Usted está aquí: miércoles 28 de mayo de 2008 Política Rechazan políticos la abierta importación de granos

■ Representante del sector pecuario dice que la medida funcionará, pero pide apoyos

Rechazan políticos la abierta importación de granos

Carolina Gómez, Georgina Saldierna, Miriam Posada, Elizabeth Velasco, José A. Román y Laura Poy, reporteros; Andrés T. Morales, Gerardo Flores, Ernesto Martínez y Luis Boffil, corresponsales

La apertura total del mercado nacional a las importaciones de granos básicos es una medida no sólo “insuficiente y torpe, también una salida falsa”, aseguraron legisladores, líderes campesinos, académicos y jerarcas católicos, quienes llamaron al gobierno federal a impulsar acciones de “largo plazo para rescatar el campo y no quedarnos en medidas de coyuntura que no van a resolver las necesidades alimentarias del país”.

Aseguraron que la crisis alimentaria mundial es generada por factores como la especulación de los precios que genera más carestía y el uso de alimentos para producir biocombustibles, por lo que “se debe atender con una política de largo aliento que incluya financiamiento al agro y programas de recuperación de miles de hectáreas que hoy no tienen quién las trabaje por la migración masiva hacia las ciudades y a Estados Unidos”.

El Consejo Coordinador Empresarial manifestó su apoyo a la acciones que anunció el Ejecutivo en respaldo a la economía familiar. Durante una reunión con Felipe Calderón, los empresarios encabezados por Armando Paredes consideraron que las medidas referidas van en el sentido correcto.

Jaime Yesaki, presidente del Consejo Nacional Agropecuario, instó a atender de manera urgente al sector pecuario, pues los altos precios de los insumos amenazan a los productores de carne, lácteos y huevo, y urgió al gobierno federal a desarrollar una política integral en el campo para salir de la dependencia alimentaria, aunque reconoció que el programa anunciado para apoyar la alimentación de los mexicanos sí servirá para ayudar a las familias más pobres.

En contraste, dirigentes campesinos advirtieron que dicho esquema es un “engaño a la sociedad, porque Calderón debe saber que los inventarios mundiales están restringidos, y los pocos que puede haber, serán muy caros”, destacó Álvaro López Ríos, líder de la Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas. Señaló que la opción más viable es establecer un “pacto productivo en el que los ejes centrales sean crédito, financiamiento público, así como controles a los insumos básicos, como gasolina y agroquímicos, a fin de elevar la producción interna”.

Legisladores del PRD solicitaron la remoción del secretario de Agricultura, Alberto Cárdenas, por el subejercicio del presupuesto aprobado por el Congreso al campo, y la manera “frívola” en que maneja esa área, y advirtieron que a la crisis no se le puede hacer frente “ni con aspirinas, ni refritos (no hay más de los 204 mil millones de pesos autorizados por el Congreso), ni anuncios efectistas como los que ha hecho Calderón”.

La presidenta de la mesa directiva de la Cámara de Diputados, Ruth Zavaleta, calificó de “curitas” el plan alimentario de Calderón, aunque sostuvo que por la coyuntura que atraviesa el país, esa decisión es “acertada”, aunque ese plan “no nos resuelve de fondo un problema que vamos a enfrentar de forma mayor”.

Mientras, Amanda Gálvez, coordinadora del Programa Universitario de Alimentos de la UNAM, afirmó que el mundo vive una “terrible paradoja: por un lado tenemos la mayor capacidad de producción de alimentos en la historia, y por otra, un creciente encarecimiento de los mismos. Tenemos un problema de abasto y distribución, pero no de producción, pues tenemos con qué alimentar a la población del planeta”.

Integrantes de la Conferencia del Episcopado Mexicano, calificaron el anuncio de Calderón de “respuesta insuficiente” que no atiende el problema del fondo, por lo que expresaron sus deseos de que estas acciones gubernamentales tengan un “carácter emergente”, pero dentro de un paquete mucho más amplio que incluya apoyos y subsidios a la producción agropecuaria, tras alertar que la crisis alimentaria “ya nos está tocando” e inclusive pueden registrarse “conatos de violencia” ante la carestía de los alimentos básicos y el aumento de la pobreza.

Fidel Herrera Beltrán, gobernador de Veracruz, destacó que “no es con importaciones como vamos a resolver el problema de la soberanía alimentaria, ya se equivocó una vez ese modelo neoliberal”.

La gobernadora de Zacatecas, Amalia García, lamentó que México importe maíz desde hace más de una década, pese a su alto consumo, por lo que afirmó que la propuesta del Ejecutivo requiere de una revisión cuidadosa.

El ex gobernador de Michoacán Lázaro Cárdenas Batel señaló que si bien la crisis alimentaria es global, insistió en que la decisión de Calderón “puede traer otras consecuencias; tal vez no había en este momento otra opción, pero deja muy claro que el problema es estructural, mucho más de fondo, que deberá atenderse no sólo con medidas coyunturales”.

Las autoridades de Yucatán anunciaron la distribución de más de 40 toneladas de maíz en por lo menos 10 municipios donde el consumo de ese grano es fundamental para la alimentación familiar.

 
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