Usted está aquí: domingo 6 de abril de 2008 Política En el suroeste persisten abusos contra indocumentados, denuncia pastoral

■ Investigan presunto robo y violación por elementos de la Marina

En el suroeste persisten abusos contra indocumentados, denuncia pastoral

Hiram Moreno (Corresponsal)

Ampliar la imagen Un soldado detiene a un centroamericano indocumentado en el municipio de Las Palmas, Niltepec, Oaxaca Un soldado detiene a un centroamericano indocumentado en el municipio de Las Palmas, Niltepec, Oaxaca Foto: Irineo Mújica Arzate

Ciudad Ixtepec, Oax., 5 de abril. “Pese a las denuncias realizadas, policías ministeriales continúan asaltando a migrantes en Oaxaca”, denunció el presbítero Alejandro Solalinde Guerra, coordinador de la zona suroeste de Dimensión Pastoral de la Movilidad Humana, dependiente del episcopado mexicano.

Informó que integrantes de la pastoral y del episcopado acudieron el viernes pasado a la Secretaría de Gobernación para entregar al titular de la dependencia, Juan Camilo Mouriño, un reporte de la situación de los migrantes en esa zona y el resto del país.

Agregó que fueron recibidos por Ana Teresa Aranda Orozco, subsecretaria de Población, Migración y Asuntos Religiosos, quien recibió el texto donde se detalla que en 2007 se documentaron 14 secuestros a grupos de indocumentados, y que en lo que va de 2008 suman siete. La cifra más alarmante es que el año pasado ocurrieron 113 mutilaciones por accidentes de ferrocarril en todo el país, dijo.

El caso más reciente es el de elementos de la Armada de México y del Instituto Nacional de Migración que el lunes pasado interceptaron un tren en el paraje Las Palmas, municipio de Niltepec, en el Istmo de Tehuantepec, agredieron a garrotazos a varios migrantes y abusaron sexualmente, al menos, de una mujer.

“‘No me violes’, le decía la muchacha al marino; después, solamente se escuchó su llanto. La soltaron y en el camino le pregunté si la habían violado y solamente movió la cabeza y volvió a llorar”, relató el salvadoreño Rolando Antonio, quien estuvo escondido en el monte y escuchó todo lo que pasó en una construcción abandonada, hasta donde guió a las autoridades, quienes encontraron una prenda íntima femenina manchada de sangre que se llevaron representantes de derechos humanos que investigan los hechos ocurridos en Las Palmas.

Un día después, en la carretera del municipio de Unión Hidalgo a Juchitán, policías ministeriales comisionados bajaron de un autobús a 16 migrantes centroamericanos, a quienes despojaron de su dinero.

Personal de la Pastoral de la Movilidad Humana documentó el hecho y proporcionó fotografías del momento cuando se retiran dos de los policías, dejando en el lugar a un grupo de indocumentados sin dinero.

El sacerdote Alejandro Solalinde Guerra explica que al acudir a realizar la denuncia a la agencia del Ministerio Público en Juchitán, los indocumentados identificaron a dos de quienes los habían asaltado.

La denuncia sigue en curso, pero los abusos no paran. La noche del viernes, en el mismo lugar donde los policías asaltaron a los migrantes, desconocidos dispararon contra un ferrocarril al no poder subir porque iba rápido. Cuatro resultaron heridos de escopeta, “pero ninguno quiso acudir a denunciar el echo por temor”.

Los lesionados dijeron llamarse Roque García Pérez, de 40 años de edad, y Juan Orozco, de 55 años, ambos guatemaltecos, y Fausto Mendoza Hernández, de 24 años, salvadoreño, pero el otro herido “ni su nombre nos quiso dar”, explicó el coordinador de la zona sureste de la Pastoral de la Movilidad Humana.

 
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