Usted está aquí: miércoles 23 de abril de 2008 Sociedad y Justicia Una gran hambruna se cierne sobre países pobres: Annan

■ El cambio climático hace indispensable reformular la producción agrícola, subraya

Una gran hambruna se cierne sobre países pobres: Annan

■ El incremento global de los precios de comestibles puede hundir en la pobreza a más de 100 millones de personas

■ Es un tsunami silencioso, advierte la directora del Programa Mundial de Alimentos

Reuters, Afp y Dpa

Ampliar la imagen El campo en Carpineni, Moldavia, es un triste reflejo de la crisis que se enfrenta en muchos países del mundo, debido a la modificación del clima El campo en Carpineni, Moldavia, es un triste reflejo de la crisis que se enfrenta en muchos países del mundo, debido a la modificación del clima Foto: Ap

Ginebra, 22 de abril. El cambio climático agrava la crisis alimentaria global y muchos países pobres enfrentan el comienzo de una gran hambruna, advirtió Kofi Annan, ex secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU). La producción agrícola mundial debe ser reformulada con el tiempo, mientras los agricultores pobres de África y otras regiones necesitan ayuda para lidiar con los crecientes costos de los fertilizantes, que les han impedido sembrar más cultivos, señaló.

En tanto, en Londres, la directora ejecutiva del Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la ONU, Josette Sheeran, comparó la crisis provocada por el incremento global de los precios de alimentos con un “tsunami silencioso” que podría sumir a más de 100 millones de personas en la pobreza y el hambre.

Al referirse a la escalada de precios de los alimentos, en un comunicado difundido antes de la reunión, Sheeran afirmó que “este es el nuevo rostro del hambre: millones de personas que no estaban en la categoría de personas con necesidades urgentes hace seis meses, ahora lo están”.

La comunidad internacional debe responder como lo hizo cuando en 2004 un tsunami mató a 250 mil personas y dejó más de 10 millones de damnificados, comentó Sheeran durante la reunión de expertos reunidos en Londres que buscan frenar el alza de los precios.

Una severa sequía en Australia, uno de los principales productores agropecuarios del mundo, contribuyó a que los precios de los alimentos se dispararan y puso en riesgo la capacidad mundial para alimentar a millones de personas, aseveró Annan.

“Podríamos ya estar viendo el comienzo de grandes desastres por hambre”, añadió en un resumen informativo en Ginebra, citando los disturbios en Haití, Filipinas y Egipto, debido a la escasez de alimentos.

La crisis es un desafío real para la gente que vive con un dólar al día y para sus gobiernos: “Los pobres están siendo afectados, y son los que menos aportan al cambio climático. Los contaminadores deben pagar”, señaló Annan. “El cambio climático es una amenaza para todos, una amenaza a nuestra salud, nuestra seguridad, nuestra estabilidad política y nuestra cohesión social”, agregó.

Las proyecciones del panel de la ONU sobre el clima indican que las emisiones de los países ricos deberán disminuir de 25 a 40 por ciento por debajo de los niveles de 1990 hacia 2020, para evitar los peores efectos que puedan generar olas de calor, inundaciones, sequías y los crecientes niveles del mar.

Gran Bretaña anunció, por medio del ministro de Desarrollo, Douglas Alexander, que donará 455 millones de libras (unos 900 millones de dólares) para combatir la crisis por la escalada de precios de los alimentos básicos a escala mundial.

La vertiginosa alza de los precios de los alimentos es el tema principal de una reunión de expertos convocados en Londres por el primer ministro británico Gordon Brown, con la meta de diseñar un plan para frenar esta escalada, que ha provocado motines en varios países del mundo.

Amenaza para Centroamérica

Los precios de los alimentos básicos se ha convertido en un problema amenazante para Centroamérica. La ola de protestas por hambre en Haití ya se ha extendido a Honduras, donde a mediados de la semana decenas de miles de personas salieron a la calle debido a los precios prohibitivos que han alcanzado muchos alimentos.

Aunque la mayoría de las regiones enfrentan un crecimiento económico, los pobres, que constituyen una mayoría en gran parte de los países de la región, poco se han beneficiado de esa coyuntura.

Hace unos días, los jefes de gobierno centroamericanos hicieron sonar las alarmas, en parte también por los disturbios de Haití. Temen que al final la crisis por los elevados precios de alimentos básicos derive en una hambruna en las capas sociales más empobrecidos.

 
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