Usted está aquí: lunes 9 de junio de 2008 Capital Acuerdan GDF y Unesco impulsar el turismo rural en cuatro delegaciones

■ El proyecto se desarrollaría en Milpa Alta, Tláhuac, Magdalena Contreras y Xochimilco

Acuerdan GDF y Unesco impulsar el turismo rural en cuatro delegaciones

■ Se acondicionarán casas de los campesinos como hostales y se promoverán fiestas locales

Raúl Llanos Samaniego

Ampliar la imagen El bosque de Nativitas, en Xochimilco, ya dispone de cabañas para que los visitantes puedan disfrutar su visita al lugar. En el proyecto para impulsar el turismo rural se busca proyectar el aspecto rústico de algunas delegaciones El bosque de Nativitas, en Xochimilco, ya dispone de cabañas para que los visitantes puedan disfrutar su visita al lugar. En el proyecto para impulsar el turismo rural se busca proyectar el aspecto rústico de algunas delegaciones Foto: Roberto García Ortiz

El Gobierno del Distrito Federal y la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), establecieron un acuerdo para potenciar de manera integral el turismo rural en la ciudad de México; el proyecto prevé la creación de hospederías u hostales en las propias viviendas de las comunidades campesinas, y la promoción no sólo de la comida típica, sino de las festividades tradicionales de delegaciones rurales como Milpa Alta, Tláhuac, Magdalena Contreras y Xochimilco.

De acuerdo con el director general de Programas Estratégicos de la Secretaría de Turismo de esta capital, Juan Carlos Arnaud, para junio de 2009 se podrán tener ya las primeras 20 casas de hospedaje rural, de un total de 100 que se desarrollarán en un periodo de tres años, y que estarán enfocadas a dar hospedaje –de manera especial, aunque no exclusiva– a turistas internacionales.

En entrevista con La Jornada, el funcionario capitalino detalló que el proyecto que trabajan la Unesco y la Secretaría de Turismo local tendrá un costo aproximado de 800 mil pesos, “aunque estimamos que una vez concretado dejará derramas por mil millones de pesos, es decir, 100 millones de dólares al año, que estamos seguros se van a generar con el aprovechamiento integral de los recursos turísticos que se tienen en las demarcaciones rurales”.

Al ahondar más en este convenio, Arnaud Ávila precisó: “el turista no gasta más dinero porque no le damos un producto atractivo para él, y está dispuesto a hacerlo si el producto vale la pena. Por ejemplo, ya tenemos visualizado que una casita rural en Milpa Alta que le dé hospedaje a una familia europea puede ganar ¡200 dólares diarios! Este dinero no lo están ganando y lo podrán obtener para hacer su hospedería”.

Según el proyecto que detallan Ciro Caraballo, representante de la Unesco en México y autoridades de Turismo, se elaboraría una relación de las viviendas rurales que podrían ser habilitadas como hospederías; a sus propietarios se les daría asistencia técnica, materiales y recursos para adecuar las casas, promocionarlas y recibir a los visitantes internacionales.

–¿Qué tan lujosas o cómodas tendrán que ser esas casas rurales? –se le preguntó.

–Tienen que ser casas rústicas, no lujosas, pero sí cómodas. Serán las mismas casas de los campesinos, en las cuales se habilitarán dos o tres recámaras. Lo que el turista realmente busca en ese tipo de turismo es mezclarse con la vida normal de las familias campestres, no busca que le hagan algo especial. Lo que quiere nada más es una recámara, un baño, comer la comida típica, que además es deliciosa.

Lo importante, dijo, es que esas casas mantengan su sabor natural, rural; que el turista viva la vida durante una noche, cene, desayune y deje un ingreso importante para esas familias que ahora no tienen.

Otra de las estrategias que se seguirán en ese proyecto, según explicó el director de Programas Estratégicos es potenciar los atractivos rurales, como sería hacer tours alrededor de lo que es la siembra y cosecha del nopal. Y ejemplifica: en la tradicional Feria del Nopal, en Milpa Alta, se harían recorridos a las zonas productoras, se les explicaría el proceso de cosecha e industrialización; se les mostraría todos los productos que se derivan de este alimento; se le enseñaría a cocinar algunas cosas hechas a base de nopal, lo que dejaría ampliamente satisfecho al turista, consideró.

Una situación similar, añadió Juan Carlos Arnaud, se haría con el mole, en Actopan, o la Noche de Muertos, en Mixquic, en Tláhuac, y muchas otras más.

Finalmente, el funcionario capitalino expresó que para concretar este proyecto de la Unesco y Turismo se contará con el apoyo de los operadores turísticos, a los cuales se les certificará para poderlos recomendar a los visitantes foráneos que gustan del turismo rural.

 
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