Usted está aquí: lunes 21 de abril de 2008 Estados Cada año la polución provoca 35 mil muertes en el valle de México

■ Desmiente estudio de la UNAM datos de Profepa sobre efectos nocivos en la zona Tula-Tepeji

Cada año la polución provoca 35 mil muertes en el valle de México

■ Alerta investigador del IPN sobre riesgos de exposición prolongada a agentes contaminantes

Javier Salinas Cesáreo (Corresponsal)

Ecatepec, Méx., 20 de abril. Cada año se reportan en la zona metropolitana del valle de México 35 mil muertes relacionadas con la exposición prolongada a la contaminación, informó Pedro Lina Manjarrez, investigador del Instituto Politécnico Nacional (IPN).

El especialista sostuvo que cada día los 3.5 millones de automóviles que circulan en el valle de México y las industrias ahí instaladas emiten a la atmósfera alrededor de 14 mil toneladas de gases tóxicos, y el elevado número de decesos se debe a la exposición prolongada a estos contaminates.

En una conferencia en la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM), Pedro Lina dijo que en la capital del país y su zona conurbada se generan 19 mil 850 toneladas diarias de basura, de las cuales la mitad se depositan al aire libre, lo que contamina suelos y aguas. Agregó que de ese total 3 mil toneladas son residuos peligrosos, y de ellos 80 por ciento se vierte a la red de drenaje o se abandona a cielo abierto.

Señaló que 48 por ciento del volumen total de la basura se genera en domicilios particulares y 52 por ciento proviene de comercios, servicios especiales y áreas públicas.

Abundó que 40 por ciento de la basura que genera la zona metropolitana de la ciudad de México es de origen orgánico, 20 por ciento es papel y cartón, 8 por ciento vidrio, y el resto se compone de plástico, lámina, aluminio, loza, madera, cuero y trapo.

El especialista dijo que se desaprovecha la tecnología para conservar el medio ambiente y se desconoce el impacto de la composición y el tratamiento de los desechos que produce la metrópoli. “Lo ideal sería que el desarrollo urbano pudiera medirse a través de la forma e intensidad en que se combate la contaminación”, comentó Lina Manjarrez.


■ Detecta alta incidencia de males respiratorios

■ Hay contubernio autoridades-industria: ONG

Carlos Camacho Corresponsal

Pachuca, Hgo., 20 de abril. Mientras el delegado de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), Eugenio Bravo Quintanar, asegura que nadie ha comprobado que la actividad industrial en la región Tula-Tepeji provoque daños a la salud, un estudio de Guadalupe Alvear Galindo, especialista de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), reveló que los contaminantes de estas empresas afectan a 3 mil 500 habitantes de Atotonilco de Tula y Tula.

Grupos como la Sociedad Ecologista Hidalguense (Sehi) y el Comité Ecológico Atotonilli, de Atotonilco de Tula, acusan a las autoridades federales de medio ambiente de estar coludidas con los industriales.

Eugenio Bravo señaló: “No está demostrado que alguna gente se haya enfermado por respirar el esmog de la refinería. Tan es así que muchas personas que trabajaron 40 años y están jubiladas están sanas”.

Sin embargo, el estudio de Guadalupe Alvear indica que la actividad industrial en esa zona ha provocado alta incidencia de amigdalitis, rinitis, faringitis y bronquitis, trastornos que, sumados a la desnutrición, afectan principalmente a niños.

Con exámenes médicos, la especialista demostró que numerosos trabajadores de la zona se quejan de dificultades para respirar, lo que suele ser síntoma de padecimientos más graves, como bronquitis crónica o enfisema pulmonar.

Precisó que las afecciones respiratorias se deben a las actividades de la refinería Miguel Hidalgo, de una termoeléctrica de la Comisión Federal de Electricidad y de dos fábricas de cemento y cal.

Marco Antonio Moren, dirigente de la Sociedad Ecologista Hidalguense, aseguró que las autoridades ambientales encubren a Petróleos Mexicanos (Pemex). La Profepa, detalló, permite a la paraestatal inspeccionar sus instalaciones y presentar un informe. Lo peor, dijo, es que la ley autoriza estas autoevaluaciones.

Enrique Díaz Rodríguez, integrante del Consejo Consultivo Ciudadano de Tula, informó que la refinería de esta ciudad tiene los niveles más altos de contaminación en la zona: emite cada año 3 mil 312 toneladas de bióxido de carbono, 7.2 toneladas de níquel y 134 kilogramos de plomo. Le sigue la termoeléctrica Francisco Pérez Ríos, que genera anualmente seis millones 129 mil toneladas de bióxido de carbono.

Esta situación indujo a las autoridades ambientales del Distrito Federal y del estado de México a colocar aparatos móviles de monitoreo para determinar el origen de los contaminantes.

Los resultados arrojaron que los contaminantes provenían de Hidalgo, por lo que se presentó una denuncia penal ante la Procuraduría General de la República en contra de la termoeléctrica, la CFE, la refinería y otras industrias que generan 70 por ciento de los dióxidos de azufre que se respiran en el valle de México.

El gobernador del estado, Miguel Angel Osorio Chong, aseguró en marzo de 2007 que la refinería de Pemex “afecta directamente a la población” y señaló que entre 2003 y 2005 murieron seis trabajadores y 30 quedaron heridos por accidentes en sus instalaciones. En todos los casos se dio carpetazo al asunto.

 
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