Usted está aquí: sábado 23 de febrero de 2008 Espectáculos Devela cinta acciones de Ecatepec en favor de migrantes centroamericanos

Proyectan al aire libre el documental Mi vida dentro, en el contexto del Ficco

Devela cinta acciones de Ecatepec en favor de migrantes centroamericanos

Expone el caso de la mexicana Estela Olvera, quien enfrenta un juicio en Austin, Texas

El gobierno local instaló un sitio para apoyar a los viajeros que pasan por el municipio

Tania Molina Ramírez (Enviada)

Ecatepec de Morelos, estado de México. El municipio más poblado del país se proclamó “santuario” de migrantes centroamericanos que van de paso, en tren, hacia Estados Unidos, y su ayuntamiento busca mecanismos para apoyar a sus propios migrantes en el país vecino.

Todo esto salió a relucir el miércoles pasado, cuando, por primera vez y como parte de un reciente impulso a la cultura, se exhibió una película al aire libre en la plaza principal de Ecatepec. Se trató del documental actualmente nominado al Ariel, Mi vida dentro (Lucía Gajá, 2007), sobre Rosa Estela Olvera Jiménez, de 25 años, originaria de este lugar, que migró a Estados Unidos y, desde 2005 cumple una sentencia de 99 años en Austin, Texas, tras un juicio lleno de irregularidades.

“Cien mil personas de este municipio están en Estados Unidos y muchos padecen injusticias como las que hoy vimos”, dijo el alcalde José Luis Gutiérrez Cureño, tras la proyección de la cinta. Pero advirtió: “no podemos contestar con lo mismo: tenemos la posibilidad de expresar la generosidad de este municipio, de tratar de no repetir los errores que allá cometen”. En esa lógica se fundó, el pasado 14 de diciembre, la Casa del Migrante, y se declaró a Ecatepec “santuario”.

El alcalde explicó a La Jornada que el ayuntamiento simplemente se suma a la ayuda que la población ya ofrecía a los migrantes al lado de las vías del ferrocarril: “La casa está en el mismo lugar donde las vecinas les daban a los centroamericanos tortas, los dejaban pasar al baño; antes, la polícía no permitía esas acciones; inclusive agredía a los migrantes”.

Está prohibido que la fuerza policial local detenga migrantes. Desde enero de 2007 no ha habido “ninguna detención”, y asegura que tampoco permiten que las fuerzas federales ni estatales los detengan.

Tras la instalación de la Casa del Migrante primero hubo desconfianza: “Tardó un mes en llegar el primer migrante. Lo enviaron de Tultitlán, le dijeron ‘en Ecatepec hay un lugar donde te pueden atender’”, siguió el alcalde. Cuando partió difundió la noticia. Ahora, la Casa atiende a unas 30 personas a la semana.

En la práctica, explicó, el nuevo trato al migrante centroamericano es el siguiente: la policía local los acompaña a la Casa del Migrante, donde les hacen un examen de salud y les ofrecen comida y descanso.

De enero de 2007 a la fecha se ha brindado asistencia a 15 accidentados por el tren, y en algunos casos se ha pagado la repatriación. Por otro lado, se han cubierto costos de repatriación de ecatepenses muertos en Estados Unidos.

En la misma explanada se montó una exposición fotográfica con el tema de los migrantes centroamericanos y la solidaridad que reciben en la República.

Gutiérrez anunció que Edimburgo, Texas, quiere hermanarse con Ecatepec: “Hay que hacerlo y plantear que también levante la voz (respecto de los derechos de los migrantes)”. De la misma manera, el municipio mexiquense busca establecer relaciones cercanas con más gobiernos locales estadunidenses.

Por otro lado, respecto del caso de Rosa Olvera, el alcalde dijo en entrevista que el ayuntamiento se comprometía a “respaldar política y financieramente” los esfuerzos encaminados a reabrir el caso. Y que Desarrollo Integral de la Familia “atienda a sus familiares (la madre e hijos de Rosa)”.

“Hasta la Luna se apenó”

Cientos de personas siguieron la cinta, atentas, con rostros serios sin revelar lo que sentían. Un vientecillo refrescaba la noche y, al fondo, la Luna poco a poco se eclipsaba.

“Hasta la Luna se apenó por esta injusticia”, comentó el alcalde.

Tras la cinta, proyectada como parte del Festival Internacional de Cine Contemporáneo de la Ciudad de México, se distribuyó una carta para ser firmada, la cual, entre otras cosas, afirma: “Todos y todas entendimos, pues, a pesar de ser mexicanos y mexicanas, somos inteligentes (en la cinta, la fiscal dice que a pesar de ser mexicana, Rosa es inteligente), que te condenaron desde el inicio. Que nunca creyeron en tu inocencia; que te trataron injustamente; que fueron racistas contigo; que te discriminaron por ser mujer, pobre, indocumentada y mexicana”.

Más adelante sigue: “Queremos decirte que no estás sola. Que ni las rejas de tu celda ni los muros de la cárcel, ni la migra, ni la frontera, ni los miles de kilómetros te separan de nuestros corazones. Estamos contigo, con tu causa. Queremos decirte que tu madre tampoco está sola. Que los ecatepenses y otros mexicanos y mexicanas que sabemos tu historia estamos con ella, la acompañamos en su fortaleza y la admiramos por su sabiduría”.

Se juntaron 87 firmas (para suscribirla y enviar mensajes a Rosa: [email protected]).

Quizá esto ayude a cambiar la percepción de Estela Jiménez, madre de Rosa, quien asistió a la proyección acompañada de tres nietos y su consuegra, ya que dijo que dentro de su comunidad no encuentra ayuda. Tampoco de las autoridades estadunidenses: “En octubre traté de sacar una visa; dije que iba a visitar a mi hija y me la rechazaron”. Pero doña Estela tiene la esperanza de que esta cinta y su proyección ayuden a abrir el caso.

 
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