Usted está aquí: lunes 25 de febrero de 2008 Espectáculos A ritmo de candombe y samba concluye festival del tambor

Del Ángel a la Alameda, desfile de la quinta edición

A ritmo de candombe y samba concluye festival del tambor

Tania Molina Ramírez

Ampliar la imagen Integrantes de escuelas de Colombia, Brasil, Uruguay, Bolivia, Honduras y México participaron en la celebración Integrantes de escuelas de Colombia, Brasil, Uruguay, Bolivia, Honduras y México participaron en la celebración Foto: Cristina Rodríguez

El quinto Festival del Tambor y las Culturas Africanas culminó este domingo con una fiesta de ritmos provenientes de Colombia, Brasil, Uruguay, Bolivia y Honduras.

A lo largo de la avenida Paseo de la Reforma, desde el Ángel de la Independencia hasta la Alameda Central, y bajo un fuerte sol de mediodía, desfilaron los personajes del carnaval, con integrantes de todo tipo: desde el hondureño Black Soul Men, con miembros de la población garífuna, hasta un grupo uruguayo tocando candombe. Desde las aceras, los capitalinos miraban y alguno por ahí incluso bailaba.

Los esclavos que venían en un barco de África armaron una rebelión, lograron escapar y se refugiaron en la isla de San Vicente, frente a Venezuela. “Nos mezclamos con los nativos y durante más de 150 años fuimos un pueblo libre”, dice, con gran orgullo, César Rochez, de Black Men Soul (Honduras). Fue así como lograron preservar su cultura y crear un sincretismo con los nativos. El nombre del grupo es en inglés, aclaró, simplemente para que sea entendido en muchos lugares. Él lo traduce como el alma de los hombres negros (que sería Black Men’s Soul). Y esta alma, dijo Rochez, es el tambor.

Tambores hubo de todo tipo durante el desfile: desde pequeños hasta los enormes, como de banda militar.

También hubo un arcoiris de ritmos, en el cual destacó La Tambora de Gilbert, cuyos integrantes provienen de distintas partes de Colombia.

Los bolivianos, con coloridos trajes y sombreros con plumas y pompones verdes, amarillos y rojos, bailaban, como a saltos, a ritmo de música grabada. Al frente de este nutrido contingente ondeaba la multicolor bandera indígena de Bolivia.

El grupo uruguayo iba al ritmo del candombe, la música de la pequeña población negra del país sudamericano, que se toca sobre todo en tiempos de carnaval.

De México había presencia de un grupo de Pinotepa Nacional (en la costa oaxaqueña hay población negra), de una escuela de samba y de diversas agrupaciones de batucadas y de capoeira angoleña y brasileña. Entre los grupos de capoeira estaba la Banda do Saci, que llevaba un ritmo que sonaba guerrero; inclusive la actitud era como de resistencia.

Vistosa indumentaria

También estaba la agrupación de danza Yanga, con vistosa indumentaria; por ejemplo, una pareja de personas iban cubiertas de pies a cabeza con un traje hecho de una especie de paja, que les daba apariencia de arbusto; otro par iba de negro, con estilo guerrero. Yanga fue líder de una rebelión de esclavos en Veracruz.

Inclusive había niños de una escuela, la primaria y prescolar Monte Albán, en Ciudad Azteca, estado de México, que llevaban el ritmo con palillos y botes de agua.

Entre los últimos contingentes había hasta krishnaítas y bailarinas de danza árabe.

El desfile culminó con una fiesta en la Alameda Central, al son de la música de algunos de los grupos participantes. Así se clausuró este quinto Festival del Tambor y las Culturas Africanas, que se llevó a cabo del 17 al 24 de febrero, y busca “celebrar y reconocer a nuestra tercera raíz, la negra”.

El encuentro es organizado por la Secretaría de Cultura del Distrito Federal, en colaboración con la Universidad Autónoma Metropolitana (ahora impedida de realizar actividades en sus sedes debido a la huelga) y la Universidad Nacional Autónoma de México, entre otras instituciones.

 
Compartir la nota:

Puede compartir la nota con otros lectores usando los servicios de del.icio.us, Fresqui y menéame, o puede conocer si existe algún blog que esté haciendo referencia a la misma a través de Technorati.