Usted está aquí: viernes 4 de abril de 2008 Política Calvario de estudiante mexicano en Sevilla

Calvario de estudiante mexicano en Sevilla

Alejandro Ordaz enfrenta condena hasta de 20 años tras confuso altercado con policías

Armando G. Tejeda (Corresponsal)

Madrid, 3 de abril. Alejandro Ordaz Moreno es un mexicano de 28 años que vive desde el pasado 8 de marzo un auténtico calvario en Sevilla, España. De ser un estudiante ejemplar que aspiraba a doctorarse en energías renovables, en la Universidad de Sevilla, ha pasado a ocupar una plaza en la celda de Punto Cero, en el módulo de presos preventivos, y con un futuro inmediato de incerti- dumbre y desazón. Su “error” fue estar en el lugar equivocado en el peor momento, lo que le podría significar una condena de entre 15 y 20 años de prisión.

Ordaz Moreno vive desde hace unos meses en la capital andaluza, gracias a su buen currículum académico, al esfuerzo de sus padres y a la beca que le concedió el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) para que ahondara en la rama de la ingeniería que más le interesó desde que era estudiante de la Universidad de Guanajuato. Originario de Salamanca, donde viven sus padres y su novia –con la que tenía previsto casarse el próximo julio– decidió viajar a España para profundizar sus estudios.

Desde que llegó a Sevilla, la vida del joven salmantino transcurría entre la universidad y su casa, que compartía con un compatriota. Pero su vida cambió radicalmente la madrugada del 8 de marzo: después de beber unas copas con su compañero de departamento decidió volver a casa, pero en el camino se topó con dos policías vestidos de civil que lo confundieron con un supuesto acosador.

Según el relato del propio Alejandro Ordaz, “esa noche yo iba muy borracho y sólo hice por escapar, y en el intento mantuve una pelea con dos personas que yo creía que me querían hacer daño, pero eso fue todo; yo sólo quería escapar de la situación”.

El estudiante mexicano reconoció ante el juez y en una carta que escribió de su puño y letra que en efecto agredió a los policías, porque pensaba que lo iban a atacar puesto que en ningún momento se identificaron, y que está dispuesto a responder por ello. Cabe señalar que la policía golpeada tiene lesiones en el cuello, un brazo roto, muchas magulladuras en la cabeza y se encuentra todavía de incapacidad laboral.

El punto en el que no coinciden la versión del joven mexicano y la de los policías españoles es sobre el supuesto “intento de homicidio”, ya que, según los agentes agredidos, el estudiante salmantino les quitó el arma e intentó disparar hasta en tres ocasiones contra ellos. Un extremo que desmiente tajantemente Ordaz Moreno.

Esteban Ordaz, padre del estudiante mexicano y policía ministerial en Guanajuato, explicó el drama familiar que vive: “Lo estamos pasando mal por la injusticia, pues creemos que hay una enorme injusticia en los delitos que se le imputan a mi hijo. Pero nosotros no quitamos el dedo del renglón para probar la inocencia de Alejandro, al menos en los delitos de tentativa de homicidio, pues nunca se ha podido probar que él trajera una arma de fuego. Yo soy policía en México y desde mi punto de vista es imposible que un estudiante como Alejandro haya podido desarmar a dos policías españoles, que se supone que están más que capacitados. Entonces la versión de la policía es poco creíble y hay muchos detalles que son incongruentes”.

El estudiante mexicano también denunció que durante su detención estuvo dos días incomunicado, sufrió malos tratos –desde patadas hasta golpes con arma contundente– y fue insultado y vejado por su condición de ciudadano mexicano, pues lo llamaron reiteradamente “indio de mierda” y “te vamos a regresar muerto a tu país de perros”.

Jaime Passolas Utrilla, abogado del joven mexicano, explicó que “la sentencia del juez puede ir desde que salga absuelto, que es lo que pretendemos, hasta una condena de entre 15 y 20 años. Yo, sinceramente, no creo que la versión de la policía se sostenga, aunque veo bastante complicado que el juez le otorgue la libertad bajo fianza; no obstante, está presentado el recurso, pero en función de los delitos que se le imputan, es difícil”.

El joven estudiante mexicano también está siendo auxiliado por el cónsul en Madrid de la embajada de México, Carlos López, quien se ha puesto en contacto con sus abogados y visitará al detenido en la cárcel en los próximos días para verificar las condiciones de su reclusión.

 
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