■ Dora María Pérez señala que se sumará a la decisión de trabajadores

Directora del siquiátrico infantil se opondrá a la reubicación

■ Personal del hospital y padres de pacientes, en intensa movilización

Ángeles Cruz Martínez

La directora del Hospital Siquiátrico Infantil Juan N. Navarro, Dora María Pérez Ordaz, aseguró que se sumará a la decisión que tomen los trabajadores para responder a la propuesta de la Secretaría de Salud (Ssa) para la reubicación de los servicios. Dijo que lo primero y más importante es el nosocomio, aunque la determinación final está fuera de su alcance.

A una semana de que Bernardo Bidart, director de Hospitales de Referencia de la Ssa, presentó el proyecto para trasladar los servicios del siquiátrico infantil al predio localizado enfrente de la sede actual –con la finalidad de permitir la expansión del Instituto Nacional de Cancerología–, los trabajadores han mantenido una intensa movilización para informar a los padres de familia y exponer sus argumentos en contra del planteamiento oficial.

Ayer realizaron una asamblea en la que exigieron la presencia de la directora, quien inicialmente contestó que tendría que pedir autorización a sus superiores, pero unos minutos después aceptó acudir. Ahí resaltó que no fue informada de los detalles del proyecto, pues se enteró unos días antes, cuando la convocaron a la Ssa para organizar la logística de la visita de Bidart al hospital.

De cualquier forma, dijo que estará del lado de los trabajadores, sobre todo porque existen añejas deficiencias que deben atenderse.

A su vez, el personal del Juan N. Navarro reiteró su decisión de rechazar la reubicación y, en cambio, exigir una remodelación del nosocomio en el predio que actualmente ocupa. Por esto han avanzado en el diseño de una contrapropuesta para mejorar los servicios médicos que se prestan a los pacientes.

Pérez Ordaz recordó que en 2006, cuando la Ssa también pretendió reubicar al hospital, los trabajadores elaboraron un proyecto que ahora podría servir de base para el nuevo planteamiento. En ese documento, dijo la funcionaria, quien hace dos años era parte de los trabajadores que manifestaron su rechazo a las autoridades, quedaron plasmadas algunas de las necesidades que aún tiene el hospital.

En días pasados, algunos trabajadores recuperaron un oficio con el que se dio por concluido el conflicto en 2006. En ese documento suscrito por Bidart y otros funcionarios de la Ssa, dirigido a Marco Antonio García Ayala, presidente del comité ejecutivo nacional del Sindicato de Trabajadores de la Ssa, informaron que “no existe el interés de esta secretaría en cerrar el hospital Juan N. Navarro, tampoco se considera la reubicación”.

Dicho oficio, dijo Pérez Ordaz, “es patito”. No lo firmó el secretario de Salud o alguna autoridad superior de la Ssa. Sin embargo, indicó, ahora las condiciones son distintas, porque en 2006 la dependencia tenía un proyecto que sólo daba cabida a “100 trabajadores de elite”. El resto quedaba fuera. Lo que en ese momento se peleó fue la defensa de todas las fuentes de empleo y los servicios.

La directora también fue cuestionada por la supuesta reducción en el número de pacientes. Algunos médicos aseguraron que existe una indicación de las autoridades de limitar el número de fichas para la consulta externa, y enviar a los niños a otras clínicas. Pérez Ordaz rechazó la versión. Por el contrario, dijo, se trabaja en adaptar el área de preconsulta y agilizar la atención médica.

Comentó que se eliminaron las restricciones de horario para acceder al servicio y ahora los niños y adolescentes pueden solicitar consulta a cualquier hora, aunque no sea una urgencia.

Los padres de familia también empiezan a gestar una organización y planes para movilizarse. Hoy tendrán una reunión en la que definirán un plan de acción para los próximos días.