Usted está aquí: miércoles 23 de abril de 2008 Política Repudian “periodo de vergüenza” de la política exterior desde que asumió el PAN

■ Critican silencio del gobierno ante agresiones a connacionales

Repudian “periodo de vergüenza” de la política exterior desde que asumió el PAN

Armando G. Tejeda (Corresponsal)

Madrid, 22 de abril. El homenaje a Juan Gelman en la Casa de América de Madrid también sirvió para denunciar y repudiar el “periodo de vergüenza” política, sobre todo en materia de política exterior, en el que vive sumido México desde la llegada del PAN a la Presidencia.

Durante el reconocimiento a quien fue perseguido político, desterrado, exiliado y finalmente asilado en México, el también poeta Marco Antonio Campos criticó el viraje en esta materia de los gobiernos recientes de México, que, además, “callan” cuando se acusa a ciudadanos mexicanos de ser terroristas sin la menor prueba, como ocurrió recientemente en un encuentro con el presidente de Colombia, Álvaro Uribe.

Era un acto literario, poético, que pretendía homenajear a una de las figuras más relevantes de la poesía contemporánea iberoamericana, pero fue precisamente su origen y la manera en que fue recibido en territorio mexicano, en la década de los ochenta, lo que llevó a Campos y al ex rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) Juan Ramón de la Fuente a reflexionar sobre las virtudes de esa política exterior que promovía el asilo a los perseguidos políticos.

Campos fue claro en su exposición: “en México ha habido una gran tradición de exilio; en los años cuarenta estaba tout le monde, como decía Pablo Neruda en Confieso que he vivido. Era la guerra mundial, estaban los republicanos, había gente de todos los sitios, en la noche sudamericana de los setenta en Chile, los chilenos, los uruguayos, los centroamericanos eran bien recibidos en México. ¿Qué ha pasado con esa política exterior desde la llegada del PAN? No es que defendamos al PRI, pero es una buena pregunta”.

Acto seguido, Campos se refirió al asesinato de cuatro estudiantes mexicanos por parte del ejército colombiano en territorio ecuatoriano, sobre todo a la ausencia de una queja formal por parte de las autoridades mexicanas a este hecho inédito hasta ahora entre estos países.

Añadió: “tenemos un presidente mexicano que se tarda en protestar por el asesinato de cuatro mexicanos, de cuatro universitarios, y que después se calla cuando le dicen en la cara que son terroristas, sin ninguna prueba. Así que por esto creo que vivimos un periodo de vergüenza en la política exterior mexicana”.

El ex rector de la UNAM se limitó a reflexionar sobre la condición del asilado y del desterrado, para enumerar los beneficios que ha recibido nuestro país por esta política de puertas abiertas. “Me parece oportuno reivindicar una de las mejores tradiciones de México como país de asilo, que espero siga siendo un distintivo para las futuras generaciones de mexicanos, porque ha sido extraordinariamente benéfica. Empezando por nosotros mismos, los más beneficiados de esa postura de tiempo atrás, hemos sido los mexicanos que nos hemos enriquecido de una manera extraordinaria”.

 
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