Usted está aquí: martes 13 de mayo de 2008 Mundo Más de 10 mil muertos deja terremoto en la sureña provincia china de Sichuán

■ Urgen carpas, alimentos y medicinas; es peor de lo que pensábamos: primer ministro

Más de 10 mil muertos deja terremoto en la sureña provincia china de Sichuán

■ Se derrumban casas, edificios de oficinas y escuelas

■ Las áreas afectadas quedan incomunicadas

■ Es el peor temblor desde 1976

■ Movilizan al ejército

■ Rescate de víctimas, prioridad: Hu Jintao

Xinhua, Afp, Dpa, Reuters y Pl

Ampliar la imagen Una sobreviviente del terremoto sale de los escombros de un edificio en Dujiangyan, provincia de Sichuán Una sobreviviente del terremoto sale de los escombros de un edificio en Dujiangyan, provincia de Sichuán Foto: Reuters

Pekín, martes 13 de mayo. Más de 10 mil personas murieron este lunes tras un terremoto de 7.8 grados en la escala de Richter que sacudió principalmente la sureña provincia china de Sichuán, mientras los equipos de socorro intentan llegar a las zonas afectadas que quedaron incomunicadas.

Según este último balance, divulgado por la agencia oficial Xinhua, más de diez mil personas fallecieron en Sichuán en el peor terremoto en China desde 1976. El movimiento ocurrió a las 14:28 horas local y su epicentro se localizó en el distrito de Wenchuán, poco menos de cien kilómetros al noreste de la ciudad de Chengdu, capital de Sichuán.

Chengdu, ubicada a 930 kilómetros de Pekín, tiene cerca de 10 millones de habitantes. En la provincia, la más poblada del país, viven 87 millones de personas.

La oficina sismológica de Sichuán informó que más de mil 180 réplicas de 6 grados Richter se han sentido tras el primer movimiento telúrico.

El terremoto provocó además 132 muertos en Gansu y 85 en Shaanxi, provincias localizadas en el norte del país, al tiempo que 50 perecieron en Chongqing y una en la provincia de Yunán, en el sur de la nación asiática.

El terremoto ocurrió luego que tormentas acompañadas de fuertes vientos golpearon en las provincias de Hubei, Hebei y Jiangsu entre el domingo y lunes, afectando a más de 630 mil personas y provocando daños materiales estimados en 55 millones de dólares, indicó Xinhua.

La zona del epicentro del sismo sigue inaccesible, informó la agencia China Nueva al relatar que un equipo de rescate que trató de acceder a ella se tuvo que parar a 90 kilómetros de su destino porque las carreteras de esta zona montañosa están inutilizables.

“Hacemos lo que podemos pero las carreteras están cubiertas de piedras y rocas”, declaró Li Chongxi, jefe del equipo.

“Vi muchas casas derrumbadas y hay rocas caídas de la montaña en la carretera”, declaró el jefe de una unidad de policía no identificado por Afp, que se dirigía a pie hacia Wenchuán.

“Necesitamos con urgencia carpas, alimentos, medicinas y equipos de comunicación satelital”, dijo el jefe del Partido Comunista de Wenchuán, Wang Bing.

Fuertes lluvias dificultan la llegada de auxilio

Las autoridades trataron de enviar cuatro helicópteros, pero las fuertes lluvias les impidieron llegar, señaló la cadena de televisión china CCTV.

El sismo provocó el derrumbe de edificios que albergaban a un gran número de personas, como el Instituto de Sichuán en el que murieron 50 estudiantes y 850 seguían atrapados.

“Algunos adolescentes que están enterrados luchaban por salir debajo de los escombros mientras otros pedían ayuda desesperados”, informó Xinhua.

También en esta provincia “varios miles” de personas perecieron o quedaron sepultadas en una fábrica de turbinas de vapor, informó la agencia China Nueva. Según el reporte, el desastre ocurrió cuando el edificio se derrumbó.

La capital, Pekín, sufrió una réplica de 3.9 grados Richter en el barrio oriental de Tongzhou, siete minutos después del sismo en Sichuán, lo que obligó a evacuar edificios de oficinas.

En otro punto de la devastada provincia china, en la ciudad de Shifang, 600 trabajadores murieron tras el derrumbe de una fábrica de productos químicos donde además se derramaron más de 80 toneladas de amoniaco. Los 6 mil residentes de la zona fueron desalojados.

Además, 420 estudiantes en una escuela en la localidad de Dujiangyan estaban atrapados y los equipos de socorro sólo han rescatado a cien, informó Xinhua.

Desde uno de los lugares del desastre, el primer ministro chino, Wen Jiabao, declaró que la situación “es peor de lo que habíamos estimado previamente y necesitamos más gente para que nos ayude”. El premier chino se encuentra en el centro de emergencias en Dujiangyan, a unos 100 kilómetros del epicentro del terremoto.

Según un funcionario de la oficina sismológica, “filas enteras de casas” quedaron destruidas en Dujiangyan.

Varios habitantes de Chengdu explicaron haber sentido un fuerte temblor que rompió los cristales de sus casas. Sin embargo no hablaron de víctimas. Asimismo, aeropuertos y líneas de ferrocarril fueron cerrados y los medios de comunicación estatales indicaron que algunas partes de la ciudad se encuentran sin agua ni electricidad.

El presidente chino Hu Jintao ordenó “los mayores esfuerzos para rescatar a las víctimas del temblor” y pidió a todos los niveles de su administración que se concentren en las tareas de rescate y asistencia, porque el sismo es la principal prioridad del gobierno.

El ejército fue movilizado para “asistir al gobierno local del distrito de Wenchuan, evaluar la situación y ayudar en las tareas de rescate”, explicó a China Nueva Tian Yixiang, un oficial del Ejército Popular de Liberación, miembro del departamento de situaciones de urgencia.

Asimismo, el gobierno liberó 2.89 millones de dólares para enfrentar el desastre, mientras la Cruz Roja china envió 557 tiendas de campaña, 2 mil 500 edredones y otro tipo de ayuda a la zona afectada, informó la televisión china.

El temblor se sintió incluso en Shanghai, Hong Kong, Bangkok, Hanoi y Taipei, indicaron residentes, aunque no se dio parte de víctimas.

El terremoto también afectó una de las mayores reservas de osos panda gigantes del país, indicaron medios oficiales.

La Administración de Bosques anunció que no tenía noticias de la reserva de Wolong, uno de los dos grandes centros de protección de osos panda, un animal considerado por los chinos como tesoro nacional.

La Comisión Europea, la Organización de Naciones Unidas, los gobiernos de Colombia, Costa Rica y España expresaron su “pesar y solidaridad” con el pueblo chino, mientras Estados Unidos y Hong Kong se declararon listos para “ayudar” a China.

 
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