Usted está aquí: domingo 17 de febrero de 2008 Sociedad y Justicia Vacío estudiantil en el consejo técnico de Derecho, 1 mes antes de cambiar director

Remueven a alumnos electos e impiden participación de otro en ese órgano

Vacío estudiantil en el consejo técnico de Derecho, 1 mes antes de cambiar director

La Junta de Gobierno emitió ya la convocatoria para suceder a Serrano Migallón

Emir Olivares Alonso

Ampliar la imagen Fernando Serrano Migallón, director saliente de la Facultad de Derecho. La Junta de Gobierno de la UNAM ya emitió la convocatoria para elegir al sucesor Fernando Serrano Migallón, director saliente de la Facultad de Derecho. La Junta de Gobierno de la UNAM ya emitió la convocatoria para elegir al sucesor Foto: Yazmín Ortega Cortés

A un mes de que Fernando Serrano Migallón deje la dirección de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), aún tiene un pendiente: esa escuela no cuenta con cuatro consejeros técnicos alumnos.

Lo anterior, debido a que, en 2007, la justicia federal encontró que el proceso de selección y convocatorias de octubre de 2005 para esos cargos estuvieron “viciados de origen”. Por ello, los representantes del alumnado electos tuvieron que ser removidos y los estudiantes no contarán con representación en la elección de la terna para sucesor en la dirección.

Eduardo Rusconi –alumno destacado de la facultad, quien recientemente estuvo en Corea por intercambio estudiantil– ganó un amparo a la facultad porque se le impidió participar en el proceso de elección a consejero técnico por no presentar un documento con más de 250 firmas de apoyo. Según el juez del caso, esta condición no se advirtió en la convocatoria, donde “la autoridad emisora fue omisa en precisar la disposición legal en la que fundamentó la exigencia relativa a (ese) requisito”.

Un tribunal colegiado otorgó el amparo y la protección de la justicia federal a Rusconi, al ordenar a la facultad, el 29 de marzo de 2007, anular las elecciones en las que “indebidamente” se negó concursar al quejoso, además de remover del cargo de consejeros técnicos a Ricardo Rosas, Mario Mancilla, Christian Bernal y Rodrigo Guerrero, quienes habrían resultado ganadores del proceso cancelado, orden ejecutada por las autoridades de esa escuela el 2 de octubre de 2007.

De acuerdo con la legislación universitaria, el consejo técnico es el máximo órgano de decisión de cada escuela o facultad de la UNAM, en el que se analizan propuestas para modificar planes y programas de estudio, además de que entre sus atribuciones está avalar la terna de candidatos a director de la escuela o facultad.

Se conforma por representantes de todos los sectores; entre ellos, el de alumnos, quienes se encuentran sin representación desde octubre pasado, y aunque la justicia federal no ordenó a la Facultad de Derecho emitir de inmediato una nueva convocatoria, destaca que la Junta de Gobierno de la UNAM ya dio a concer la correspondiente para elegir al sucesor de Serrano, y dada la cercanía de este proceso, todo indica que la representación estudiantil no tendrá voto en este proceso.

Para Rusconi, la decisión “sienta un precedente importante e indica que aun las arbitrariedades en que incurrieron las autoridades de la facultad pueden ser declaradas ilegales por la justicia federal”.

Pero éste no fue el único amparo que perdió una de las escuelas de jurisprudencia más importantes del país durante la administración de Serrano Migallón.

El 15 de marzo de 2005, un juez federal en materia administrativa concedió la protección de la justicia a Mao Américo Sáenz, quien compitió en mayo de 2004 para ser consejero universitario en el área de posgrado de la Facultad de Derecho. El quejoso alegó “fraude” en los resultados. El juez ordenó a las autoridades de la facultad “dejar insubsistente” el acta de dictamen, calificación y declaratoria de la fórmula ganadora y subsanar los hechos para restituir el daño, lo cual se cumplió.

Asimismo, en octubre de 2006, esa facultad negó el registro para la elección de consejeros universitarios alumnos a la fórmula de Amanda Solís y Simón Hernández, con el argumento de que la primera no permaneció dos años continuos en la escuela por haber cursado un semestre antes en Francia. De este proceso resultó ganador Diego Guerrero.

Ante ello, Solís impugnó los resultados con el argumento de que dicho requisito no era aplicable, debido a que la legislación universitaria establece que para acceder a ese cargo se debe tener, por lo menos, dos años de antigüedad en el plantel, mas no que deban ser continuos.

No obstante que su impugnación fue desestimada por la facultad, la justicia federal le otorgó el amparo, a fin de que se le restituya el daño y se reponga el procedimiento de elección. Ello se cumplió, aunque al final fue repuesto Guerrero en el cargo.

El mismo Rusconi tramitó un amparo más en contra de su facultad, luego de que por “razones injustas” fue suspendido por un año en sus derechos estudiantiles por, presuntamente, haber agredido de forma verbal a Martha del Pilar Rábago, secretaria de Asuntos Estudiantiles. Ante ello, Rusconi interpuso un amparo con el que se le otorgó la suspensión provisional de su expulsión temporal. El caso llegó al Tribunal Universitario, donde se resolvió disminuir la suspensión de Rusconi a sólo dos meses, debido a su excelente desempeño escolar.

 
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