Usted está aquí: viernes 11 de abril de 2008 Sociedad y Justicia Inútil inversión del Seguro Social en área de investigación: Santiago Echevarría

■ Desaparición de unidad de control de insumos, “otro error” de Fox

Inútil inversión del Seguro Social en área de investigación: Santiago Echevarría

Ángeles Cruz Martínez

A lo largo de los pasados 10 años, en particular en el gobierno de Vicente Fox, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) erogó 11 mil millones de pesos en la Coordinación de Investigación, donde laboran 374 profesionales, cuyos proyectos nada tienen que ver con los problemas de salud que afectan a los derechohabientes, afirmó Santiago Echevarría, director de Prestaciones Médicas.

En ese periodo –dijo– se triplicó el personal del área, para llegar a casi mil empleados, porque “hubo gente interesada en que la investigación creciera demasiado, y entonces se descuidó lo prioritario del instituto, que es la prevención y atención médica”.

Otro “error” del gobierno foxista fue la desaparición de la Unidad de Control Técnico de Insumos, donde el instituto verificaba la calidad de los fármacos y el material de curación que adquiría. Sólo hasta que se tenía esta certeza empezaba su distribución en clínicas y hospitales, pero ahora –apuntó Echevarría– “navegamos a ciegas”.

Dijo que aunque los fabricantes cubren los requisitos de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios, así como la evaluación que realizan laboratorios terceros autorizados para la obtención del registro sanitario, “por la experiencia que tenemos de muchos años, hay proveedores que no entregan los productos con la calidad adecuada, o con la que dicen que tienen”.

Aseguró que esta situación se presenta incluso con los medicamentos de patente. Por eso se ha decidido nuevamente poner en operación el área, ahora como Coordinación de Control Técnico de Insumos, y empezará a funcionar en los próximos dos meses.

Para ello, el instituto trabaja ya en el reacondicionamiento del viejo inmueble, que en los pasados años fue utilizado por áreas administrativas de la delegación norte del Distrito Federal.

La nueva coordinación revisará una muestra de cada lote de todos los medicamentos y material de curación que lleguen al IMSS, con el objetivo de verificar que su composición química e integración sean correctas. En ese proceso entrarán los tratamientos de diálisis peritoneal, que desde enero han sido cuestionados por los derechohabientes. Se hará la medición exacta de volúmenes de los líquidos, su calidad y la de las bolsas y materiales.

El funcionario informó que hasta antes de su cierre, la unidad de control de calidad también apoyaba otras instituciones del sector salud, es decir, “nos servía a todos. Cuando se cerró nos quedamos sin seguridad”.

Respecto a la Coordinación de Investigación, destacó que ésta es importante y es un trabajo que debe hacerse, pero sobre los temas prioritarios de salud, sobre todo en momentos como el actual, en que el IMSS atraviesa por un momento financiero muy difícil. Los recursos económicos son limitados y “no es correcto que destinemos tanto dinero a un área que no produce”, apuntó.

En entrevista, el funcionario detalló que del total del personal, sólo 4 por ciento tiene el nivel III del Sistema Nacional de Investigadores. Cada año se realizan 817 publicaciones, número que se ha mantenido estable a lo largo de la década de referencia, a pesar del incremento en el número de científicos. Además, señaló que 92 por ciento de los artículos se difundieron en revistas de bajo tiraje y limitada difusión.

De hecho –dijo–, en estos años sólo se logró la difusión de un artículo en la revista New England Journal. Además, del total de las publicaciones, 68 por ciento fueron producidas en alguna de las unidades de investigación del IMSS en los estados, donde se encuentran 40 investigadores; mientras que en el Distrito Federal, donde laboran 320, apenas se realizó 32 por ciento de la obra publicada. Fue justamente en la ciudad de México donde se dio el mayor crecimiento en el número de empleados, abundó.

Más grave todavía –advirtió– es el hecho de que los proyectos están desvinculados del objetivo principal del IMSS. Han abordado temas como el impacto de las publicaciones del instituto y el metabolismo de los caballos en Coahuila.

La única unidad de investigación que ha tenido aportaciones en beneficio de la salud de los derechohabientes es la dedicada a la medicina natural. De aquí salieron las tres únicas patentes que tiene el IMSS: la del tepezcohuite, para el tratamiento de quemaduras; la pasiflora, para el estrés, y un producto para el control de la micosis.

Echevarría comentó que en breve se concretará un nuevo modelo de investigación en el Seguro Social, orientado a la búsqueda de soluciones a los problemas de salud que afectan a los derechohabientes, como la diabetes, entre otras enfermedades graves.

 
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