Directora General: CARMEN LIRA SAADE
Director Fundador: CARLOS PAYAN VELVER  
Domingo 11 de mayo de 2008 Num: 688

Portada

Presentación

Bazar de asombros
HUGO GUTIÉRREZ VEGA

Un pornógrafo sublime
RAÚL OLVERA MIJARES

Poética
ARIS ALEXANDROU

La batuta de Morricone
ENRIQUE LÓPEZ AGUILAR

Morricone en Oriente
LEANDRO ARELLANO

Ricardo Martínez:
rigor y poesía

MARCO ANTONIO CAMPOS

Escribir y ser otro
JUAN MANUEL GARCÍA Entrevista con MARIO BELLATIN

Leer

Columnas:
Mujeres Insumisas
ANGÉLICA ABELLEYRA

Paso a Retirarme
ANA GARCÍA BERGUA

Bemol Sostenido
ALONSO ARREOLA

Cinexcusas
LUIS TOVAR

La Jornada Virtual
NAIEF YEHYA

A Lápiz
ENRIQUE LÓPEZ AGUILAR

Artes Visuales
GERMAINE GÓMEZ HARO

Cabezalcubo
JORGE MOCH


Directorio
Núm. anteriores
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Germaine Gómez Haro

XX aniversario del IAGO y su presencia en el MACO

Este año se celebra el XX aniversario del Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca, mejor conocido como IAGO, piedra de toque y centro neurálgico del desarrollo cultural en esa ciudad que ha devenido un ejemplo único en nuestro país, en gran medida gracias a la incansable labor de promoción y mecenazgo de Francisco Toledo. El IAGO fue inaugurado en noviembre de 1988 en la hermosa casona del siglo XVIII que el artista habitó durante diez años con Elisa Ramírez y sus hijos Jerónimo y Laureana. En sus inicios, este espacio fue concebido como sede de la prodigiosa colección de obra gráfica reunida por el propio artista bajo el nombre de José F. Gómez, y como centro de estudio y promoción de este arte que, lamentablemente, no ha recibido en nuestro país la atención y valoración que merece, precisamente por su escasa difusión tanto a nivel educativo como comercial. En el IAGO se han generado numerosos proyectos, entre ellos la revista El Alcaraván, que debe su nombre al ave zancuda que vive en el Istmo de Tehuantepec, una publicación trimestral que dedicó diecinueve números a temas relativos a la gráfica y a la defensa del patrimonio artístico y natural oaxaqueño; desafortunadamente, por falta de presupuesto, ésta desapareció en 1994, dejando un hueco enorme. Ahí surgieron también las Ediciones Toledo, los libros de Calamus y, en sus salas y acogedor patio trasero, se llevan a cabo las más diversas actividades artísticas y literarias.


Alberto Durero, Cristo en el limbo

En la actualidad el IAGO alberga la biblioteca de arte quizás más importante de nuestro país, integrada por alrededor de 60 mil volúmenes seleccionados y donados en su gran mayoría por el propio Toledo quien, además de tener una asombrosa formación visual que se palpa en la riqueza de su colección gráfica, también se revela como un bibliófilo acucioso y tenaz. El acervo bibliográfico está abocado a las artes plásticas, fotografía, arquitectura, cine, arte popular, etcétera. La Colección de Gráfica José F. Gómez –una de las más importantes en nuestro país– cuenta con obras de los grandes maestros internacionales como Durero, Tiepolo, Goya, Delacroix, Munch, Ensor, Picasso, Chillida, Dubuffet, Tàpies, Alechinsky, Freud, Klinger, Beckmann, entre muchos otros, así como un rico corpus de creadores mexicanos que abarca de José Guadalupe Posada a los contemporáneos, incluyendo a un buen número de oaxaqueños que destacan en este arte, muy probablemente gracias a los numerosos talleres que han establecido en esa región renombrados especialistas.


Lucian Freud, Man posing

Con motivo del festejo de las dos décadas del IAGO, su institución hermana, el Museo de Arte Contemporáneo de Oaxaca (MACO), presenta un impresionante panorama de cuatro siglos de creación gráfica, que va del siglo XVI, con dos joyitas de Durero, hasta 2007, con obra reciente de artistas contemporáneos. Pocas veces se tiene la oportunidad de admirar bajo un mismo techo el trabajo de tantos artistas imponentes representados por ochenta y tres magníficas piezas que dan cuenta del ojo aguzado y la extrema sensibilidad del coleccionista que las reunió. El recorrido incluye las más variadas tendencias, técnicas y estilos magistralmente dispuestos por la curadora y museógrafa Patricia Álvarez en complicidad con Femaría Abad, quien recientemente dejó la dirección de este museo tras siete años de gestión. Esta maravillosa exposición cierra el ciclo de Femaría Abad quien, con su talento y férrea voluntad, hizo verdaderos milagros para sobrevivir con el ínfimo presupuesto otorgado por el gobierno estatal, y consiguió colocar al MACO entre los mejores museos de nuestro país con una proyección internacional. Contra viento y marea y a pesar de las embestidas políticas, estos últimos siete años fuimos testigos del período de mayor esplendor de esta institución, ahora a cargo del tapatío Carlos Ashida.


James Ensor, El ángel exterminador
Fotos: cortesía del MACO

En sus cuatro lustros de vida, el IAGO se ha convertido en un referente en la vida cultural del país. Su acervo participa continuamente en exposiciones itinerantes en toda la República, y es importante señalar el apoyo que brinda a las comunidades con la donación de libros a noventa bibliotecas municipales y a varias cárceles. Asimismo, son filiales de esta institución y proyectos desarrollados y patrocinados personalmente por el artista oaxaqueño, el Centro Fotográfico Manuel Álvarez Bravo y el Cineclub El Pochote. ¡Larga vida al IAGO y a su fundador, nuestro querido y admirado maestro Toledo!