Usted está aquí: viernes 2 de mayo de 2008 Política A dos años de la represión, se mantiene vivo el espíritu de resistencia en Atenco

■ “Jamás vamos a negociar nuestras tierras”, asegura Trinidad Ramírez del Valle

A dos años de la represión, se mantiene vivo el espíritu de resistencia en Atenco

■ Este domingo marcharán del Ángel de la Independencia a la Corte para pedir un fallo honesto

Blanche Petrich

Ampliar la imagen En imagen del 18 de agosto de 2003, ejidatarios de San Salvador Atenco En imagen del 18 de agosto de 2003, ejidatarios de San Salvador Atenco Foto: María Luisa Severiano

Trinidad Ramírez del Valle recorre los foros que el movimiento popular abre al Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra, en San Salvador Atenco, para cerrar el paso a la desmemoria. A dos años de la violenta incursión policiaca en esa localidad del estado de México, los atenquenses se preparan para la conmemoración. “Que nadie olvide esta historia que iniciaron unos campesinos que empezaron por luchar por sus tierras, pero a los que les fue creciendo la visión hasta entender que para lograr un cambio profundo es necesaria la unidad, la organización y la claridad de objetivos”.

El lunes estuvo en el auditorio Flores Magón de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, frente a una sala semivacía, sin la presencia de la otra oradora anunciada para ese acto, la senadora Rosario Ibarra. Con su ropa humilde y el simbólico machete en un puño, esta mujer que tiene al marido en la cárcel –Ignacio del Valle, el líder del FPDT que ha sido sentenciado a más de 60 años de prisión– y a una hija prófuga de una orden de aprehensión federal, América del Valle, habla de lo que, a dos años del duro golpe represivo, mantiene “en pie” la resistencia de su pueblo.

“Sin dejar de resistir un solo día, logramos sacar a 15 de nuestros compañeros (entre ellos su hijo César) de la cárcel. Eso le demuestra a la nación que la razón está de nuestro lado; que los otros 16 compañeros que siguen presos deben ser salir sin cargos, porque son inocentes”. Se declara “orgullosa” de los que aún están en prisión o prófugos: “Ellos están libres en su pensamiento y en sus convicciones”.

Sin estudios, forzada por los hechos a ponerse al frente del movimiento atenquense cuando su organización y su familia fueron desmembradas, Antonia Trinidad Ramírez despliega su vena de líder natural. Propone que entre el vasto abanico de la izquierda mexicana “empecemos a aprender a escucharnos, a ponernos de acuerdo para echarle montón y defender lo nuestro. ¡Tantas cosas que nos están arrebatando y nosotros dividiéndonos!”

Es obligada la referencia, en su discurso ante un puñado de estudiantes, al nuevo proyecto de construir un aeropuerto internacional en terrenos federales, justamente en la zona de Texcoco donde, hace cuatro años, el movimiento popular de los atenquenses hizo naufragar el megaproyecto del gobierno de Vicente Fox. “Lo dijimos en 2001 y lo decimos ahora: no al aeropuerto, jamás vamos a negociar nuestras tierras. Los hoteles y las cadenas comerciales no nos van a dejar ningún beneficio. Eso no lo entiende la sociedad, porque los medios de comunicación no nos dan la palabra. Pero eso no nos quita que tengamos la razón de nuestro lado.”

Este viernes 2 de mayo el FPDT empezará la conmemoración anual colocando una cruz entre los cerros Huetepec y Tepetzingo. El 3 de mayo, justo la fecha en que se inició la agresión, colocarán una ofrenda en memoria de Alexis Benhumea, el joven universitario que murió a consecuencia de una herida provocada por una cápsula de gas lacrimógeno disparada por la policía, y Francisco Javier Cortés, un adolescente abatido en el tiroteo.

En Atenco estarán el líder de la APPO Flavio Sosa y los padres de los cuatro jóvenes mexicanos asesinados por el ejército colombiano en la incursión del primero de marzo en Ecuador. El cuatro de mayo marcharán del Ángel de la Independencia a la sede de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que próximamente deberá emitir un fallo sobre los hechos de San Salvador Atenco.

 
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