Usted está aquí: lunes 10 de marzo de 2008 Mundo Rodríguez Zapatero gana la relección, pero no obtiene mayoría absoluta

■ Ofrece gobernar España “con mano firme y tendida”, y llama a “superar la crispación”

Rodríguez Zapatero gana la relección, pero no obtiene mayoría absoluta

■ Obtiene el PSOE 169 de los 350 escaños del Congreso de los Diputados, por 154 del PP

■ Envía un mensaje de solidaridad a la familia del ex concejal socialista asesinado el viernes

Armando G. Tejeda (Corresponsal)

Ampliar la imagen Tras ganar la relección al frente del gobierno español, el socialista José Luis Rodríguez Zapatero saluda a simpatizantes que se reunieron para celebrar en la sede del PSOE en Madrid Tras ganar la relección al frente del gobierno español, el socialista José Luis Rodríguez Zapatero saluda a simpatizantes que se reunieron para celebrar en la sede del PSOE en Madrid Foto: Ap

Madrid, 9 de marzo. El presidente del gobierno de España, José Luis Rodríguez Zapatero, revalidó su mandato por cuatro años más con una “clara victoria” de su Partido Socialista Obrero Español (PSOE) en las elecciones generales de este domingo, al obtener el respaldo de 43.74 por ciento del electorado, lo que permitió obtener 169 escaños en el Congreso de los Diputados, aunque sin lograr la mayoría absoluta que le habría permitido gobernar cómodamente.

El derechista Partido Popular (PP) ocupó la segunda posición con 154 de los 350 escaños, al obtener 40.13 por ciento de la votación con 97.4 por ciento de sufragios escrutados.

En cambio, en el senado, el triunfo por mayoría simple fue para la derecha con 101 de los 208 puestos, por 89 que alcanzó el PSOE.

Luego de conocer su triunfo, el relecto mandatario lanzó un mensaje conciliador al país e invitó al resto de las fuerzas políticas a superar la “crispación” y el “enfrentamiento”.

Los españoles, dijo Rodríguez Zapatero, “han hablado con claridad y han decidido abrir una nueva etapa sin crispación, que excluya la confrontación y busque el acuerdo en los aspectos de Estado”.

Rodríguez Zapatero compareció ante miles de seguidores que se congregaron en la sede del PSOE en Madrid. Sus primeras palabras fueron de solidaridad y de recuerdo para la familia del ex concejal socialista Isaías Carrasco, asesinado el viernes en Mondragón por la organización armada vasca ETA, así como para las familias de otras cuatro víctimas mortales de la violencia etarra durante su legislatura, en especial de los migrantes ecuatorianos Diego Armando Estacio y Carlos Alonso Palate, que perdieron la vida en el atentado de ETA en el aeropuerto de Madrid en 2006.

“Isaías debería estar viviendo este momento junto a su familia”, dijo el mandatario, quien añadió que “todas las víctimas del terrorismo viven en nuestra memoria”. Luego aseguró que gobernará “con mano firme y tendida”.

Rodríguez Zapatero ahondó entonces en sus principales objetivos a futuro: “Gobernaré profundizando en las cosas que hemos hecho bien y corrigiendo los errores. Gobernaré este nuevo tiempo con el diálogo social y el diálogo político”, dijo.

Afirmó que no ahorrará esfuerzos para lograr siempre el apoyo social y político más amplio que sea posible para asegurar la colaboración entre todas las administraciones.

El mandatario finalizó su discurso con un compromiso: “Defenderé con energía los valores constitucionales, los valores de la convivencia. Hoy, más que nunca, creo que en una España plural y diversa, que vive en libertad y convive con tolerancia. Juntos, los españoles, podemos alcanzar un futuro tan alto como nuestra voluntad y tan profundo como nuestra ambición. Quiero recorrer este camino, alcanzar ese futuro al frente de todos y en compañía de todos”.

Al grito de “¡ista, ista, ista, España es socialista!”, el mandatario español elogió también la alta participación en los comicios, que fue de 75.34 por ciento, y agradeció el gesto del candidato derrotado, Mariano Rajoy, del PP, quien lo felicitó por su victoria.

El PSOE ganó cinco escaños más de los que tiene en la legislatura saliente, mietras el PP tuvo un avance de seis asientos.

Rodríguez Zapatero, nacido en Valladolid en 1960, se convirtió en 2004 en el quinto presidente de la joven democracia española, después de Adolfo Suárez, Leopoldo Calvo Sotelo, Felipe González y José María Aznar.

El líder socialista, jurista de carrera, inició su camino político desde muy joven, si bien fue hasta 1986 –a los 26 años– cuando ocupó su primer escaño en el Congreso de los Diputados de Madrid. Desde entonces inició una carrera política que le llevó a convertirse en julio de 2000 en secretario general del PSOE y, por ende, en candidato a las elecciones presidenciales que se celebrarían cuatro años después.

En su primera cita electoral como candidato socialista venció contra todo pronóstico a Mariano Rajoy, quien hoy sufrió una nueva derrota electoral. Aquellos comicios estuvieron marcados por el atentado del 11 de marzo en Madrid, perpetrado por Al Qaeda y que causó 191 muertos y más de mil 800 heridos. El saliente gobierno de Aznar insistió en defender la tesis de que ETA era la responsable de esa matanza.

A pesar de que los grandes derrotados de la jornada electoral fueron Rajoy y su partido, el PP, los resultados del escrutinio confirmaron que esta formación política, que ha cultivado la crispación en los últimos cuatro años y que durante la campaña enarboló consignas propias de la extrema derecha europea, lejos de perder representación social logró superar sus propios resultados de 2004, al sumar más votos y más diputados que hace cuatro años.

Rajoy encontró en estos datos un motivo para, junto a las centenares de personas que se congregaron ante la sede de su partido, “festejar” el haber subido en votos y en escaños al grito de “Zapatero, embustero” y “Zapatero, dimisión”.

 
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