Usted está aquí: miércoles 2 de abril de 2008 Política Convoca el FAP a especialistas y académicos al “gran debate” sobre el futuro de Pemex

■ La UNAM, el IPN, el Instituto Mexicano del Petróleo, intelectuales y ONG, invitados

Convoca el FAP a especialistas y académicos al “gran debate” sobre el futuro de Pemex

■ Debe clarificarse el tipo de transformación que requiere la paraestatal para servir al desarrollo

Andrea Becerril, Roberto Garduño y Víctor Ballinas

El Frente Amplio Progresista (FAP) propuso ayer en ambas cámaras que el Congreso de la Unión convoque a un amplio debate nacional sobre el futuro de Petróleos Mexicanos (Pemex), a fin de clarificar el tipo de transformación que requiere “para servir al desarrollo nacional”.

En el Senado, la propuesta la llevó a tribuna el perredista Carlos Navarrete quien reiteró, en nombre del FAP, que está en juego un modelo de empresa pública que preserve lo que es de los mexicanos o un modelo privatizador “que sólo llevará a socavar el patrimonio que le queda al pueblo de México para salir”, y por ello cualquier reforma a Pemex debe cimentarse en un gran debate nacional.

Igual planteamiento llevó ayer el Frente Amplio a la Cámara de Diputados, aunque quedó pendiente de pasar al pleno hasta el jueves. En el documento, los coordinadores de PRD, PT y Convergencia precisan que al debate se convocará a especialistas e interesados en el tema para que sus voces se escuchen.

De tal suerte que la UNAM, las demás universidades públicas, el IPN, el Instituto Mexicano del Petróleo, intelectuales, técnicos, investigadores y organizaciones podrán expresar ante la nación, en tiempos oficiales del Estado en medios de comunicación, las posiciones en favor y en contra, “como ocurre en las democracias consolidadas”.

Navarrete y el coordinador del PT en el Senado, Alejandro González Yáñez, expresaron en conferencia de prensa que esperan que la propuesta a ese “gran debate nacional” desde el Congreso sea aprobada por las demás fuerzas políticas, ya que no aceptarán “de ninguna manera y en ninguna de sus modalidades, un albazo legislativo”.

Luego, ante el pleno senatorial, el perredista argumentó que es necesario que se abra la discusión pública sobre la reforma a Pemex, porque el debate en esa materia no puede ser superficial, ni reducirse a un simple encuentro entre dirigentes políticos y funcionarios federales.

“Un debate sobre Pemex es más que un encuentro de algún legislador en la oficina del titular del Ejecutivo, o una reunión entre integrantes del partido gobernante, secretarios del gabinete y el responsable de conducir la empresa como director.”

La propuesta fue turnada a la Junta de Coordinación Política, que preside el priísta Manlio Fabio Beltrones.

Mientras, en San Lázaro, el FAP dio a conocer la propuesta, firmada por los coordinadores de PRD, Convergencia y Partido del Trabajo, Javier González Garza, Alejandro Chanona Burguete y Ricardo Cantú Garza, respectivamente, misma que se presentará al pleno en la próxima sesión ordinaria del jueves.

En el documento, el Frente Amplio advierte que sin el rescate de Pemex “se habrá perdido la oportunidad de encontrar los recursos necesarios para transformar al país”.

Expresan que “el petróleo debe seguir siendo del pueblo de México, porque así lo establece la Constitución, porque Pemex ha probado su capacidad técnica, laboral y profesional, porque de la industria petrolera se han obtenido cuantiosos recursos para financiar al gobierno, más allá de los abusos y la corrupción”.

En réplica a la postura oficial, manifestada un día antes, el FAP resalta que la paraestatal es capaz de suministrar combustibles de calidad, a precios competitivos, para satisfacer a clientes nacionales e internacionales.

Sólo una “visión reduccionista” pretende ignorar que Pemex es el instrumento de mayor importancia con que cuenta el país para financiar políticas públicas que alienten su desarrollo económico y social.

“Petróleos Mexicanos es una empresa pública, vital y estratégica; por tal razón, los legisladores del Frente Amplio Progresista nos oponemos a la privatización de la industria energética en cualquiera de sus modalidades, ya sea mediante la asociación y acompañamiento de otras empresas o la participación de capital privado en refinación, exploración, perforación y ductos, o a través de una reorganización administrativa que pretenda crear instancias para ampliar los contratos de riesgo.’’

 
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