Usted está aquí: lunes 26 de mayo de 2008 Cultura Arte público no es “decorar” edificios con obras grandotas: Polo Castellanos

■ El artista realizó un mural dedicado a la patria en la sede delegacional de Venustiano Carranza

Arte público no es “decorar” edificios con obras grandotas: Polo Castellanos

■ El muralismo no está muerto, y en estos días es muy necesario, asegura el pintor mexicano

Mónica Mateos-Vega

Ampliar la imagen El muralista Polo Castellanos durante la realización del mural alusivo a la patria, en la fachada del edificio sede de la delegación Venustiano Carranza El muralista Polo Castellanos durante la realización del mural alusivo a la patria, en la fachada del edificio sede de la delegación Venustiano Carranza Foto: cortesía del artista

Hay pintores que decoran edificios o recepciones de hoteles con obras grandotas, “pero ésa no es la función del arte público, como el muralismo, que no sólo forma parte del paisaje urbano, sino que narra historias, involucra al espectador, provoca”, afirma el pintor Polo Castellanos, quien acaba de concluir un mural dedicado a la patria, plasmado en la fachada de la delegación Venustiano Carranza.

El artista forma parte del movimiento de muralistas mexicanos, cuyos integrantes (alrededor de 50, “de todas las ideologías, de todas las corrientes, todos en activo”) están, “desde hace rato”, llenando de murales escuelas, en pos de “recuperar” edificios públicos para hacer hablar sus muros.

“El muralismo no sólo es para las comunidades estudiantiles, también es para el burócrata, para las personas que van caminando en la calle. Pero los edificios públicos son los que más cerrados están al arte público. El pensamiento burocrático se estancó, con respecto al muralismo, en Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros, José Clemente Orozco y Jorge González Camarena.

“Los mismos críticos han dicho que el muralismo está muerto y es una gran mentira. No sólo no está muerto sino que, en estos días, es necesario”, señala Castellanos en entrevista con La Jornada.

El artista terminó recientemente su participación en el proyecto Muros para la Educación, que lleva a cabo la Secretaría de Educación del Estado de México, en colaboración con el muralista Gustavo Chávez Pavón.

La tarea de Polo fue realizar un mural en la secundaria técnica 127 Adolfo López Mateos, en Ecatepec: “Fue una experiencia increíble, sobre todo trabajar con los chavos, porque la idea es integrarlos a la obra. Al hacer el mural se afecta la vida escolar, los jóvenes se acercan a preguntar, quieren ayudar, cambia la vida en su entorno desde que se empieza a plantear el proyecto.

“A veces los maestros nos mandan como ayudantes a los grafiteros o a los que tienen buenas calificaciones, y no, les digo que el mural es para todos, aunque tengan las peores calificaciones. En la secundaria de Ecatepec pinté a los alumnos, para que entendieran que ellos y la educación son parte fundamental de la patria, aparecen cargándola”.

No obstante, agrega el pintor, en la ciudad de México es complicado hacer murales en los centros educativos, “siempre nos topamos con la burocracia, la enemiga de la cultura y el arte; entonces debemos hacer un trabajo de sensibilización con las autoridades, porque si bien hay directores de escuela que lloran por tener un mural, existen otros que, no obstante ser maestros, dicen ¿y yo para qué lo quiero?

“Pero cuando ven el resultado final se convencen, empiezan a correr la voz y todos quieren su mural. Cuando hicimos el año pasado el Encuentro Bilateral de Muralistas Latinoamericanos México-Argentina, en la delegación Álvaro Obregón, fue muy interesante porque se pintaron 40 murales en siete escuelas, incluyendo una preparatoria de la ciudad de México. Ahora esa obra forma parte del patrimonio de la escuela y de su formación educativa.”

El mural que Castellanos realizó en la sede de la delegación Venustiano Carranza ocupa 24 metros cuadrados y “tiene un proceso diferente a los que se hacen en las escuelas, porque no se tiene un trabajo directo con las personas, pero la obra afecta el entorno, la pared cobra vida, significado.

“Donde antes no había nada, ahora se ve el muro desde muy lejos, chiquito a la distancia, pero se distingue el caballero águila, la bandera, símbolos de la patria que nos han ido quitando. La obra busca no sólo una reflexión en torno a la patria, sino rescatar el hecho de que los símbolos no son exclusivos de Los Pinos, sino del pueblo de México.

“No sólo nos están negando el derecho a a nuestra historia, sino a nuestra educación. Por eso el arte es un testimonio, además de un patrimonio. Lamentablemente, en México las autoridades creen que promover la cultura es hacer espectáculos masivos, que si un evento no reditúa dinero no tiene el mismo impacto, le dan al público atole con el dedo y no se está invirtiendo en arte público”, concluye el artista.

 
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