es la más reciente, sino desfasada”, lo que no les ayuda a competir a escala internacional, lo que sí harían de apostar por la generación de patentes.

El investigador, uno de los físicos más destacados del país y quien fue aspirante a la rectoría de la UNAM en 1992, señaló que en México “no tenemos un proyecto definido de país”, y no sólo se refirió a representantes de gobierno y académicos, sino a la sociedad en su conjunto. “No hemos logrado interesar a los jóvenes en el desarrollo científico y tecnológico. Las ingenierías cada vez se mueven más a la administración. No hemos convencido a la sociedad de que es importante sostener la ciencia; en los temas de presupuesto, una sociedad convencida de la importancia de ambos rubros es fundamental, porque no es lo mismo que el legislador sea presionado por el científico que por sus representados”.

Recordó que en la década de los 70 “se decía que México estaba mejor que España y Corea, hoy ese tren se nos fue”. En los 90 los comparativos eran con Finlandia, Irlanda y Nueva Zelanda, “otro tren que también se nos fue”, y actualmente se asegura que el país tiene un nivel semejante al de Brasil, India, China y Sudáfrica y, de no reaccionar, México podría quedarse nuevamente atrás.

Advirtió que no hay otra manera de acabar con las desigualdades sociales en el país, sino con mayor empuje en la innovación de ciencia y tecnología.

Clemente Ruiz Durán, coordinador del posgrado en la Facultad de Economía de la UNAM, alertó que no existe interés del sector industrial en la materia, ya que mientras en Estados Unidos, Japón, China y Alemania los empresarios invierten 66, 75, 62 y 69 por ciento, respectivamente, del total de los ingresos para ciencia y tecnología, los mexicanos aportan 30 por ciento.

 
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