Usted está aquí: lunes 12 de mayo de 2008 Mundo Pésimas condiciones en las prisiones para migrantes en EU; mueren 83 en 5 años

■ Investigación del Washington Post y la CBS revela un inframundo

Pésimas condiciones en las prisiones para migrantes en EU; mueren 83 en 5 años

De la redacción

Unos 83 migrantes de varias partes del mundo han muerto durante los últimos cinco años en el sistema de prisiones especiales para extranjeros, muchos de ellos como resultado del nulo o deficiente tratamiento médico en un tipo de inframundo casi invisible e inaccesible, revelaron este domingo el diario Washington Post y el programa 60 Minutes de CBS News.

La investigación periodística de ambos medios descubrió que en este sistema de detención unos 33 mil extranjeros que están recluidos padecen hacinamiento y pésimos servicios que llevan a consecuencias trágicas y tal vez ilegales. Algunos pasan días, semanas o meses en estos 22 centros de detención, además de cárceles locales y estatales que se han llenado al tope y multiplicado desde que entraron en vigor medidas de seguridad interna más extremas como resultado del 11 de septiembre. Según el reportaje, el número promedio anual de migrantes detenidos se ha triplicado al pasar de 100 mil a 300 mil después de los atentados de 2001.

Aquí, migrantes legales e indocumentados, o los que solicitan asilo “sufren negligencia y algunos no sobreviven las detención en Estados Unidos”, resume 60 Minutes en su segmento sobre este tema transmitido esta noche.

“Los detenidos tienen menos acceso a abogados que asesinos condenados en prisiones de máxima seguridad, y algunos tienen menos comodidades que los sospechosos de terrorismo detenidos en Guantánamo, Cuba”, reporta el Washington Post. Y agrega: “Pero no son terroristas. La mayoría son hombres y mujeres de la clase trabajadora o jornaleros indigentes que cometieron errores que parecen no representar amenaza a la seguridad nacional...”, y ofrece algunos ejemplos, como el de un mexicano residente legal de este país que aceptó 50 dólares para dar un aventón a dos jornaleros indocumentados, o una somalí sin una visa válida que salió huyendo de la matanza en su país, o un salvadoreño que compró drogas después de 20 años de pobreza en Los Ángeles.

El reportaje, cuya primera de cuatro partes fue publicada este domingo por el Post, afirma que los más vulnerables de estos detenidos, padecen enfermedades físicas o mentales, a veces se les niega el tratamiento médico al cual tienen derecho bajo la ley. “Están encarcelados en un mundo de trato lento, trato malo y trato nulo, con pánico y encubrimiento entre los empleados que observan lo que ocurre”, reporta el rotativo. La investigación descubrió “un mundo oculto de evaluaciones medicas fallidas, prácticas administrativas deficientes, guardias negligentes, técnicos mal capacitados, registros mal hechos, archivos médicos perdidos y peligrosas carencias de personal”. Hay pruebas, agrega, de que se están transmitiendo enfermedades contagiosas dentro de estas instalaciones que están en varios puntos del país, incluidas tuberculosis y viruela.

A la vez, informan que varios de estas instalaciones son administradas por contratistas privados, aunque la responsabilidad aún reside en el servicio de migración (la agencia conocida como ICE, por sus siglas en ingés) de la Secretaría de Seguridad Interna.

La investigación identificó que de los 83 detenidos que han muerto durante los últimos cinco años, en por lo menos 30 de los casos las acciones (o falta de) del personal médico contribuyó a los decesos.

La escritora Edwidge Danticat cuenta a 60 Minutes sobre el caso de su tío, el reverendo Danticat, quien a sus 81 años huyó de la violencia en Haití. Llegó a Estados Unidos en busca de asilo, fue detenido y se inició el proceso judicial sobre su caso. Poco después enfermó de gravedad, pero las autoridades determinaron que estaba fingiendo. Día y medio después, murió. La escritora, ganadora de premios y residente en Estados Unidos, empieza a llorar. “Murió tan solo… después de ser tratado como un animal (en Estados Unidos)… sólo estaba tratando de huir del horror”.

 
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