Usted está aquí: viernes 2 de mayo de 2008 Estados Sandoval Íñiguez da por cerrado el caso de la macrolimosna en Jalisco

■ El miércoles pasado los diputados federales acordaron indagar el tema

Sandoval Íñiguez da por cerrado el caso de la macrolimosna en Jalisco

■ Quienes pertenecen al Estado pertenecen a la Iglesia, dijo, y luego corrigió

D. Morales, E. Martínez, J. C. García y La Jornada Michoacán (Corresponsales)

Ampliar la imagen Protestas en Guadalajara contra el cardenal Juan Sandoval Íñiguez y el gobernador, Emilio González, durante el desfile por el Día del Trabajo Protestas en Guadalajara contra el cardenal Juan Sandoval Íñiguez y el gobernador, Emilio González, durante el desfile por el Día del Trabajo Foto: Héctor Jesús Hernández

El cardenal Juan Sandoval Íñiguez, arzobispo de Guadalajara, consideró que “ya se cerró” el caso de la macrolimosna de 90 millones de pesos del erario que el gobernador de Jalisco, Emilio González Márquez, dio para un templo cristero en el cerro del Tesoro, municipio de Tlaquepaque.

Entrevistado en Morelia, Michoacán, el jerarca católico sostuvo además que la separación de la Iglesia y el Estado no fue vulnerada con el óbolo mencionado: “cada araña por su hebra, cada institución tiene sus propias autoridades; ellos no nombran obispos, tampoco yo nombro diputados ni gobernadores”, dijo.

De visita en Morelia para participar en el cuarto Congreso Eucarístico Nacional, se preguntó a Sandoval Íñiguez si, como se señaló en diversos medios, es él quien realmente gobierna en Jalisco, a lo que respondió: “¡que me la hagan buena! ¡Y que me den el sueldo del gobernador, que es muy bueno!”

El prelado se negó a explayarse sobre los recursos públicos que la arquidiócesis de Guadalajara recibió del mandatario jalisciense: “ese caso ya se cerró, ya terminó, y la opinión pública es muy favorable”.

Aseguró que el donativo fue legal, por lo que confía en que “saldrá bien” la investigación que pidió la Cámara de Diputados federal al respecto. Asimismo, explicó que “no es mucho dinero el que recibimos, porque el santuario que se va a construir es muy grande”.

Los fondos públicos entregados a la Iglesia católica, enfatizó, serán auditados mediante el Instituto de Transparencia de Recursos del gobierno de Jalisco.

Sobre las declaraciones del secretario de Gobierno estatal, Óscar García Manzano, quien afirmó que la donación no viola la laicidad, apuntó: “se trata de un concepto muy impreciso y vago; cualquier cosa puede violar la laicidad, pero la investigación no va por ese camino, sino con las leyes que regulan el presupuesto público”.

–¿Y la separación entre Estado e Iglesia?

–Estamos separados, separados y no. Los que pertenecen al Estado pertenecen a la Iglesia, somos los mismos.

–La Constitución no lo marca así.

–¡Claro, claro! Es decir, cada araña por su hebra. Cada institución tiene sus propias autoridades, sus propias finalidades; ellos no nombran obispos, tampoco yo nombro diputados ni gobernadores, ni nada, cada quien tiene sus fines.

Nada que temer: Emilio González

“Quien actúa dentro de la ley no tiene nada que temer”, dijo el gobernador Emilio González en cuanto al punto de acuerdo adoptado el pasado miércoles por los diputados federales para solicitar a la Auditoría Superior de la Federación y a la Secretaría de Gobernación que investiguen el donativo del erario estatal entregado a la arquidiócesis de Guadalajara, para la construcción de un santuario cristero. Asimismo, los legisladores pidieron a la Secretaría de Gobernación que dirima si la macrolimosna violó el Estado laico.

Entrevistado el miércoles pasado –durante la gira del presidente Felipe Calderón por Jalisco–, el gobernador afirmó en el municipio de Arandas que la comisión creada para dar seguimiento a la macrolimosna “demostrará que las decisiones que se toman en Jalisco están apegadas a la legalidad”.

También el miércoles, de visita en Guadalajara, invitado para la inauguración del Museo de Títeres de Jalisco, el escritor Carlos Monsiváis no quiso abundar acerca de la mentada de madre que González Márquez lanzó a los críticos del donativo. “La verdadera ofensa está en entregar dinero público a la Iglesia católica. A la ciudadanía no le insulta el ‘chinguen a su madre’, sino el no tener elementos de contención de ese derroche”, dijo.

 
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