Usted está aquí: jueves 10 de abril de 2008 Política Los bonos ciudadanos, el principio de la bursatilización de Pemex: expertos

■ Serían reglamentados a discreción por Hacienda, sostienen en un análisis

Los bonos ciudadanos, el principio de la bursatilización de Pemex: expertos

■ Los mexicanos que los adquieran no recibirán beneficio; sólo los que compren muchos

Roberto Garduño y Ciro Pérez

Los denominados bonos ciudadanos propuestos por el Ejecutivo federal representan el principio de bursatilización de Petróleos Mexicanos (Pemex), porque como títulos de crédito serían reglamentados a discreción por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), sostiene un primer análisis de la iniciativa calderonista para “modernizar” la paraestatal, elaborado por el PRD en la Cámara de Diputados.

El trabajo, a cargo del diputado Alejandro Sánchez Camacho y los especialistas Fluvio Ruiz y Carlos Huerta, destaca la inconsistencia del documento gubernamental porque, “en el artículo noveno transitorio de la Ley Orgánica de Pemex, que se refiere al presupuesto, se obligaría y condicionaría a la empresa a colocar bonos ciudadanos por al menos 3 por ciento de la deuda pública total, con objeto de hacer uso y manejo de su presupuesto.

“No obstante, esta condición no limita la emisión de estos títulos de crédito (bonos ciudadanos) por ningún porcentaje, simplemente en la ley no se determina y deja abierto ese criterio a Hacienda, y podrá ser de 5, 10, 20, 50 por ciento o más respecto de la deuda pública total; esa condicionante fundamental no se refleja en el texto.”

La propuesta de Felipe Calderón, advierten los autores del análisis, encierra un contrasentido, porque el párrafo tercero del artículo 41 de la Ley Orgánica de Pemex señala que “las contraprestaciones que se consignen en los bonos ciudadanos, por ningún motivo y en ningún caso otorgarán o concederán a sus tenedores derechos corporativos, ni sobre la propiedad, control o patrimonio de Petróleos Mexicanos, o bien sobre el dominio y la explotación de la industria petrolera estatal”.

De tal forma, los mexicanos no somos ni seremos dueños de Pemex, como afirmó el jefe del Ejecutivo federal en su mensaje a la nación, y además la Ley General de Títulos de Operaciones de Crédito indica que “son títulos de crédito los documentos necesarios para ejercitar el derecho literal que en ellos se consigna; son actuaciones mercantiles, actos de comercio, y por eso se establecen derechos y obligaciones”.

Otro aspecto de los títulos de crédito es que los principales beneficiarios no serán los ciudadanos mexicanos, sino los intermediarios financieros, léase sociedades de inversión, fondos para el retiro (Afores), fondos de pensiones, bancos e incluso casas de bolsa.

En el párrafo quinto, artículo 41, de la iniciativa gubernamental se dice que “la Secretaría de Hacienda y Crédito Público determinará, a través de disposiciones de carácter general, las características de: montos, términos y condiciones del bono ciudadano y de las emisiones del mismo. Las formas de adquisición por parte de las personas físicas y de los trabajadores mexicanos; la mecánica de su operación en el mercado, y el funcionamiento de un mercado secundario ágil y eficiente.

“Tal y como sucede en una bolsa de valores. Lo más grave es que estas disposiciones son muy generales y Hacienda será la dependencia que, mediante un reglamento (facultad del Ejecutivo Federal), dispondrá lo que a ella convenga.”

Habrá accionistas de primera y de segunda

La ley no marca límite de cuántos bonos ciudadanos se emitirán para financiar a Pemex, pero lo más relevante es que quien podrá comprarlos son sólo aquellos ciudadanos con alto valor adquisitivo, es decir, para obtener un rendimiento considerable (que tampoco se indica en la iniciativa de cuánto será) es necesario comprar también una gran cantidad de bonos, y esto sólo es posible para los grandes empresarios de México.

Los ciudadanos de a pie no serán propiamente los beneficiarios de este título de crédito, sólo los acaudalados.

De tal forma, para la bursatilización de Pemex se requieren tres condiciones: un nuevo régimen fiscal que garantice la operación rentable de la empresa y dividendos para los accionistas; la autonomía administrativa y financiera, para que la empresa pueda manejar discrecionalmente los recursos derivados de una menor carga tributaria, y la instauración de un control corporativo que vele por los intereses de los accionistas privados y se apegue a las disposiciones de la Comisión de Valores de Estados Unidos, para poder seguir accediendo a los mercados financieros de aquel país.

“Por lo menos los rubros segundo y tercero ya se están cumpliendo con las iniciativas enviadas por Calderón; falta ver las propuestas restantes en materia fiscal, que están por enviarse, y con eso cerrar la pinza para llevar a cabo esta pretensión.

“El plan piloto de la bursatilización está oculto a través de la discrecionalidad de Hacienda para normar esta medida.”

 
Compartir la nota:

Puede compartir la nota con otros lectores usando los servicios de del.icio.us, Fresqui y menéame, o puede conocer si existe algún blog que esté haciendo referencia a la misma a través de Technorati.