Usted está aquí: lunes 17 de marzo de 2008 Deportes Pese al mal torneo del América, Cruz Azul fue incapaz de romper la jettatura

■ Las Águilas jugaron con 10 desde el minuto 30 por la expulsión del Woody Sánchez

Pese al mal torneo del América, Cruz Azul fue incapaz de romper la jettatura

■ Romano debutó a varios jóvenes

■ Sabah enfilaba a La Máquina hacia la victoria, pero Higuaín, quien tenía un minuto en el campo, empató

■ Los de Coapa continúan en el sótano

Jorge Sepúlveda Marín

Ampliar la imagen Después del silbatazo final intentaron dirimir a golpes las diferencias que no resolvieron en los 90 minutos de juego Después del silbatazo final intentaron dirimir a golpes las diferencias que no resolvieron en los 90 minutos de juego Foto: Víctor Camacho

El Cruz Azul desaprovechó una de las mejores oportunidades que ha tenido para romper el embrujo que le impide ganarle al América en cinco años, al dejarse empatar 2-2 ayer en su casa e inyectarle el ánimo que requiere para salir de su mala racha, que no del sótano de la tabla general.

Con el resultado, La Máquina suma 16 unidades en el tercer sector, en tanto que el rival alcanzó ocho en el grupo dos y evitó la sexta derrota consecutiva, en la jornada 10 del torneo Clausura 2008.

Los primeros 20 minutos del encuentro, disputado ante un estadio Azul lleno, fueron aburridos, sin una jugada digna de recordar porque ninguno de los rivales tuvo la estrategia de armar una llegada de peligro. Si acaso destacaron los silbidos que la afición azul le dedicó al uruguayo Richard Núñez, ahora vestido de amarillo.

Los dirigidos por el estratega uruguayo Sergio Markarián pusieron a sufrir a la juvenil defensiva del América durante 12 minutos, desde el 27, cuando primero Gerardo Lugo rebotó el balón en el poste derecho, luego en el izquierdo, para que segundos después Jaime Lozano enviara un remate que pegó en el travesaño.

Los momentos de desesperación parecían no tener fin, ya que al minuto 30 el silbante Hugo León Guajardo mostró el cartón rojo a Jesús Sánchez, por derribar a Cristian Riveros, y dejó al alicaído América con 10 jugadores.

El dominio de La Máquina continuaba y al cumplirse el 39 Carlos Bonet sirvió al área, donde Miguel Sabah alcanzó a rematar con la cabeza para abrir el tanteador, lo que fue festejado por la afición de Sangre Azul.

Para la segunda mitad, los anfitriones continuaron con el control de las acciones, pero el recién ingresado Juan Carlos Mosqueda habilitó al paraguayo Salvador Cabañas, quien, gracias a un descuido de la defensiva celeste, controló el balón con el pecho, eludió al portero Óscar Pérez y firmó el de la igualada, al 54.

Los jugadores de Coapa respiraron con más calma, lo mismo que su estratega, el argentino Rubén Omar Romano, aunque, apenas cuatro minutos después, de nueva cuenta Sabah logró rematar de cabeza para marcar el 2-1 y hacer estallar el inmueble, con lo que parecía el cerrojazo.

Relevo salvador

Pero el América estaba dispuesto a vender cara la derrota, por lo que se creció con la desventaja y supo aprovechar el ingreso del argentino Federico Higuaín, quien, luego de recibir un rebote mal despejado de la defensa de Cruz Azul, colocó el balón pegado al poste izquierdo, muy lejos del alcance del Conejo, para igual los cartones a dos.

Lo demás fue historia, sin nada que rescatar, salvo la bronca que se armó de todos contra todos luego del silbatazo final.

Pasada la emoción de los 90 minutos y de la tempestad final, llegó la calma. Markarián admitió que “fue un mal resultado” debido a los dos “gravísimos errores que se cometieron en la zaga”, además de que les faltó la contundencia necesaria al frente.

Y si bien consideró que su equipo propuso y fue adelante siempre, el empate le dolió porque “nosotros perdonamos y ellos supieron aprovechar nuestros errores”, pese a tener superioridad numérica, aunque nada, dijo, puede reprochar a sus muchachos.

Lamentó la pelea que protagonizaron al final jugadores y hasta uno de sus auxiliares, por lo que ofreció disculpas.

Del otro lado, Rubén Omar Romano se mostró complacido con el empate, porque se “sacó con el corazón”, sobre todo porque la mayor parte del encuentro lo jugó con 10 hombres.

El estratega se negó a comentar la rechifla para Richard Núñez, al responder que no “hablo de jugadores en particular, porque éste es un equipo”, y aseguró que el empate le inyecta el ánimo suficiente para seguir por el mismo camino.

 
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