Usted está aquí: domingo 13 de abril de 2008 Espectáculos Liza Minnelli, en México

■ Después de 10 años, la diva del music hall actuará en foros de Jalisco, Puebla y DF

Liza Minnelli, en México

■ Con 62 años y pese a sus problemas de salud, que incluyen varias cirugías, nunca ha dejado los escenarios

■ En 1973 presentó por primera vez su show en el Auditorio Nacional

Amalia Rivera

Ampliar la imagen Son memorables las interpretaciones que la hija consentida de Hollywood ha realizado con otros grandes, como Frank Sinatra, Sammy Davies Jr., Freddie Mercury y Luciano Pavarotti Son memorables las interpretaciones que la hija consentida de Hollywood ha realizado con otros grandes, como Frank Sinatra, Sammy Davies Jr., Freddie Mercury y Luciano Pavarotti Foto: Notimex

Después de 10 años de ausencia, Liza Minnelli regresa a México con el mismo show que ha sido aclamado de costa a costa en Estados Unidos, Argentina, Chile y Europa, y que ofrecerá en Zapopan, Jalisco, el Distrito Federal y Puebla.

Liza es un símbolo del espectáculo estadunidense, una institución del music hall, la diva de Broadway, la leyenda, la hija consentida de Hollywood, dado el renombre de sus progenitores: Judy Garland y Vincent Minnelli; sin embargo, ella no se cansa de aclarar que no es sino “una cantante-actriz, una trabajadora que se parte el trasero para que el auditorio salga satisfecho. Amo mi trabajo y quiero ser mejor cada día, seguir presentando cosas nuevas”, como expresó a La Jornada en junio de 1997.

Reminiscencias

Su primera visita a México se remonta a 1973, poco después de haber ganado el Óscar por su interpretación de Sally Bowles en Cabaret, y de haber obtenido un Emmy por el mejor especial de televisión, Liza con Z, el cual presentó en esa ocasión en el Auditorio Nacional. Décadas más tarde, en junio de 1997, en el teatro Metropólitan ofreció un concierto con las canciones consagradas y otras de jazz incluidas en su cedé Gently. Su última presentación en suelo mexicano fue en 1998, cuando, acudiendo solidariamente al llamado de Esteban Matisson, director de Acapulco contra el sida, brindó en el puerto un concierto, cuyo éxito de recaudación fue una contribución a la causa del sida, de la que ha sido difusora durante décadas junto con Elizabeth Taylor, entre otras personalidades.

La cantante y actriz de 62 años creció en los sets cinematográficos y debutó en el cine a los tres años, cuando apareció en la escena final del musical In the Good Old Summertime (1949), protagonizada por su madre y Van Johnson. A los 16 años, decide ser independiente y ella misma dirige su carrera artística; en 1963 actuó en Broadway en el musical Best Foot Forward. Al año siguiente, cantó con su madre en el London Paladium y comenzó a grabar discos. En 1965 ganó su primer Tonny por Flora the Red Menace.

Convertida en bailarina de primer nivel, actriz de gran carisma e intensidad dramática y en una cantante de potencia vocal inusual, Liza con Z logra sacudirse una pesada herencia y ser reconocida por méritos propios como una auténtica show-woman; son memorables sus interpretaciones al lado de Frank Sinatra y Sammy Davies Jr. en Las Vegas, así como de Freddie Mercury, Luciano Pavarotti y hasta de los Muppets. Su versatilidad es tal, que en su discografía resalta Results, producido por los Pet Shop Boys.

Después de Cabaret, intervino en cintas como New York, New York, de Martin Scorsese (1977), que pasó desapercibida, y en Arthur, el millonario seductor, en 1981, que alcanzó buena recaudación de taquilla, entre otras, que no lograron repetir su éxito, además de que el cine cambió, como ella ha dicho: “Hollywood dejó de escribir los papeles que me gusta actuar”. La televisión, en cambio, está escribiendo “papeles interesantes para las mujeres”, por lo que recientemente ha sido invitada especial en series televisivas como La ley y el orden.

Liza Minnelli no sólo ha ganado los cuatro premios más importantes de la industria del espectáculo estadunidense –el Óscar, el Emmy, tres veces el Tonny, dos Globos de Oro y el Grammy, en 1990, por su trayectoria, entre muchos otros galardones que le han otorgado algunas naciones, como el premio de Ciencias Cinematográficas de Gran Bretaña o el David di Donatello–, sino que es una consentida del público que la ha idolatrado durante más de dos generaciones: los que primero adoraron a su madre y luego a ella, y que se mantienen fieles. Por si fuera poco, es además el mayor icono gay del mundo; en todo show travesti que se respete nunca falta su imitación.

A pesar de sus problemas de salud, que incluyen dos remplazos de cadera, tres cirugías de rodilla y una de nódulos para rejuvenecer las cuerdas vocales, así como rehabilitaciones en centros de desintoxicación, nunca ha dejado de realizar presentaciones personales. Liza Minnelli sigue de pie, resplandeciente, plena de talento y buen humor, hirviente, mostrando una vez más lo que sólo una diva del show business puede hacer.

Liza Minnelli y su espectáculo, traído a México por Íntegrus y Maya Producciones, se presentará el 26 de abril en el Auditorio Telmex de Zapopan, Jalisco; el lunes 28 en el Auditorio Nacional de la ciudad de México, y el martes 29 en el Complejo Cultural Siglo XXI de Puebla.

 
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