La música, la guerra, la pequeñez intrínseca de la humanidad frente a un mundo que lo supera, son algunas de las constantes en la narrativa de Sandor Marai, autor de Memorias de un burgués, El último encuentro y La hermana, entre otras novelas que reflejan fielmente el espíritu de una Viena pletórica de grandes hombres –Schopenhauer, Rilke, Freud, Klimt, Mahler, Kraus, Schnitzler…–, pero, al mismo tiempo, la Viena donde tenía lugar la decadencia del Imperio Austrohúngaro, caído hace noventa años. “En el destino de una sola persona la fatalidad puede condensarse con la misma intensidad que en el de pueblos enteros”, dice Marai. Del mismo modo, en su obra se refleja la situación de una Europa convulsa, atrapada como hoy entre la ambición de unos cuantos y la posibilidad ominosa de una nueva guerra de dimensiones planetarias. Completan el número un poema de Stavros Vavoúris y una crónica de Esther Andradi acerca de la más reciente edición de la Berlinale.
La música, la guerra, la pequeñez intrínseca de la humanidad frente a un mundo que lo supera, son algunas de las constantes en la narrativa de Sandor Marai, autor de Memorias de un burgués, El último encuentro y La hermana, entre otras novelas que reflejan fielmente el espíritu de una Viena pletórica de grandes hombres –Schopenhauer, Rilke, Freud, Klimt, Mahler, Kraus, Schnitzler…–, pero, al mismo tiempo, la Viena donde tenía lugar la decadencia del Imperio Austrohúngaro, caído hace noventa años. “En el destino de una sola persona la fatalidad puede condensarse con la misma intensidad que en el de pueblos enteros”, dice Marai. Del mismo modo, en su obra se refleja la situación de una Europa convulsa, atrapada como hoy entre la ambición de unos cuantos y la posibilidad ominosa de una nueva guerra de dimensiones planetarias. Completan el número un poema de Stavros Vavoúris y una crónica de Esther Andradi acerca de la más reciente edición de la Berlinale.