Usted está aquí: viernes 7 de marzo de 2008 Mundo Marchan más de 200 mil contra paras y gobierno colombianos

■ Movilización en más de 20 ciudades para recordar a víctimas de la violencia de Estado

Marchan más de 200 mil contra paras y gobierno colombianos

■ Al grito de “¡Chávez sí, Uribe no!” la multitud acusó al presidente de “lacayo imperialista”

■ Jóvenes se enfrentan a la policía al terminar la protesta en Bogotá; al menos diez lesionados

Jorge Enrique Botero (Corresponsal)

Ampliar la imagen En repudio a las matanzas perpetradas por el paramilitarismo se manifestaron ayer miles de colombianos y ciudadanos de otros países como Francia, Canadá y Argentina; la imagen, en Bogotá En repudio a las matanzas perpetradas por el paramilitarismo se manifestaron ayer miles de colombianos y ciudadanos de otros países como Francia, Canadá y Argentina; la imagen, en Bogotá Foto: Reuters

Bogotá, 6 de marzo. Como un río furioso cuyas aguas hubieran estado represadas por años, la más grande multitud vista en los últimos tiempos se lanzó hoy a las calles de 21 ciudades colombianas para rendir tributo a las víctimas del paramilitarismo y de los crímenes de Estado.

En esta capital, al menos 200 mil personas caminaron por la céntrica carrera séptima rumbo a la Plaza de Bolívar, que se llenó al menos tres veces a lo largo de casi cinco horas, en las que los manifestantes lanzaron duras críticas al gobierno del presidente Álvaro Uribe.

Las marchas de hoy, que habían sido calificadas por altos funcionarios gubernamentales como “de apoyo a la guerrilla”, fueron una verdadera avalancha humana en la que la mayoría de manifestantes acusó a Uribe de ser aliado de los grupos paramilitares de extrema derecha.

“A la calle, a tumbar al gobierno paramilitar”, gritaban centenares de estudiantes de la Universidad Nacional, mientras que miles de trabajadores de empresas estatales acusaban al mandatario colombiano de “fascista, lacayo imperialista”.

Organizadas por el Movimiento Nacional de Víctimas de los Crímenes de Estado, las marchas tomaron un inesperado rumbo, cuando los participantes se pronunciaron sobre los más recientes hechos políticos, incluida la crisis diplomática con Ecuador y Venezuela. Incluso, numerosos manifestantes marcharon al grito de “Chávez sí, Uribe no”, en medio de los aplausos del numerosos público que se agolpaba a cada lado de la principal avenida de la capital colombiana.

Jaime Caicedo, concejal de Bogotá por el Polo Democrático (izquierda) dijo a La Jornada que la masiva movilización era una contundente respuesta a la idea que han vendido los medios de que Uribe goza del apoyo mayoritario de los colombianos. “Parece que los encuestadores nunca han preguntado su opinión a estos centenares de miles de colombianos”, ironizó.

Cayendo la tarde, cuando la manifestación en la Plaza de Bolívar ya se disolvía, centenares de jóvenes se enfrentaron con la policía que literalmente había ocupado el centro de la ciudad. Los hechos derivaron hacia una verdadera batalla campal que dejó un saldo de al menos 10 heridos, cuantiosos daños en locales bancarios y comerciales, así como un número indeterminado de detenidos.

Uno de los organizadores del homenaje a las víctimas, Iván Cepeda, hijo del senador comunista Manuel Cepeda, asesinado en 1992, confesó a este corresponsal que la magnitud de la marcha había superado sus expectativas y explicó que en ella participaron, además de huérfanos y viudas, miles de campesinos desplazados de sus tierras por las acciones de los grupos paramilitares.

De acuerdo con cifras de organismos especializados, más de cuatro millones de personas han sido víctimas del desplazamiento forzado tras centenares de masacres perpetradas por los paramilitares. En la actualidad, mas de 60 congresistas que apoyaron la elección de Uribe están presos o son investigados por sus vínculos con los escuadrones de la muerte.

Cepeda agregó que también hubo homenajes a las víctimas del paramilitarismo y de los crímenes de estado en 150 ciudades de los cinco continentes.

La Jornada entrevistó también a un grupo de jóvenes asociados en el movimiento “Hijos e Hijas”. Alejandra Gaviria, cuyo padre fue asesinado a comienzos de los años 80 en la ciudad de Medellín, dijo que no permitirá que se olvide este crimen. Explicó que hasta el momento el asesinato de su padre está en la impunidad. “Por eso, uno de nuestros lemas es: ni perdón ni olvido, castigo para los asesinos”.

En las marchas de hoy sobresalieron gran cantidad de coloridas expresiones culturales: pequeñas puestas en escena de la violencia, música y danza.

 
Compartir la nota:

Puede compartir la nota con otros lectores usando los servicios de del.icio.us, Fresqui y menéame, o puede conocer si existe algún blog que esté haciendo referencia a la misma a través de Technorati.