Usted está aquí: lunes 14 de abril de 2008 Cultura El punto, con el poder de decir todo: Carla Zabé

■ La pintora expone 36 cuadros en Landucci

El punto, con el poder de decir todo: Carla Zabé

■ Es como “la tonada fugitiva de la clave Morse”

Merry MacMasters

Ampliar la imagen Ritmo y puntuación son los elementos que se despliegan, como un lenguaje simbólico y poético, en la obra de Carla Zabé Ritmo y puntuación son los elementos que se despliegan, como un lenguaje simbólico y poético, en la obra de Carla Zabé Foto: cortesía de la artista

“El poder decir todo”, es lo que representa el punto para la pintora Carla Zabé. Esta señal, cuya forma redonda encierra el comienzo y el fin, que nunca lo es en realidad, “abarca todo”.

Puntos se llama la exposición, de 36 cuadros, que Zabé presenta en la Galería Landucci Arte, ubicada en Colima 233, colonia Roma, que se clausurará con un coctel el martes 15, a las 19:30 horas.

Sobre la obra más reciente de Zabé, Itala Schmelz, directora del Museo de Arte Carrillo Gil, escribe que le hace “recordar a un viejo aparato: el telefax, que mediante pequeñas perforaciones circulares en una larga tira de papel, transmitía un mensaje que podía descifrarse en lenguaje natural.

“Sus composiciones de puntos despiertan vagamente la tonada fugitiva de la clave Morse. Casi todas sus obras se desarrollan de manera dual: dos tonos de color, o un punto vacío y uno lleno, puntos sencillos, puntos dobles.

“Sucesiones de diferencias y repeticiones, ritmo y puntuación, son los elementos que se despliegan como un lenguaje simbólico y poético, una expresión que fluye, marcada por los golpes de conciencia de la propia artista.”

Zabé se interesó por la pintura desde “muy chica”, viendo el trabajo de otros, cuyas pinceladas la tenían “maravillada”. Fue hasta los 29 o 30 años que ya vio la pintura desde una perspectiva más profesional. Asistió a cursos en la Escuela Nacional de Artes Plásticas.

En entrevista, expresa que siempre le fue fácil pintar. Cuando empezó, le llamaron la atención las sensaciones. El punto, como motivo primero, se manifestó solo, luego, lo desarrolló. A veces sus ideas se dan en forma espontánea o ya las trae.

Cuando puede, a Zabé le gusta leer obras de filosofía, a Jean Paul Sartre, por ejemplo, y afirma que esta disciplina ejerce influencia en su producción.

 
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