Usted está aquí: sábado 8 de marzo de 2008 Cultura La imposición de un modelo patriarcal relega a las mujeres en el mundo del arte

Disparidad entre géneros

■ Documentos y foros de discusión en el ciberespacio fundamentan esa inequidad

La imposición de un modelo patriarcal relega a las mujeres en el mundo del arte

■ Remedios Varo figura en la colección permanente del único museo en el mundo dedicado a artistas femeninas

■ El Nobel de Literatura sólo ha sido ganado por 10 escritoras en 106 entregas

Fernando Camacho Servín

Ampliar la imagen Integrantes de la Guerrilla Girls, grupo estadunidense de artistas feministas que pugnan por tener iguales oportunidades que los hombres, mediante la presentación de espectáculos en los que recurren al humor y al atrevimiento Integrantes de la Guerrilla Girls, grupo estadunidense de artistas feministas que pugnan por tener iguales oportunidades que los hombres, mediante la presentación de espectáculos en los que recurren al humor y al atrevimiento

Que las mujeres ocupen un lugar secundario frente a los hombres en el mundo del arte, forma parte de una estructura de represión mayor, que todavía sigue imponiendo un solo modelo u orden social definido con una óptica patriarcal.

Esa la conclusión a la que se llega en múltiples documentos y foros de discusión sobre arte y feminismo encontrados en el ciberespacio, que analizan desde perspectivas diversas este fenómeno de disparidad entre géneros.

La gran mayoría de ellos coincide en señalar que no puede explicarse dicha situación en las artes y las ciencias, sin evaluar antes las condiciones económicas e históricas de un país. Habría que rechazar de antemano el mito de que los hombres están mejor capacitados para la cultura y las actividades intelectuales, y las mujeres para la naturaleza y la intuición.

Basándose en ese prejuicio, hasta finales del siglo XIX se prohibía a las mujeres tomar clases de desnudo en las academias artísticas, por considerarse “inmoral”.

A cambio, se estimulaba que participaran en actividades como el bordado o la pintura de cerámica, mejor vistas según los cánones de las sociedades occidentales decimonónicas.

Cambio lento en la literatura

A raíz de los cambios que se produjeron desde los años 20 del siglo pasado, el arte hecho por mujeres comenzó a valorarse mejor. El único recinto en el mundo que se dedica exclusivamente a él es el Museo Nacional de Mujeres Artistas, en Washington, Estados Unidos.

Fundado en 1981, su colección permanente incluye más de 2 mil 500 obras de 700 artistas, entre ellas Camille Claudel, Elizabeth Cattlet, Judith Leyster y Georgia O’Keefe, así como la pintora surrealista mexicana Remedios Varo.

En otras categorías artísticas, como la literatura, el cambio hacia la equidad ha sido notoriamente más lento. Como punto de referencia puede tomarse la concesión del Premio Nobel de Literatura, que ha sido ganado sólo por 10 mujeres en 106 entregas. Entre las galardonadas puede mencionarse a Selma Lagerlöf (1909), Gabriela Mistral (1945), Nadine Gordimer (1991) y Toni Morrison, además de Elfriede Jelinek (2004) y Doris Lessing (2007).

Las letras en español muestran una desproporción todavía mayor. De 31 ediciones del Premio Cervantes, sólo dos veces han sido premiadas mujeres: la filósofa española María Zambrano en 1988, y la poeta cubana Dulce María Loynaz en 1992.

El caso del Man Booker Prize, uno de los más prestigiados en inglés, es distinto. En 28 premiaciones, falladas en Londres, han sido reconocidas 11 mujeres, casi la mitad, entre ellas Kiran Desai (2006), Margaret Atwood (2000) y Arundathi Roy (1997).

 
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