Usted está aquí: lunes 2 de junio de 2008 Cultura Surge Donceles 66, espacio para que la gente hable sólo de libros y literatura

■ Aunque el proyecto tiene capital privado, no se persiguen fines de lucro o económicos

Surge Donceles 66, espacio para que la gente hable sólo de libros y literatura

■ Es un sitio abierto a toda la comunidad, especialmente a los creadores jóvenes: Francisco Vargas

Ángel Vargas

Ampliar la imagen Donceles 66 cuenta con librería, biblioteca, café, restaurante y salones para talleres, cursos y presentaciones de diversa índole Donceles 66 cuenta con librería, biblioteca, café, restaurante y salones para talleres, cursos y presentaciones de diversa índole Foto: José Carlo González

El rescate de la tradición decimonónica de las charlerías, aquellos espacios en los que se conversaba sobre libros y el mundo literario de la época, fue la pauta para crear un sui generis centro cultural en el que la literatura será el eje principal.

Se trata de Donceles 66, iniciativa emprendida por Editorial Jus con el propósito de convertirse en “un espacio de encuentros en el que la gente venga a hablar específicamente de libros y literatura”.

Así lo afirma su responsable, Francisco Vargas, quien precisa: “No somos un centro cultural, propiamente, sino un lugar idóneo para la persona que lee, la que le gustan los libros, la que los compra, la que está interesada en ellos”.

Ubicado en la antigua sede de la Academia Mexicana de la Lengua, una hermosa casona colonial ubicada precisamente en el número 66 de la calle de Donceles, en el Centro Histórico, el recinto cuenta con librería, biblioteca, café, restaurante y salones para talleres, cursos y presentaciones de diversa índole.

Si bien se trata de un proyecto auspiciado totalmente por capital privado, no existen detrás de él fines económicos ni comerciales, según el promotor cultural.

“Es un proyecto que no busca ganancias, en términos económicos, sino promover la conversación y compartir el gusto por la literatura”, agrega. “Es importante aclarar que nuestro interés no es formar lectores, sino ser una alternativa para los que ya leen o se interesan en hacerlo”.

A su decir, resulta esencial para el proyecto continuar al margen de los subsidios y apoyos económicos institucionales, para mantenerlo sin ningún compromiso más allá del fin para el que fue creado.

“Se busca que sea un lugar independiente en el que la gente presente lo que quiera. Esa independencia, obviamente, hará más lento nuestro trabajo, pero también nos permitirá tener más firmeza en nuestros proyectos.”

El plan de operación de la instancia está estructurado para que se convierta a corto plazo en autosuficiente en términos económicos. Los ingresos se obtendrán de la cafetería y el restaurante, así como del alquiler de los espacios.

Dos son las vertientes mediante las que se busca hacer de éste un lugar atractivo para el público. La primera está sustentada en las actividades, que van desde presentaciones hasta diferentes ciclos; los ya programados incluyen uno de cine, otro de jóvenes escritores, así como uno más en el que artistas y otros profesionales, como periodistas, asistirán para hablar sobre su experiencia con la lectura y la literatura.

De igual manera, habrá espacio para otras disciplinas como el video, el teatro, la danza y el performance, además de que se montarán exposiciones de artes visuales.

La otra vertiente consistirá en cursos y talleres, los cuales comenzarán en julio y, en términos generales, estarán enfocados en la escritura y la lectura, como los de cuento y novela.

Los talleres infantiles cumplirán también un papel primordial, toda vez que éste es un público en el que se busca centrar especial atención, y por ello los sábados estarán dedicados a actividades exclusivamente para niños y niñas.

“Donceles 66 es un espacio abierto a toda la comunidad y, al mismo tiempo, representa una convocatoria para todos los creadores, aunque de manera especial para los jóvenes, con el fin de que hagan de éste su foro y escaparate de expresión”, indica Francisco Vargas

“Nos proponemos como un espacio en el que los jóvenes artistas podrán presentar su trabajo, lo cual es indispensable para que se abran ante la sociedad y la crítica”.

No obstante ese apoyo a artistas emergentes, aclara que también habrá presencia y participación regular y constante de creadores consagrados, que sin duda redundará en una oferta equilibrada que logrará atraer a diferentes tipos de público.

El promotor adelanta que el Ciclo de Jóvenes Autores tiene un objetivo específico: realizar un maratón de poesía de entre 10 y 12 horas para el 12 de noviembre, fecha en la que se conmemora el Día Nacional del Libro.

“Será una convocatoria para que participen desde los grandes poetas hasta aquellas personas que no se dedican a la literatura pero tienen poemas. Éste es un proyecto muy importante para nosotros, porque con él concluiremos la primera etapa de lo que queremos de este espacio cultural. Si obtenemos buenos resultados con ese maratón, podremos decir que este lugar está vivo y augurarle un futuro promisorio.”

 
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