Usted está aquí: domingo 2 de marzo de 2008 Sociedad y Justicia Resultan innecesarias 90% de las cirugías de columna vertebral

■ El uso de colchicina, vía intravenosa, efectivo como tratamiento alternativo

Resultan innecesarias 90% de las cirugías de columna vertebral

■ En EU se realizan 300 mil operaciones al año; “se ha convertido en un negocio”, alerta Eloy Ovando

■ Al quirófano, sólo casos de hernia de disco grado 4, recomiendan especialistas

Ángeles Cruz Martínez

Ampliar la imagen En México, la cirugía de columna vertebral para aliviar las hernias discales cuesta alrededor de 200 mil pesos En México, la cirugía de columna vertebral para aliviar las hernias discales cuesta alrededor de 200 mil pesos Foto: Archivo

Hasta 90 por ciento de las cirugías de columna vertebral que se realizan para aliviar las hernias discales se pueden evitar con un tratamiento cuya base es el uso de la planta colchicina, la cual fue probada en más de 7 mil personas en Estados Unidos. En México, más de mil individuos se han sometido a la terapia desde 2005 y han obtenido resultados favorables en más de 90 por ciento de los casos, aseguró Eloy Ovando, director del Centro de la Columna Vertebral SC.

Señaló que 80 por ciento de la población ha tenido dolor de espalda alguna vez en su vida, y de ellos, 10 por ciento es atribuible a la compresión del disco intervertebral. Las causas más frecuentes de la lesión son los accidentes de tránsito y el levantamiento de objetos pesados en forma inadecuada, explicó el especialista.

Ovando resaltó que durante años se ha dado una gran promoción a las operaciones quirúrgicas para aliviar estos males. Sin embargo, dijo, “se ha convertido en un negocio”. En Estados Unidos se realizan 300 mil procedimientos de este tipo, con un costo de 70 mil dólares cada uno. En México, la cirugía cuesta alrededor de 200 mil pesos.

El problema es que en casi la tercera parte de los casos, los pacientes no presentan ninguna mejoría, además de que el riesgo de someterse a una intervención de columna es muy alto, apuntó.

En entrevista, comentó que en 1958 el doctor Michael Rask, fundador de la Academia Americana de Neurología y Cirugía Ortopédica, demostró en Estados Unidos la eficacia de la aplicación vía intravenosa de la colchicina para curar la hernia de disco. Durante 40 años documentó los resultados de la terapia en más de 7 mil pacientes, quienes presentaron una mejoría de 90 por ciento.

Las hernias de disco se originan por movimientos bruscos, ejercicios físicos sin cuidado de la zona lumbar o cervical, accidentes de tránsito donde la causa más común de la lesión es el llamado “latigazo” que afecta la zona del cuello, o el choque por atrás que daña la zona baja de la espalda, explicó Patricia Valdivieso, supervisora médica del centro.

El disco intervertebral se inflama, se sale de su lugar y comprime nervios y ligamentos que pasan por la región posterior de la columna. Esto, indicó la especialista, causa muchos síntomas que van desde dolor, ardor, calambres, adormecimiento, alteración de la sensibilidad, hasta pérdida de fuerza en las piernas.

Dependiendo del grado de la lesión es posible que la inflamación del disco no cause ningún síntoma (grado 1), que exista dolor al agacharse y dificultad para incorporarse nuevamente (grado 2), que el dolor se instale de manera permanente y la persona ya no se encuentre a gusto en ninguna posición (grado 3), y que a causa de la obstrucción total del canal raquídeo exista pérdida de fuerza y sensibilidad en las extremidades inferiores, así como incontinencia urinaria y fecal (grado 4).

Tres pasos

Valdivieso señaló que sólo en los casos de hernia de disco grado 4 es donde se recomienda la cirugía. Todos los demás casos, dijo, son rescatables con un tratamiento conservador.

La propuesta del centro consiste en deshidratar el disco inflamado y devolver al paciente su calidad de vida para que nuevamente esté en posibilidades de amarrar las agujetas de sus zapatos, bañarse y peinarse.

El tratamiento inicia con la aplicación de un suero, vía intravenosa, que contiene colchicina, compuesta por sustancias aceleradoras de la regeneración discal. Según la gravedad de la afectación del disco intervertebral se programan de 10 a 25 sesiones de terapia endovenosa.

En una segunda etapa, explicó la especialista, el paciente es sometido a una ozonoterapia, la que ha demostrado beneficios en la regeneración celular, lo que favorece el alivio del dolor y el resto de los síntomas.

Finalmente, el tratamiento se complementa con terapia física a base de masajes, ultrasonido y láser, entre otros, con el objetivo de fortalecer el tono muscular.

Ovando aseguró que este método ya ha sido comprobado en más de mil personas que han acudido al centro, e informó que se realizó un primer estudio con 50 pacientes a los que se les realizó una resonancia magnética antes y después del tratamiento. La mayoría logró su rehabilitación y están bien física y clínicamente, dijo.

 
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