Usted está aquí: viernes 4 de abril de 2008 Cultura Penultimátum

Penultimátum

■ Escándalos sexuales

Está perdiendo facultades la paloma del Espíritu Santo, ésa que, como afirmó el cardenal Norberto Rivera, ilumina a los que toman decisiones en la Iglesia católica? Resulta oportuna la pregunta habida cuenta de las últimas acciones tomadas por el papa Benedicto XVI. Primero fue la decisión de resucitar en la Semana Santa la plegaria por la conversión de los judíos, un asunto que parecía liquidado por el anterior pontífice. Luego, la proclama de nuevos pecados capitales, destacadamente el de riqueza extrema, el cual, entre otras cosas, colocaría en pecado mortal a los principales benefactores de la Iglesia, destacadamente los que alientan con dinero e influencia a los Legionarios de Cristo, el Opus Dei y Los Caballeros de Colón. Y hace apenas una semana, el despliegue que en Italia se le dio a la conversión al catolicismo de Magdi Allam, subdirector del influyente diario Corriere Della Sera. De origen egipcio, Allam renunció al Islam y fue bautizado públicamente por el Papa en una ceremonia transmitida en directo por la televisión propiedad del magnate Silvio Berlusconi. La conversión y el despliegue publicitario que tuvo despertaron fuertes reacciones en la opinión pública musulmana y católica. Y más, cuando el nuevo cristiano declaró que “la raíz del mal está dentro del Islam”. Como en otras ocasiones, el Vaticano tuvo que declarar que “no existe hostilidad contra el Islam ni contra ninguna otra creencia”. Además, en el reciente Anuario Pontificio reconoce que en el mundo hay más musulmanes que católicos. La explicación: los primeros tienen más hijos.

Mientras en Francia no se reponen del recibimiento que la prensa londinense dio al presidente Sarkozy con motivo de su visita de Estado a Gran Bretaña: incluir en portada una foto desnuda de su esposa, la ex cantante y modelo Carla Bruni, en otros dos países donde los escándalos sexuales de funcionarios y políticos son prácticamente desconocidos, ahora ocupan la atención. Por un lado, en Finlandia es un hecho la renuncia del ministro de Relaciones Exteriores, Ilkka Kanerva, por enviar más de 200 mensajes lujuriosos a la bailarina erótica Johanna Tukiainen, líder del grupo Dolls. A Kanerva, de 60 años, y al que popularmente llaman ahora El rey de los mensajes, le critican su falta de ética. Se defiende arguyendo que fueron mensajes privados, aunque reconoce su error y su “poco tacto”. El otro caso, en Dinamarca, obligó a renunciar al líder del Partido Socialdemócrata, Jeppe Kofod. El motivo: sostener relaciones sexuales con una mujer de 15 años. En su país, a esa edad las personas son libres de tenerlas, siempre y cuando sea por mutuo acuerdo. Por eso se estima que el popular dirigente no enfrentará cargos legales. Kofod consideró su romance como “moralmente inapropiado”.

 
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