Usted está aquí: viernes 22 de febrero de 2008 Mundo Derriba EU antiguo satélite espía fuera de control; fue por seguridad, aclara

China y Rusia cuestionan la operación espacial

Derriba EU antiguo satélite espía fuera de control; fue por seguridad, aclara

Afp, Dpa y Reuters

Ampliar la imagen Estados Unidos lanzó ayer un misil Standar-3 desde un buque de guerra en el océano Pacífico para derribar un viejo satélite espía que estaba fuera de control Estados Unidos lanzó ayer un misil Standar-3 desde un buque de guerra en el océano Pacífico para derribar un viejo satélite espía que estaba fuera de control Foto: Reuters

Honolulu, 21 de febrero. Estados Unidos derribó hoy mediante un cohete lanzado desde un buque de guerra en el Pacífico un antiguo satélite espía que estaba sin control, a fin de impedir que el artefacto cayera en la atmósfera de la Tierra con el tanque de combustible altamente tóxico y evitar daños a la población.

China y Rusia expresaron preocupación sobre la operación y las consecuencias que puede tener para la seguridad en el espacio. Pekín pidió a Washington respetar “sus obligaciones internacionales” e informar ampliamente sobre el caso, y Moscú sugirió que podría encubrir la prueba de una nueva arma espacial.

El secretario de Defensa de Estados Unidos, Robert Gates, dijo que la exitosa destrucción del satélite demostró que el sistema de defensa antimisiles está funcionando, y que ahora “la cuestión es qué tipo, cuán grande y cuán sofisticada es la amenaza (que enfrenta Estados Unidos)”.

A última hora del miércoles, el buque de guerra USS Lake Erie disparó un misil SM-3 táctico modificado que alcanzó el satélite estadunidense, del tamaño de un autobús, a 250 kilómetros de altura sobre el Pacífico a una velocidad de 11 mil 265 kilómetros por hora, informó el Pentágono.

“Hicimos varias pruebas exitosas y el hecho de que el Congreso haya aprobado por mayoría abrumadora en los últimos años miles de millones de dólares para continuar con el programa de misiles defensivos, es testimonio de que la cuestión sobre si funciona está superada”, insistió Gates.

Interrogado sobre la solicitud de China para que Washington proporcione información sobre el derribo del satélite, Gates afirmó que estaban dispuestos a “compartir lo que, de manera apropiada, podamos”, y defendió que la actitud del gobierno estadunidense ha sido de “completa transparencia y permitiendo a todos saber lo que estaba pasando y la finalidad de la acción”.

El ejército estadunidense negó que el derribo haya sido planeado como una demostración de fuerza y aclaró que su único objetivo fue proteger a la población de un satélite fuera de control cargado con un tanque de media tonelada de hidracina, combustible altamente tóxico que puede atacar el sistema nervioso central y ser mortal en fuertes dosis.

Voceros militares dijeron que el misil redujo el satélite a piezas del tamaño de un balón, aunque el Pentágono dice no estar ciento por ciento seguro de haber destruido el tanque de combustible. “Hasta ahora no hemos visto nada más grande que un balón de futbol”, declaró el jefe adjunto del estado mayor conjunto estadunidense, general James Cartwright.

El gobierno de George W. Bush, quien durante la semana autorizó el derribo, advirtió que sin esta intervención el satélite averiado hubiera llegado a la atmósfera terrestre el 6 de marzo y se habría estrellado en un punto impredecible.

“China sigue de cerca los posibles perjuicios para la seguridad en el espacio y para los países afectados, causados por la acción estadunidense”, declaró el vocero del Ministerio de Relaciones Exteriores, Liu Jianchao, al pedir que Estados Unidos dé información sobre el incidente “para tomar precauciones”.

Washington negó buscar encubrir secretos tecnológicos o estar haciendo una demostración de poder, rechazando cualquier paralelismo con China, que usó sus misiles para derribar un viejo satélite meteorológico en enero de 2007.

A su vez, Rusia advirtió contra la militarización del espacio. El experto se seguridad y ex jefe del Consejo de Seguridad ruso, Andrei Kokoshin, aseguró que Estados Unidos derribó el satélite para hacer una nueva demostración de su poderío militar, pues se trata de una “nueva etapa en la militarización del cosmos”.

La semana pasada, durante la conferencia sobre desarme celebrada en la sede de la Organización de Naciones Unidas en Ginebra, Rusia y China presentaron un proyecto destinado a prohibir las armas en el espacio, que fue interpretado como una respuesta al plan estadunidense de crear un escudo antimisiles en Europa.

 
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