Usted está aquí: miércoles 16 de abril de 2008 Política La reforma sólo busca el reparto de la renta petrolera, afirma David Ibarra

■ Rolando Cordera exige respetar oferta de debate de Calderón

La reforma sólo busca el reparto de la renta petrolera, afirma David Ibarra

Víctor Cardoso

El proyecto de reforma energética impulsado por el gobierno federal “no va a resolver mayor cosa” a Petróleos Mexicanos (Pemex), porque sólo busca repartir la renta petrolera actual y futura, afirmó el ex secretario de Hacienda David Ibarra Muñoz.

El ex funcionario encabezó un debate sobre la reforma petrolera organizada por la Academia Mexicana de Economía Política. Expuso que, en principio, la propuesta oficial no trata los problemas fundamentales de Pemex, y en todo caso se debe partir del respeto a la Constitución, del hecho de que los recursos petroleros son de todos los mexicanos y de que debe defenderse esa riqueza “a fondo”.

Secretario de Hacienda durante el gobierno de José López Portillo –cuando “íbamos a administrar la abundancia” derivada de los ingresos petroleros–, Ibarra Muñoz consideró poco probable que en las actuales circunstancias, tanto de los mercados de crudo como del debate por la apertura de Pemex a la inversión privada, pueda llegar a repetirse la historia.

Pemex, diagnosticó, necesita reconstituir su patrimonio, autonomía de gestión, un régimen fiscal más moderno y adecuado a las circunstancias y dejar de ser objeto de la “exacción (exigir impuestos) tan exagerada de la Secretaría de Hacienda”. Eso se puede lograr como empresa pública, pero con autonomía y libre de buena parte de las trabas burocráticas actuales, sostuvo.

El problema, insistió Ibarra Muñoz, es que le quitan más de lo que genera y, en caso de aprobarse los cambios propuestos, la participación privada que requiere una parte de las rentas, presentes o futuras de Pemex, “no va a resolver mayor cosa”.

Pemex, agregó, “genera enormes utilidades antes de impuestos y pierde con frecuencia después de impuestos. Ha perdido casi todo su patrimonio. En consecuencia, no sólo se trata de repartir las rentas que ya generaba la empresa, sino de repartir las futuras. No me parece correcto”.

Por su parte, Rolando Cordera Campos, profesor emérito de la Universidad Nacional Autónoma de México, integrante de la Academia Mexicana de Economía Política y colaborador de La Jornada, se pronunció por que se respete la promesa del presidente Felipe Calderón de realizar un debate público nacional para el análisis de la reforma energética.

Advirtió que “la única manera de que Pemex sea una empresa de la que podamos enorgullecernos todos, es que sea una industria del Estado, por cuenta de la nación, porque de las privadas se enorgullecen sus dueños”.

Manifestó que existen muchas áreas donde la iniciativa privada puede invertir, arriesgar su capital y desarrollarse, como en los bienes de capital para el sector energético, sin tener que abrir las actividades actualmente asignadas a Pemex.

En forma paralela, señaló, se debe fortalecer al Instituto Mexicano del Petróleo (IMP).

“Me parece casi salvaje que hayamos sacrificado esa figura del IMP por tanto tiempo, hasta el extremo de convertirlo casi en consultoría, obligándolo a que elaborara proyectos por cuenta y orden de Pemex o de quien se dejara.

“El IMP no debe ser una empresa y menos una consultoría, sino un instituto dedicado a la investigación y a fortalecer nuestra capacidad tecnológica; tenemos con qué, tenemos el talento, los científicos, la institución y los recursos, siempre y cuando los usemos bien.”

Nuevos miembros de número

Antes del debate, el consejo directivo de la Academia Mexicana de Economía Política admitió a 15 nuevos miembros, entre ellos Jorge Basave, Julio Boltvinik, Jorge Calderón, Orlando Delgado, Enrique del Val Blanco, Enrique Dussel Peters, Antonio Gazol Sánchez, Enrique Hernández y Leonardo Lomelí.

 
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