Usted está aquí: sábado 24 de mayo de 2008 Cultura Carballido exploró “cualquier provocación de la realidad”

■ Rinden homenaje nacional al autor de Rosalba y los llaveros, en Bellas Artes

Carballido exploró “cualquier provocación de la realidad”

■ Traducirán al coreano su obra Orinoco para montarla en Seúl, adelantó Héctor Herrera, pareja del escritor

■ Su dramaturgia devela “los misterios más profundos de la vida”, dijo experta

Carlos Paul

Ampliar la imagen Imagen de Emilio Carballido en una pantalla, anteanoche, en el Palacio de Bellas Artes durante el homenaje nacional al dramaturgo Imagen de Emilio Carballido en una pantalla, anteanoche, en el Palacio de Bellas Artes durante el homenaje nacional al dramaturgo Foto: Francisco Olvera

Hace 58 años Emilio Carballido, un joven de apenas 25 años, se encontraba en el Palacio de Bellas Artes recibiendo aplausos por el estreno de su comedia en tres actos Rosalba y los llaveros, dirigida por Salvador Novo.

El jueves pasado, a más de medio siglo de aquel montaje y a unos meses del fallecimiento del maestro, de nuevo el dramaturgo recibió aplausos en el contexto del homenaje nacional póstumo a su trayectoria y con el que se inició una serie de actividades en diversos foros del país.

Casi al final de su vida, Carballido satisfizo el deseo de celebrar su cumpleaños 82 en Rusia –donde recibió varios reconocimientos y dictó conferencias–, gracias al apoyo de Selma Ancira.

Otro más le será cumplido en fecha próxima: la traducción de su obra Orinoco al coreano, para luego ser puesta en escena en Seúl, así lo expresó –emocionado– Héctor Herrera, quien fue su compañero de vida, luego de recordar algunos diálogos que reflejaban la personalidad de Carballido, así como los últimos viajes que realizaron a Cuba y Rusia.

Ponía el alma en lo que tocaba

María Teresa Franco, titular del Instituto Nacional de Bellas Artes, recordó que el “prolífico inventor de historias” se formó con figuras como Salvador Novo, Rodolfo Usigli, Xavier Villaurrutia y Celestino Gorostiza.

“Su legado aún vivo –apuntó la funcionaria– ha esquivado toda clase de encasillamientos, tanto por su riqueza temática como por la variedad de géneros que aborda, convirtiéndose en un referente imprescindible.”

En el acto se recordó que al dramaturgo homenajeado se debe la fundación de la revista Tramoya, publicación que durante más de 30 años ha difundido “más de 500 obras y una cincuentena de traducciones”.

Además de Ancira, habló la experta estadunidense Jacqueline Bixler, y destacó que la obra de Carballido es “engañosamente sencilla”, sin embargo “nos devela los misterios más profundos de la vida”.

Asimismo, se realizó una lectura dramatizada de El espejo 2, a cargo de Teresa Valenzuela y Froylán Cuenca, y la actriz Margarita Sanz interpretó el monólogo de Renata, de la obra Las cartas de Mozart.

Se proyectaron además dos testimonios en video en los que el propio Carballido explica su trayectoria y trabajo creativo.

Con voz en off, se explicó en uno que Carballido “supo nutrirse de cualquier provocación que le hizo la realidad.

“Fue de los pocos que no sufría ni se acongojaba con el acto creativo. Se sabía responsable, junto con Sergio Magaña y Luisa Josefina Hernández, de la renovación del teatro mexicano de la segunda mitad del siglo XX.

“Su generación abrió cauces a una tradición agotada, nacionalista y a la defensiva. Su desarrollo como escritor, según contaba, se dio en varias etapas: su abuela Rosa, lo modeló; Agustín Yáñez le enseñó a escribir bien; Fernando Warner lo formó como autor y hombre de teatro; Villaurrutia y Usigli fueron influencias literarias determinantes, pero a Salvador Novo le debió su carrera, al dirigirle la obra Rosalba y los llaveros.

“A partir de entonces Carballido no dejó de escribir, tanto que se dice que la cuenta de sus obras y montajes ni él mismo la sabía. De lo que no existe duda es de que es nuestro dramaturgo más estudiado, traducido, publicado y escenificado en México y el extranjero.

“Carballido es un dolor de cabeza para los críticos que han tratado de clasificarlo. Fue realista cuando se le dio la gana, expresionista cuando el tema lo requería; tocó tanto lo político, lo histórico, como lo íntimo y lo social. Sus fuentes iban y venían de la provincia al Distrito Federal. Sabía poner el alma en todo lo que tocaba. Además no se podía sacar ninguna conclusión durable mientras seguía escribiendo con esa originalidad creativa.

“Las mujeres –en palabras de Olga Harmony, crítica de teatro y colaboradora de La Jornada– le debemos una gratitud de género. Pocos autores nos conocían tan bien y pocos lo expresaban como reivindicación contra el machismo. Para Rosario Castellanos, en las obras que escribió Carballido no hay conformismo ni cobardía.”

Tras la proyección de un fragmento de la película Macario, con guión de Carballido, basado en el cuento de Bruno Traven, el homenaje concluyó amenizado con las décimas dedicadas al dramaturgo por un trío jarocho.

 
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