Usted está aquí: viernes 6 de junio de 2008 Política Preocupa a especialistas vacío legal en los límites marítimos de México

■ Desventaja jurisdiccional ante Washington en exploración de yacimientos transfronterizos

Preocupa a especialistas vacío legal en los límites marítimos de México

■ Falta un tratado de aguas internacionales con EU, Belice, Guatemala y Cuba, alertan

Roberto Garduño y Rosa Elvira Vargas

Ampliar la imagen Fabio Barbosa y Miguel Ángel González Fabio Barbosa y Miguel Ángel González Foto: José Antonio López

Ampliar la imagen Los panistas Juan José Rodríguez Prats y Juan Bueno Los panistas Juan José Rodríguez Prats y Juan Bueno Foto: José Antonio López

El vacío legal en torno a los límites marítimos de México lo coloca en notable desventaja jurisdiccional frente a Estados Unidos en el ámbito de la explotación de hidrocarburos en los yacimientos transfronterizos, fue la conclusión en el octavo foro petrolero en el Senado.

La preocupante inexistencia de un tratado de aguas internacionales entre México y los países vecinos (Belice, Guatemala, Cuba y Estados Unidos) acarreó posturas de descalificación a la iniciativa de reforma petrolera del gobierno calderonista.

Para la doctora Lourdes Melgar, el único tratado que México firmó con Estados Unidos en el terreno de los yacimientos petrolíferos (Hoyo de Dona), en el año 2000, fue conducido por la canciller Rosario Green, quien lo presentó a Ernesto Zedillo:

“Debo aclarar muy respetuosamente –dijo a Fabio Barbosa, quien la había cuestionado–, que definitivamente no fue un tratado que se negoció rápidamente, ni que en tres reuniones lo acordamos. De hecho hubo negociaciones muy duras; tuvimos una negociación en la cual vino un gran equipo técnico de Estados Unidos y les dijimos que México no puede aceptar un tratado en el cual no se establece una protección a sus yacimientos transfronterizos”.

No obstante, el embajador Gustavo Iruegas acusó la pretensión gubernamental de plegarse a los intereses energéticos de Estados Unidos:

“Aquí estamos tratando de la maquinación de un crimen de lesa patria, así que usaré este criterio para abundar en mi acusación al gobierno de facto. Se trata de un crimen, sí, pero no de un crimen aislado. Para sustentar mi afirmación de que la prisa de la administración espuria obedece a un malsano deseo de agradar, o como se ha dicho, de cumplir la promesa hecha al presidente saliente de Estados Unidos, de entregarle el petróleo mexicano antes de que termine su mandato”, dijo Iruegas.

En una entrevista aparte, el priísta Francisco Labastida alertó sobre la inmovilidad gubernamental de México respecto de sus vecinos. En ese contexto, s le preguntó:

–¿Qué corresponde hacer al gobierno de México antes de que, a partir de 2010, Estados Unidos comience a extraer 130 mil barriles de petróleo diariamente del Hoyo de Dona?

–Sólo negociar un acuerdo con los países con los que comparte frontera marítima –respondió el senador sinaloense.

En ese sentido, el embajador Miguel González Félix advirtió que cualquier acuerdo con la administración estadunidense sólo deberá seguir el lineamiento constitucional vigente.

“Ese esquema no es el que le conviene a México, que tendrá que hacer su propio tratado con Estados Unidos conforme a nuestros principios constitucionales y a nuestras políticas y legislación... una cosa es la facultad que tiene el Estado mexicano de hacer un tratado internacional, para lo cual no se requiere ninguna reforma constitucional, y otra cosa muy diferente es el tipo de tratado que lleguemos a tener con ellos”, señaló.

En el ámbito del foro, el tema del “efecto popote” cobró relevancia al aceptarse que no se acerca demasiado al mito, como se le ha querido interpretar. En ese contexto, el maestro Néstor Mártir Romero alertó sobre tal circunstancia: “Ha quedado claro que las reservas petroleras y yacimientos transfronterizos están en peligro porque Estados Unidos, o cualquier otro país vecino, en cualquier momento pueden licitar zonas limítrofes a lo largo de las fronteras con nuestro país y extraer los hidrocarburos que se localicen del lado mexicano. El efecto popote es una realidad”.

Para Alberto Székely, la pretensión de otorgar al gobierno de Estados Unidos la cualidad de defensor del derecho internacional carece de objetividad:

“La verdad me sorprendió mucho que se haya dicho aquí que Estados Unidos de alguna manera ahora es paladín de la Convención de Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, cuando en realidad la ha venido repudiando desde su negociación, y después de que se adoptó y se puso en vigor.

“Estados Unidos, cuando le conviene, aduce que la convención refleja la codificación de derecho del mar a nivel internacional, pero ¿la ha adoptado?, ¿la ha aprobado?, ¿la ha metido en su legislación interna como lo hemos hecho nosotros? ¡Claro que no!

“Estados Unidos va a usar su posición respecto a la convención, que es una posición de rechazo, esencialmente para una cosa: para mantenerse las manos libres; el tratado de 2000 (de Hoyo de Dona) no dispone una obligación de negociar, no dispone de una obligación de prorrogar la moratoria de diez años, y porque al término de esa moratoria queda libre de actuar de su lado sin importar las consecuencias que tenga del lado mexicano.”

Contrario a Székely, el abogado David Enríquez dijo: “Nadie ha dicho aquí que negociar con un país como nuestro vecino del norte sea sencillo; si nos enfrascamos solamente en estructuras legales que no permiten generar recursos suficientes, en dónde está la bondad de tener un sacrosanto instrumento jurídico, y no más bien modelar los esquemas jurídicos que necesitemos para realmente transmitir esos recursos económicos a la pobreza extrema que hay en nuestro país”.

El senador del Partido Verde Arturo Escobar emitió un juicio en contra de Gustavo Iruegas: “Antes que nada quiero felicitar a todos los ponentes, creo que la mayoría de ustedes, en específico siete, demostraron enormes conocimientos técnicos del asunto... en el caso del embajador Gustavo Iruegas, sinceramente y con mucho respeto no entendí su participación. La mesa ideológica y política de esta reforma ya pasó...”

Los asistentes y ponentes al foro guardaron un silencio incómodo, pero fue el diputado del PRI Carlos Zataráin quien disculpó a Escobar: “Para mí, los ocho cumplieron. Y sí quiero pedirle (sic) una disculpa a Gustavo Iruegas, porque el punto de vista que usted está aportando es tan completo como los otros siete expositores. En esta casa del pueblo nadie puede coartarnos nuestro derecho a manifestar nuestras ideas. Una disculpa por la aseveración que un compañero hizo”.

Iruegas culminó su participación con la siguiente respuesta: “Al señor senador Escobar le diría que estoy aquí porque ustedes me invitaron, y me invitaron a participar en el tema Yacimientos Transfronterizos, Negociación, Exploración y Explotación. Mi ponencia hace énfasis en que la urgencia que se nos plantea, y para eso se usa la cuestión de que los yacimientos fronterizos conduce a la necesidad de contratar empresas extranjeras, método que lógicamente hará que esas empresas se queden con una parte del petróleo mexicano, haciendo que México tenga que aumentar esa sagrada plataforma petrolera y que eso es contrario a los intereses nacionales. Si eso no es el interés de esta mesa, no me queda más que lamentarlo, pero creo que no es así”.

 
Compartir la nota:

Puede compartir la nota con otros lectores usando los servicios de del.icio.us, Fresqui y menéame, o puede conocer si existe algún blog que esté haciendo referencia a la misma a través de Technorati.